BabyMetal: BabyMetal

Son una profanación a los arquetipos del heavy metal y un ataque al corazón de los más true, pero también algo divertido, diferente y seguramente espectacular. Vienen a dar guerra y la tendremos… ¡Empezad a odiarlas!

Cuidadito con las BabyMetal pues pronto vamos a tenerlas hasta en la sopa… Está más que claro que a día de hoy la originalidad en el heavy metal es el bien más preciado y el precio que se tenga que pagar por ello es absolutamente secundario. Sólo podía aparecer en Japón un engendro tal como BabyMetal, pero nadie podrá negar que 1: es heavy metal y 2: es adictivo y original. Si has visitado Japón sabrás que la novedad en si es cero. Hay miles de bandas de esta índole bajo la categoría de J-Pop (K-Pop si vienen de Corea). Coreografías imposibles, fans locos y música algo repetitiva, melódica y machacona. Así que si como a mí, te cuesta diferenciar entre Beyoncé y Lady Gaga, imagínate ese infernal mundo poppie llevado al límite. Pero supongo que nadie había apoyado el J-Pop con un combo de heavy metal. Las tres joyitas angelicales no tienen edad de abandonar el instituto y van apoyadas por una tremenda banda de heavy metal actual, pintada con corpse paint en directo y hasta son capaces de meter en Estados Unidos a más de 3000 personas. Así que la cosa puede que vaya bastante más allá de la curiosidad friki.

Para definir el sonido sólo hay que cruzar a Dragonforce con las bandas sonoras de dibujos animados. Me leyeron el pensamiento, pues Dragonforce colaboran con ellas en un bonustrack (¡!!!!): “Road to Resistance”. Pero la gente que está detrás de este producto ha intentado que la cosa sea variada y sobretodo, muy diferente para el posible consumidor europeo. Hay dos temas muy definitorios de lo que es “Baby Metal”. Por un lado “Gimme Chocolate!!”, puro J-Pop, con esa parte insufrible pero apoyada por una base absolutamente metal. Incluyen un bonus del tema grabado en el O2 Academy Brixton de Londres, y la verdad es que las chicas cantan de maravilla, y cuando hacen cantar al público puedes llegar a concebir lo que puede llegar a ser un show de esta gente. Un poco retoman la herencia de X-Japan, otros que en sus directos eran delirantes. La otra a tener en cuenta es “Song 4” con la base del mítico break de batería de los Ramones de “Rock and Roll Radio”. Cuelan un pasaje reaggae que no pinta nada, pero señores y señoras… esto es Japón.

Guturalidades y caña mezcladas con épica en “Babymetal Death”. Definitivamente optan por abrir el disco dejando claro que la banda es real y técnica. Luego ya empieza el festival de J-Pop. “Line!” es pop nipón mezclado con dance y con guturalidades añadidas, pero de pronto giran al rap para rematar con un deje death metal. Esquizofrenia de estilos que causarán mil sarpullidos. “Akatsuki” es puramente Dragonforce de la primera época con voces angelicales. “Doki Doki Morning” posee un estribillo que taladra el cerebelo, apoyado por bases pregrabadas y un gran riff de guitarra. En “Catch Me If You Can” juegan a sonar como Ministry, y la cosa funciona más que bien. Obviamente hay el estribillo poppie que cabía esperar. “Rondo of Nightmare” es menos espectacular pero posee su puntito. Quizá sea de las composiciones más “serias” y trascendentes con ese piano y acercándose, algo, al metal sinfónico. Ya os he dicho que intentan tocar todos los palos posibles.

Posiblemente lo primero que opinarás es: “¿qué mierda es esto?” luego, sin darte cuenta, habrás terminado el CD e irás a Youtube a ver sus directos. Las odiarás o te sorprenderán, pero opinarás y darán mucho que hablar… Este montaje no es santo de mi devoción pero ello no me impide vislumbrar que pronto estarán en los más importantes festivales europeos y en los puestos más altos. Odiarlas y criticarlas no hará más que acrecentar su leyenda y hasta estoy segurísimo de que el que más las odie más ganas tendrá de verlas. Son una profanación a los arquetipos del heavy metal y un ataque al corazón de los más true, pero también algo divertido, diferente y seguramente espectacular. Vienen a dar guerra y la tendremos… ¡Empezad a odiarlas!