Y casi 20 años después, ¡At The Gates volvieron a Barcelona!…para un show escueto

Casi 20 años sin pisar una gran capital europea como Barcelona es mucho tiempo, demasiado. Quizá por ello y por haber logrado encandilar a una nueva generación de fans que seguramente no había ni nacido en los años de máximo apogeo del grupo, AT THE GATES lograron abarrotar la sala Razzmatazz II. No se colgó el cartel de «sold out», pero poco le faltó. De cualquier modo, en su anterior visita con NAPALM DEATH en el año 96 llenaron el Razz I con más del doble de capacidad; eran otros tiempos, la gente acudía en masa a los conciertos (no había muchas otras cosas que hacer…) y el metal extremo reinaba por encima del resto de estilos metaleros. Mucho ha llovido desde entonces pero una cosa queda clara; quién tuvo retuvo. A tenor de lo visto, pocos dirían que los señores de AT THE GATES cruzaron los 40 hace ya bastante tiempo. Una hora y 10 minutos puede parecer poco, pero desde luego a ese ritmo e intensidad (20 temas de setlist, casi nada) la percepción del tiempo cambia y muy pocos osaron quejarse, supongo que los mismos a los que los 29 minutos del «Reign in Blood» les debe saber a poco…

El cartel lo completaban SOUND OF SILENCE y WORMED tanto en Barcelona como en Bilbao y Madrid. Debido a un problema con el lector del código de barras de las entradas adquiridas por Internet, el acceso de entrada a la sala se ralentizó una barbaridad teniendo que checkear una a una todas y cada una de las entradas compradas utilizando esa modalidad. Debido a ello, servidor y muchísima otra gente se perdió parte del show de los asturianos SOUND OF SILENCE quienes se vieron terriblemente perjudicados por este contratiempo. Tras un no muy prolongado parón, le tocó el turno a los madrileños WORMED, una de las bandas españolas con mayor proyección internacional a día de hoy -sobretodo en parte a su reciente fichaje por el sello Season of Mist- quienes acaban de cerrar hace no mucho un tour europeo junto a los ULCERATE y expanden poco a poco se legión de seguidores a pasos agigantados. De hecho sé de muchísima gente que iba más por WORMED que por los propios AT THE GATES incluso. Durante los 30 minutos de actuación que gozaron, WORMED fue una auténtica apisonadora sonora. Reconozco que no es mi estilo favorito, pero esta gente son unos fuera de serie en su categoría y siempre es un espectáculo verles tocar y comprobar de primera mano lo rodados que están y lo rematadamente complejas que son sus composiciones de Brutal Death Metal técnico. En manos de cualquier otra banda seguramente no saldría más que ruido de la PA, no obstante WORMED gozaron de un sonido realmente notable imprescindible para disfrutar de bandas de esta naturaleza. Los madrileños se dedicaron a repasar su última obra de estudio «Exodromos» a falta de que su nuevo trabajo que por lo visto están preparando ya vea la luz vía Season of Mist.

Con la sala ya petada y una puesta escénica sobria pero efectiva con dos telones laterales y una muy buena iluminación, los suecos AT THE GATES arrancaron su show a ritmo de «Death and the Labyrinth», corte que abre su flamante nuevo trabajo «At War with Reality», un disco que ha tenido una acogida fabulosa a tenor de lo visto y de la reacción del público ante estos nuevos temas de la banda sueca. Y es que AT THE GATES descargaron 7 u 8 temas nuevos, algo que solo se atreven a hacer aquellas bandas que confían ciegamente en su última obra. De cualquier modo, como perros viejos que son, saben que no hay nada mejor que arrancar un concierto tirando de viejos clásicos para caldear el ambiente y de este modo en los primeros 20 minutos de concierto ya habíamos podido disfrutar de «Cold», «Slaughter of the Soul», «Terminal Spirit Disease» y «Raped by the Light of Christ». La banda se mostraba compenetrada, compacta, gozaba de un muy buen sonido y sobretodo a Tompa se le veía disfrutar de lo lindo con el desfase generalizado que había en las primeras filas. La actitud del frontman de AT THE GATES chocaba con la de Martin Larsson que tenía cara de haber salido de un funeral… Los suecos prosiguieron con más viejos cortes como «Windows», «Under a Serpent Sun», «Nausea» o «The Burning Darkness» compaginados con temas actuales como «Eater of Gods», «Heroes and Tombs», «The Circular Ruins» o «The Book of Sand (The Abomination)». Tras ausentarse unos segundos, Tompa y los suyos volvieron para desatar la traca final con la celebérrima «Blinded by Fear», «Kingdom Gone» y «The Night Eternal», corte que cierra su último «At War with Reality» y que supuso el broche de oro a una actuación escueta pero intensa como pocas.