YOB despliegan su misticismo cuántico en la primera jornada del Ritual Cvlt Festival
Este 2014 hemos sido testigos de una explosión de nuevos festivales en la ciudad condal. Durante la temporada de verano tuvimos la primera edición de Be Prog! My Friend, Rock Fest BCN y Barcelona Metal Fest, y con la marcha del calor se presentaba de súbito un nuevo invitado: el Ritual Cvlt Festival, un evento que tan sólo comparte con los anteriormente mencionados un eclecticismo como el que podemos ver en el cartel de Be Prog!, pero mostrando una filosofía y estilo completamente distintos. Este festival presenta un modelo de evento único, que nunca se había visto en nuestro país, el de festival en recinto cerrado, centrado no sólo en la música sino también en ofrecer una experiencia cultural mucho más amplia, a través de conferencias y mesas redondas que ponen en comunión artistas, miembros de la industria musical y público. Recordando en muchos aspectos al icónico Roadburn holandés, algunos opinarán que no se trata de algo que pueda funcionar en nuestro país, y quizá por ello la propia organización esté muy enfocada a un público europeo.
La propuesta, extremadamente innovadora para lo que estamos acostumbrados a ver en nuestro país, podría ser todo un éxito de no ser por una serie de inconveniencias que han dificultado una buena afluencia de público en su primera edición. El realizarse en jueves y viernes en lugar de viernes y sábado o pleno fin de semana, un cartel ligeramente descompensado entre sus dos días (estilísticamente y por peso de las bandas) y sobretodo, la falta de antelación a la hora de anunciarse (se reveló su existencia a tan sólo un mes de la fecha del evento) fueron posiblemente los factores que más condicionaron las bajas ventas pese a tratarse de un evento de nivel altísimo, algo que muchos habíamos soñado con tener en España durante años. Sabiendo que el festival tendrá continuidad en 2015, estamos convencidos de que estos problemas serán corregidos y la segunda edición será todo un éxito.
Abriendo puertas a las 16:00, la actividad se iniciaba con una serie de charlas del tipo mesa redonda (a las cuales ya nos habían acostumbrado en las Ritual Cvlt Parties que trajeron a artistas como Scott Kelly, Jarboe o Necro Deathmort) que contaban con la participación de todo tipo de trabajadores de la industria musical europea, especialmente centrándose en la temática festivalera. Así pues, miembros del equipo de Amplifest, Roadburn, Hellfest y Be Prog! My Friend estuvieron charlando junto a músicos como Nicholas Bullen (ex-Napalm Death y Scorn), periodistas de medios como Rockzone y, obviamente, aquellos miembros del público que decidiesen acercarse a tan temprana hora al Pop Bar, escenario secundario del recinto. Ciertamente este fue uno de los mayores puntos a favor del festival, dado lo altamente enriquecedor que llegó a ser para todos los allí presentes. Pronto se publicará una transcripción de lo allí tratado (imágenes aquí).
En el escenario principal Wolvserpent tuvieron el honor de inaugurar las actuaciones a las 18:00, y sin lugar a dudas firmaron uno de los conciertos más olvidables de todo el festival. El dúo practica un intenso drone/doom que atrapa al oyente, y han publicado muy buenos trabajos como el larga duración «Perigaea Antahkarana» de 2013, pero el traslado al directo de este material lo realizan lastimosamente. La falta de potencia se hizo latente durante sus 30 minutos sobre el escenario, siendo el principal objeto de crítica la actuación de Britanny McConell a la batería con una falta de pegada que no encajaba en ningún momento con la música que estaban interpretando. Orthodox siguieron la tónica de tener tan sólo a dos miembros sobre el escenario, algo que provocó sentimientos encontrados. Esta nueva formación de la banda definitivamente tiene su encanto y suena muy original e interesante, pero cuenta con el inconveniente de que en ocasiones se echa en falta el extra de potencia que conferiría una guitarra y que la presencia sobre las tablas es muy pobre al ser tan sólo dos personas. Pese los peros, ofrecieron un buen concierto.
Ningún pero fue lo que encontramos en la actuación de Foscor, una de las bandas que más dará que hablar este año puesto que pronto publican un nuevo álbum dispuesto a cambiar radicalmente la trayectoria de la agrupación. Este «Those Horrors Wither» verá la luz el próximo mes de noviembre, y en Ritual Cvlt tuvimos el lujo de poder disfrutar en exclusiva de un setlist centrado tan sólo en estos temas. 35 minutos de pura excelencia musical. Sin tiempo para excesivos discursos la banda abrió con el combo que forman «Whirl of Dread» y «Addiction», justo antes de presentar aquel demoledor adelanto que es «Grateful Pandora». Si una de las grandes bazas de este nuevo trabajo son las impresionantes líneas de voces limpias que ofrece Fiar, podemos decir que en directo lleva a cabo una interpretación de las mismas más que envidiable. Y parece que tan sólo va a ir a mejor. «Senescència» y una descomunal «To Strangle a Ghost» cerraron su actuación y nos dejaron a todos postrados ante su magnificencia. Ahora a esperar al concierto de presentación…
Mientras tanto, en el escenario secundario unos Sly and the Family Drone llevaban a cabo una de las actuaciones más alocadas y extravagantes del día, justo antes de dar paso a el tándem que encabezaba el cartel en Razz2. Tanto Pallbearer como YOB sonaron absolutamente increíbles, y cada uno hechizó al público con sus particularidades. Los primeros arrancaron con la devastadora «Worlds Apart» y ofrecieron tres cuartos de hora del mejor doom, coronado por exquisitas voces limpias que definen altamente la personalidad de la banda y celestiales solos de guitarra. De su primer trabajo tan sólo cayó la final «Foreigner», pero el tiempo no daba para más y debían presentar su más reciente «Foundations of Burden», sin duda uno de los discos del año dentro de su género. Todavía más aplastantes estuvieron unos YOB que hicieron fluir su mística cuántica por nuestras mentes durante 105 minutos. Colosales estructuras sonoras e interminables pasajes en los que perderse era lo que ofrecía el trío de Oregon, y desde la inicial «Ball of Molten Lead» hasta la devastadora «Marrow» que finalizó su concierto estuvieron magistrales, autoimponiéndose como una de las autoridades más firmes en cuanto a lo que sludge respecta hoy día.
Fotos: Mary Carmen Lozano / Sergi Ramos
Promotor:Ritual Cvlt
Día:1997-10-02
Hora:16:00
Sala:Razzmatazz 2
Ciudad:Barcelona
Puntuación:9
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