Morbo es la palabra que mejor define las dos visitas recientes de las bandas
más populares de Brasil, SOULFLY y SEPULTURA. Con apenas una semana y media
de diferencia entre sus conciertos, mucha gente esperaba con ansia poder ver
a Max Cavalera en directo y , poco después, a Andreas Kisser, Derrick Green
y los suyos como teloneros de IN FLAMES. De hecho, es curioso que la “banda
madre” – SEPULTURA en éste caso- sea la que hace una gira como artista invitado
de una banda mucho más nueva ( y popular, que es lo que importa a fin de cuentas…).
SOULFLY siguen con su capacidad de convocatoria intacta, tocando ante un Razz
2 lleno que vibró con la impresionante presentación en directo del nuevo disco
de SOULFLY, “Dark Ages”.

Es discutible que SOULFLY estén tocando ante audiencias más grandes que las
de SEPULTURA, especialmente si tenemos en cuenta que la que un día fue compañía
discográfica de ambos, Roadrunner Records, invirtió deliberadamente muchos
más recursos en la banda de Max que en la de Igor, dando lugar a su posterior
marcha de la compañía en el nuevo milenio. SOULFLY, por su parte, se están
beneficiando del subidón de popularidad que está teniendo Roadrunner entre
los fans más jovenes, habiendose convertido en sinónimo de sello-que-está-pendiente-de-las-novedades-del-metal.
Ya no solo se trata de que los ex –fans de SEPULTURA vayan al concierto del
ex –líder de SEPULTURA, sino que muchos de los que van, probablemente sólo
han escuchado a SOULFLY y jamás le han echado un ojo a “Chaos AD” y, ni mucho
menos, a “Against”!

Con un disco más que bueno bajo el brazo, “Dark Ages”, Max Cavalera se presentaba
en Barcelona dos años después de la última vez. Acompañado por el valioso Marc
Rizzo a la guitarra, el brasileño y sus secuaces dieron un concierto de casi
dos horas de duración que incluyó lo mejor de lo mejor o, en otras palabras,
un set-list ante el cual ningún fan podría formular la más mínima queja. Con
un sonido medianamente bueno y un ambientazo propio de las grandes citas, SOULFLY
arrancaron su show con “Babylon”, seguida de “Seek And Strike”, “No Hope” y
la potente “Livin’ Sacrifice”. Con el público de su parte, las cosas no podían
ir demasiado mal.

Quizá es criticable que la banda decidiera interpretar “Roots Bloody Roots” a
esas alturas del set-list, siendo solo el quinto tema de la noche. Quizá Max
quería quitarsela ya de encima, o quizá era una manera de tener al público
de su parte definitivamente. En cualquier caso nunca lo sabremos. Solo sabremos
que la vibración del suelo durante éste tema fue comparable a la de unas obras
de construcción de un tunel del metro. Impresionante como, diez años después, “Roots” sigue
siendo el tema estandarte no sólo de SEPULTURA, sino de Max Cavalera como individuo.
No me queda muy claro si eso supone una carga o una bendición para el tipo,
pero en cualquier caso, probablemente esa canción le ha ayudado a comprar su
casa.

El show siguió adelante con un Marc Rizzo que robaba el protagonismo por momentos
a Max, ocupado en sus múltiples cambios de vestuario.  Sonaron muchas canciones,
entre ellas “Jumpdafuckup”, “Bring It”, “Fire”, “Mars”, “Refuse / Resist”, “Execution
Style”, “Arise Again” y “Carved Inside”. El nivel de energía no decayó en ningún
momento y, la verdad sea dicha, sólo se echó en falta a Roy Mayorga. Estoy
de acuerdo en que Joe Nunez es un gran batería, pero la pegada de Mayorga era
legendaria. De todos modos, en un concierto de SOULFLY, todos los ojos están
puestos en Max y el brasileño no decepcionó. La verdad es que se me escapa
un poco el motivo por el cual la gente quiere que Max vuelva a SEPULTURA, mas
allá de la nostalgia. El tipo está feliz en su propia banda y triunfando como
un condenado. Cualquiera que lo dude sólo tendría que haber visto el bis de “The
Song Remains Insane” y “Eye For An Eye” . Si eso no es una matanza auditiva –en
el buen sentido- me tiro al monte a hacer de ermitaño.

Texto y Fotos: Sergi Ramos

Datos:Razzmatazz 2
Barcelona
Público: 900 personas
Promotor: Doctor Music

Día:23/03/2006

Puntuación:9