Una banda que lucha contra el estigma de ser los Tokio Hotel del metal actual y que está buscando su identidad musical en un entorno en el que cada vez es más complicado definirse por el exceso de opciones.

Las hordas adolescentes tienen esa tendencia implícita a hacer de las bandas de su era el principio y el fin del universo de la música. Las hacen suyas, las encumbran como si hubiesen inventado algo y luego cumplen cinco años más y se van a buscar los orígenes de todo y descubren que su banda no era tan original como pensaban. Por eso los clásicos y los originales de los ’70 y los ‘80  nunca dejan de aumentar su poder de convocatoria mientras que los derivativos se quedan en banda de sala de mediano aforo en el mejor de los casos. Lo que han hecho Black Veil Brides no es nada que no hiciesen Motley Crue hace treinta años, aunque la música esté adaptada a una generación ávida de bombos más contundentes, voces más rasgadas y guitarras afinadas más bajo.

Con su disco homónimo, los americanos Black Veil Brides están buscando su momento Metallica, su “black album” particular, como le ha pasado recientemente a Avenged Sevenfold. El disco que termine de definir su sonido y les de la identidad que en el pasado hipotecaron por un poco de reconocimiento popular. Seguramente será un disco menos popular que “Set the World on Fire” o incluso “Wretched and Divine”, pero contiene los elementos necesarios para que la banda llegue a un nivel superior. De entrada, la producción y arreglos están un paso por encima de lo mostrado hasta ahora (“Faithless” o “Goodbye Agony” son buenos ejemplos), aunque sigue habiendo dejes al pop-metal hormonado en “World of Sacrifice” y “Drag me To The Grave”. Un mal necesario imagino, herencia de una banda producto de la generación MySpace. Lo único mejorable en este trabajo homónimo es el sonido de las guitarras, algo sepultado bajo la omnipresente voz de Andy Biersack. Les sobra grave y les falta algo de definición por arriba, lo cual le da un toque old-school al asunto, si, pero resta presencia sónica al trabajo de Jinxx y Jake Pitts.

Una banda que lucha contra el estigma de ser los Tokio Hotel del metal actual y que está buscando su identidad musical en un entorno en el que cada vez es más complicado definirse por el exceso de opciones. Ahora quieren ser más contundentes, pero los elementos metalcore-pop en fraseos de guitarra y coros les restan algo de credibilidad. El tiempo dirá si es un disco de transición o la catapulta de unos nuevos Black Veil Brides.

Grupo:Black Veil Brides

Discográfica:Spinefarm Records

Puntuación:7

Canciones:

  1. Heart Of Fire
  2. Faithless
  3. Devil in the Mirror
  4. Goodbye Agony
  5. World Of Sacrifice
  6. Last Rites
  7. Stolen Omen
  8. Walk Away
  9. Drag Me To The Grave
  10. The Shattered God
  11. Crown of Thorns

Año:2014-10-27

Votación de los lectores:5