Ya perdí la cuenta de las veces en que he visto sobre las tablas a este hombre, pero cada vez que lo vuelvo a ver, disfruto más que la anterior.

Desde aquel concierto que tuve oportunidad de presenciar en el Astoria londinense unos cuantos años atrás, hasta ayer noche, allí donde Dan Baird toca, el local se llena de auténtico y genuino rock and roll.

Y sí, es sólo rock and roll, pero que coño, ¡me gusta!.

La gran mayoría de la población conocerá su trabajo en Georgia Satellites (una banda absolutamente brillante) y pocos son los que siguieron su carrera en solitario o en otros grupos (llámese Sofa Kings –nada que ver con los de Jeff Keith, ni con los de Rick Jones-, The Heart of Georgia Satellites –lo más parecido a su antigua banda-, The Dusters –no tocó en el disco, pero se chupó toda la gira-, Homemade sin o como en este caso, The Yayhoos) y es una lástima, pues la esencia de su antigua banda sigue vigente en todos y cada uno de los temas que él compone.

En cuanto escuchas ese rasgar de su vieja telecaster y su característica  voz, sabes que es él quien esta cantando y que una buena dosis de rock llenará tus oídos.

Y eso es exactamente lo que tuvimos ocasión de ver la noche del 9 de febrero en la [2].

Desde el inicio con una arrolladora Oh! Chicago, hasta el último tema de los bises, una más que trepidante versión del Keep on rockin’ in the free world de Neil Young, Dan Baird y sus viejos amigos, a saber: Eric Ambel a la guitarra, Terry Anderson a la batería y Keith Christopher al bajo, repartieron buenas dosis de sencillo rock, sin ningún tipo de pretensión. A veces le daban ciertos toques, blues (la emotiva versión de The De-Lords, la antigua banda de Eric Ambel enterneció hasta el más duro del local), Funky e incluso disco (como si no, se puede llamar a Dacing Queen, el tema de Abba que se bailaba en todas las discotequas del mundo). Por suerte éste último llevaba impreso el sonido rock de la guitarra de Dan.

La banda venía presentando su nuevo disco, Put the Hammer down, que aunque apareció en el mercado el año pasado no ha sido hasta este 2007 que la banda se decidió a venir por estos lares, en una más que extensa gira.

Seis años han pasado desde que el grupo editó su primer disco, y cinco desde que les vi en vivo la primera vez (como Yayhoos, claro) pero la banda sigue disfrutando como el primer día de lo que hace. Se les nota en la actitud que tienen en escena, tanto entre ellos, como con el público asistente. Hacen bromas sin parar, no hay ego en ninguno de los miembros de la banda (y eso que todos tienen unos curriculums que más quisiera la mitad de los músicos de este mundo) y sonríen desde el primer al último minuto del concierto y eso amigos míos, los que estamos allí abajo en el público debemos agradecerlo como agua que cae del cielo (sobre todo en estos tiempos de sequía).

Eso y que toquen casi dos horas de concierto, cuando lo normal en estos tiempos son una hora y pocos minutos con bises.

La única pega que le pondría al concierto, sería que el pobre Eric Ambel llevaba un resfriado tremendo y casi no tenía voz, además de tener que mocarse más de una vez en escena, así que cuando le tocó el turno de atacar Between you and me, emotivo tema de su último álbum, se las vio y se las deseó para poder llegar a las notas más altas y eso que el tema no sube mucho en toda su duración. Pero bueno, eso es un mal menor, al menos debemos agradecerle que no suspendieran el concierto por enfermedad, se lo perdonamos por esta vez y seguro que la próxima será mejor. Incluso él mismo, antes de empezar a cantar comentó que su voz se había quedado en alguna parte entre Valencia y Barcelona la noche pasada. What are we waiting for de su anterior álbum resultó ser el tema más coreado, aunque muy cerca estaría la versión de Dancing Queen, último tema antes de los bises.

Unos bises que empezaron con Keith a la guitarra (la misma que momentos antes había estado maltratando Dan, su vieja telecaster) para ofrecernos una más que correcta versión de Ray Charles, siguieron con una tremenda Gettin’ drunk y acabaron con la anteriormente mencionada versión de Young y despedirse por esta vez.

Otros temas que pudimos degustar fueron Hurtin’ thing, cantada por Eric, aunque el resto de banda le arropó con unas bonitas doble voces durante casi todo el tema, Where’s your boyfriend at, Never give an inch, All dresed up, cantada por Terry, aunque de nuevo la banda respaldaría al divertido batería con sus armonías o la versión que popularizara The O’Jays, Love Train, todas ellas pertenecientes a su último trabajo discográfico.

De su primer disco pudimos escuchar, Bottle and a bible, For cryin’ out loud, Get right with Jesus, Monkey with a gun y Dancing queen.

En definitiva y para ir acabando ya, otra memorable noche de rock and roll, donde tanto músicos como público disfrutaron de lo lindo (si alguien no lo hizo estoy seguro que fue por otro tipo de causa) aunque seguramente que si hubiera caído alguna de las viejas canciones de Georgia Satellites, aquello se hubiera venido abajo, pero se lo perdonamos, tanto a Dan como al resto de la banda, los temas que han grabado en sus dos únicos discos ya nos sirven como reemplazo a aquellas viejas canciones tan recordadas.

Texto y Fotos: Salva G.

Promotor:Silvertrack

Asistentes:200

Día:09/02/2007

Sala:Apolo 2

Ciudad:Barcelona