Una fecha en mitad de la nada, y prácticamente al borde de un fin de gira alternando citas en grandes festivales con pequeñas salas no parecía ser las condiciones más idóneas para un concierto de nivel. Más aún sabiendo que finalmente STONE SOUR no traería teloneros. Tras una gira bastante extensa por su país junto a Shadows Fall y Lacuna Coil, y la citada gira actual, que tenía su punto final al día siguiente de este show, en Lisboa junto a Metallica y otros grupos en el festival Superbock Superock, cualquiera hubiera apostado por un concierto meramente por compromiso por parte de Corey Taylor y los suyos. Pero, por extraño que suene, no fue así. Casi con puntualidad milimétrica, pocos minutos después de las nueve de la noche salía a escena este quinteto afincado en Iowa. Sonando de intro ‘The Final Countodown’, como viene siendo habitual en esta gira, pronto tan conocido himno se vio roto por ‘30/30-150’. Desde la primera nota, el concierto ha sido un no parar, sobre todo por parte del citado Corey, que no hace mucho dijo adiós a su larga melena.

No han sido muchas las sorpresas durante la actuación, y han repetido el mismo set que llevan en las salas durante su estancia en Europa. Más calmada ha resultado ‘Come What(Ever) May’, y muy dinámica ‘Take a Number’, uno de los mejores cortes de su debut homónimo, y que fue precedida por uno de los discursos de Corey que tan normales se hacen cuando está sobre un escenario.

Pocos frontmen tienen la comunicación de Taylor sobre el escenario, y con pocas palabras sabe guardarse al público en el bolsillo. Sorprendente me resultó la asistencia de público, que si bien no llenó Heineken, presentó más de la mitad de entrada. Y toda la gente allí congregada se puso a botar a la voz de Corey con ‘Made Of Scars’. STONE SOUR es sin duda una banda donde cada uno tiene asumido su papel. Josh se mantiene siempre atento al público y con mucho movimiento en los temas más acelerados; Shawn intenta mantenerse en un segundo plano, solo apareciendo cuando es su bajo quien lleva la voz cantante. Roy es una auténtica máquina tras la batería, y quizá por su peculiar estilo se hace más espectacular el ver su actuación. Y Jim se muestra más simpático que cuando se oculta tras su máscara en Slipknot, y con multitud de variaciones e improvisaciones en las canciones. 

Pero no hay duda que es en Corey Taylor sobre quien caen casi todas las miradas. Una nueva parrafada dio comienzo a ‘Reborn’, para volver de nuevo a su primera obra en ‘Inhale’. El público no tardó en recordar su actuación en La Peineta hace unos años, concierto durante el cual se hicieron famosos sus ‘huevos’, literalmente. Así que esta vez tampoco faltaron las bromas respecto a aquella gracia. Alternando temas antiguos con nuevos, ‘Monolith’, con intenso final, y ‘Sillyworld’, su último single, y tema dedicado a la libertad, sirven para que Corey se quede solo sobre el escenario con su guitarra, para darse un baño de masas.

Primeramente, una versión que poca gente reconoció (y nadie cantó), ‘The One I Love’ de REM, que se vio continuada por uno de sus clásicos, ‘Bother’, con continuas interrupciones, largos diálogos con el público, acompañamiento del mismo en los coros, y con Taylor arrodillándose ante ellos. Bonito detalle, y típico tópico el decir que era uno de los mejores conciertos de esta gira, y que admiraba la pasión con la que se viven los conciertos no solo en Madrid, sino en España en general. Con tanta pausa, se olvidó de terminar la canción. Por eso nos ofreció un regalito en forma de otra versión. No se trataba del ‘Wicked Game’ de Chris Isaac que lleva la nueva edición de ‘Come What(ever) May’, sino ‘Sweet Home Alabama’ de Lynyrd Skynyrd, bastante coreada.

Con el resto del grupo poco a poco volviendo a su sitio, ‘Through Glass’ fue el último momento de descanso y punto de partida perfecto para la recta final del concierto. Pequeña presentación de los miembros que no había citado Taylor durante el concierto, con aplausos para Shawn y Roy, dieron entrada a ‘Blotter’, y al supuesto último tema, ‘Tumult’, totalmente demoledor, que hubiera sido un gran final si no se tuviera en cuenta que aún se dejaban dos temazos en la recámara.

Escasa espera de los fans, y vuelta al trabajo para ‘Hell & Consequences’, personalmente, el mejor tema de su última obra y que sirvió para que aquello se convirtiera en una lluvia de púas por parte de Jim y Josh, para terminar, como no podía ser de otra forma, con ‘Get Inside’, aquella canción con la que empezaron a ser conocidos y que abría ‘Stone Sour’. Poca gente sabía por entonces que esta banda llevaba más tiempo en la música que Slipknot, con peores resultados, sin nombre y sin disco.

Y la verdad es que es de agradecer que el éxito de los nueve enmascarados abriera la puerta para la vuelta de STONE SOUR. Porque el éxito de conciertos como este, y como todos los que han ido dando en nuestro país, y en otros durante esta gira, son garantía de éxito. Ahora solo queda saber que pasará con ellos tras una nueva gira por EEUU junto a Sydonia. ¿Tocará un largo descanso para un nuevo trabajo de Slipknot?

Texto y Fotos: Varo

Promotor:Rock N' Rock

Asistentes:600

Día:27/06/2007

Sala:Sala Heineken

Ciudad:Madrid

Puntuación:9