The Quireboys nos salvan de un domingo de letargo

Cuando una banda lleva más de 30 años en funcionamiento, y han recorrido los escenarios de gran parte del mundo, se nota en el primer acorde de una guitarra acústica que se deja sonar. Una pena que la presencia no hubiera sido más numerosa.

A no ser que te lo montes muy bien de antemano, el domingo es el día más deprimente de la semana. Que sí; que una tarde lluviosa como era el caso, es ideal para calentarnos las posaderas en el sofá con un par de películas o un buen libro, y retardar más el gris pensamiento de que el despertador tocará temprano en pocas horas y comenzará otra estresante semana. Pero miren por dónde, THE QUIREBOYS hicieron que dejáramos la manta a un lado, para  brindarnos una atípica noche de domingo. Aunque fuera en acústico. La lástima era que, una vez llegados a la sala The Hall, comprobamos que no fueron muchos los que abandonaron el calor del hogar para alargar así un poco más el fin de semana.

A modo de calentamiento, salieron a escena WHITE COAST REBELS, que con su simpatía y su buen hacer sobre las tablas, se ganaron muy rápido al público. Los ingleses, afincados en Benidorm, no pierden ni un ápice de potencia aunque estén desenchufados, y su show fue mucho más variado de lo esperado. Aunque el formato de esta velada fuera en acústico, llevaron a su batería, y así fueron descargando sus temas propios como  “Hanging With The Bad Boys” para comenzar, “Buried And Dead”, “Fuel My Fire”, y algunas baladas como “I Love You Baby, Baby”. También hubo hueco para versiones, como el “What’s Up” de 4 Non Blondes que fue coreado por todos los presentes. Se sintieron muy cómodos en todo momento, aunque tuvieron algunos problemas de sonido, y dejaron un buen recuerdo entre los asistentes que quedaron enganchados con su propuesta. Después de este show, no serán pocos los que bucearán en su corta discografía, y estarán deseando tener la oportunidad de disfrutar de uno de sus conciertos eléctricos.  Sus influencias son bastantes metálicas, y sin en acústico tienen fuerza…

Con un tiempo prudencial de descanso, salieron THE QUIREBOYS con sus copas en la mano y al compás de “There She Goes Again”  fueron alentando al público para que se acercasen lo más posible al escenario. Íntimo y cercano, nunca mejor dicho. Spike no es solo un cantante que mantiene un nivel más que digno, es todo un artista de pies a cabeza. Y con pocos movimientos, transmite esa pasión que siente por la música. Disfruta en todo momento sobre el escenario, y junto con los guitarristas Paul Guerin y Guy Griffin y el teclista Keith Weir, fueron despachando grandes temas de su ya extenso catálogo. “Mislead”, una coreada  “Roses & Rings” o una entrañable “Mona Lisa Smile”, iban convirtiéndose en interpretaciones para el recuerdo, y los momentos más divertidos llegaron de la mano de  “Hello” o “Have A Drink”, en la que se levantaron todos los botellines y las copas de la sala para brindar.

Seguían manteniendo ese dinamismo tan necesario en un concierto bajo el formato acústico, y tiraron de garra antes de los bieses con “Sweet Mary Ann” y una celebrada “7 O’Clock”, después de que Spike preguntara por la hora en nuestro relojes e hiciera sonar su harmónica en los primeros compases. Estaba claro que la cosa no iba a quedar ahí, y después de los sonoros vítores de los asistentes, salieron a escena para emocionarnos con «I Don’t Love You Anymore” (más de una lagrimilla se dejó caer por las primeras filas), y seguidamente, montar la fiesta sobre el escenario como colofón final invitando a los componentes del grupo telonero para descargar “Sex Party”.

Mucho protagonismo en el set de su excelente debut “A Bit of What You Fancy”, interpretaciones llenas de calidez, y todos contentos. Cuando una banda lleva más de 30 años en funcionamiento, y han recorrido los escenarios de gran parte del mundo, se nota en el primer acorde de una guitarra acústica que se deja sonar. Una pena que la presencia no hubiera sido más numerosa. El sofá y la manta están todos los domingos esperándonos. Un concierto de THE QUIREBOYS, no. Aunque sea en acústico.