¿Qué se puede decir cuando empleas tu tiempo y dinero para asistir a un concierto
de una de tus bandas predilectas y resulta que no puedes ver nada? Seguramente
este tipo de pregunta rondó las mentes de muchos seguidores de uno de los iconos
del rock gótico internacional: THE SISTERS OF MERCY. Y también la de las personas
encargadas de fotografiar a la banda que de forma desesperada veían como únicamente
contarían con instantáneas de nubes de colores y figuras difusas.

Hacia las ocho de la tarde  hacíamos acto de presencia en las inmediaciones
de la sala La Riviera. Tras lograr la hazaña de aparcar entre socavones, calles
levantadas y demás facilidades, pudimos comprobar que el ambiente era todavía
reducido y que probablemente no estábamos ante un concierto de las dimensiones
del de H.I.M. al cual asistimos en el mismo lugar hace ya algunas semanas.
Pese a ser ambos conciertos propios del género gótico – con los consabidos
matices entre unos y otros -, el público fue totalmente diferente en cuanto
edad, pretensiones y manera de vivir el concierto. Contadas personas hacían
cola en la puerta de entrada al local y eran los más los que disfrutaban de
sus bebidas en los alrededores. Tuvimos también la oportunidad de saludar a
alguna cara conocida de la escena metálica madrileña y como las opciones no
eran muchas, decidimos que la mejor idea era esperar tranquilamente en el interior
de la discoteca donde tendría lugar el concierto. Y es que las nubes de polvo
no son buenos compañeros de espera. Aunque, visto lo visto a posteriori, no
se qué es peor… hablando en términos de nubosidades.

Sobre las nueve y media de la noche la impaciencia era notoria entre algunos
de los fans más acérrimos. Los SISTERS no se hicieron esperar y comandados
por un Eldritch, que esta vez no lucía camisetas de béisbol de colores llamativos,
saltaban al escenario envueltos en una nube de humo que no desapareció en todo
el concierto. Me consta que en Barcelona este hecho se repitió y a buen seguro
que también se llevó a cabo en las demás ciudades donde los ingleses hicieron
parada. ¿La explicación? Todavía no la he podido encontrar. Y tampoco he podido
adivinar por qué la gente no se quejó de manera notoria ya que un concierto
es a partes iguales tanto música como imágenes. Pues aquí sólo tuvimos música,
y con más de la mitad de las cosas grabadas. Dice poco a favor de una banda
tan consagrada como THE SISTERS OF MERCY. Si bien todos sabíamos que la banda
no es una maravilla en directo, lo que ocurrió en aquel Viernes de Abril creo
que es inaceptable. Fueron además una serie de hechos puntuales que se fueron
añadiendo a la larga lista de pequeños detalles poco decorosos y que convirtieron
el concierto en algo grotesco. Pase que para adquirir los pases de fotografía
tengas que firmar un contrato de dos páginas con una serie de restricciones.
Pase que no cuentes con una banda telonera. Pase también que la entrada sea
algo más cara de lo normal – 30 euros -. Pero lo que es inadmisible es que
después de todo esto, el grupo por el que has optado para ver en directo, en
el que has empleado tiempo y dinero para desplazarte y al que has seguido durante
muchos años realice un show tan pobre como el que pudimos presenciar. No se
veía absolutamente nada desde muchas posiciones de La Riviera, el sonido estaba
bajísimo, Andrew Eldritch no mostró ningún tipo de interés en lo que estaba
haciendo y además su voz cada vez deja más que desear. Todo esto sin contar
con la pésima ejecución de muchos temas, recortando su duración, haciendo versiones
descafeinadas y  sin poner un ápice de sangre en las interpretaciones.

Con batería, teclados, voces femeninas y demás arreglos pre-grabados eran
sólo Eldritch, Chris Catalyst y Ben Christo los que llevarían a cabo las labores
musicales. Éste último ocupaba el lugar de Adam Pearson, que tras catorce años
decidió abandonar la banda por diversas razones. Así que el cuadro era digno
de ser visto: un escenario sumido en la más espesa niebla en el que sólo se
diferenciaban a los músicos cuando realizaban algún tipo de movimiento o se
acercaban a la parte frontal del mismo. El humo además se fue adueñando poco
a poco de toda la sala y al final aquello tenía más de parrilla gótica que
de cualquier otra cosa.

Dejando este tipo de inconvenientes a un lado, los SISTERS comenzaban con
el clásico entre los clásicos: “Temple Of Love”. Recortaron aún más la versión
revisada en el año 92 y se quedó en una canción de apenas cuatro minutos. Creo
que para nada fue un acierto saltar de primeras con tal himno llena pistas
que tan alto les ha encumbrado entre un amplio espectro de público. Tampoco
sirvió para caldear el ambiente, y es que las guitarras estaban muy bajas y
el sonido era casi ininteligible. Como antes comentábamos la voz de Eldritch
fue más que un poema. Para echarse a llorar casi, rozando los gallos más aberrantes.

El set-list, por otra parte, trató de concentrar todo  el material posible,
enlazando las canciones sin ningún tipo de pausa y recortando la duración de
muchas de ellas. Es cierto que las giras de THE SISTERS OF MERCY se fundamentan
en el recuerdo de tiempos pasados, y este “Silver Bullet Tour” servía para
conmemorar los 25 años de historia de la banda. Pero creo que no es una buena
política la de aumentar la cantidad descuidando la calidad.

Seguidamente llegaba una ristra de temas que quizá no acabó de enganchar a
un público que parecía sólo prestar atención a los temas más representativos
de la banda. “Crash And Burn”, “Ribbons”, “When you don´t see me”, “Come together”, “On
the Wire / Teachers” y “Sussane” merecieron la atención de los seguidores de
toda la vida; mientras el público de a pie hacía corrillos – ¡inaudito!- y
en muchas ocasiones charlaban de espaldas al escenario degustando diversas
bebidas espirituosas. Y es que este concierto no era de los de mini de cerveza;
pasaba más por la selección de whiskies y ginebras pese al elevado precio de
las consumiciones. Muchos de ellos, por otra parte, sí que se arrancaban a
bailar en temas como el que llegaría a continuación: “Dominion”. El alegato
hacia la Madre Rusia consiguió llamar la atención del público que veía como
Eldritch, manos sobre el micro y gafas de sol bajo su brillante cráneo rapado,
aparecía y desaparecía entre la niebla. A ambos lados sus dos músicos acompañantes
zarandeaban sus instrumentos intentando rescatar el espíritu puro de cada melodía.
La gente mientras tanto parecía reaccionar y coreó al unísono el estribillo
de este gran emblema de una banda que fue la semilla de otras como THE MISSION
o BAUHAUS; además de ser influencia directa de otras como FIELDS OF THE NEPHILIM.

De la misma manera fueron sonando “Summer”, “Slept” o “Burn”. Llegaba el momento
de otra canción mítica donde las haya. La oscura pero energética “Alice”. Una
pena que la interpretación fuese tan floja. Este archiconocido tema ha sido
inamovible con el paso de los años en toda sesión de discoteca puramente gótica
que se precie.  Aunque en esta ocasión los pies parecían no estar llamados
a moverse de la misma manera, debido a la mencionada interpretación en directo.

Con “Anaconda”, “Something Fast” y “Flood 2” llegaba el momento del primer
corto parón de la noche. A esas alturas ni Eldritch ni ninguno de sus acompañantes
había pronunciado una palabra. Ni siquiera el típico “thank you”.

De nuevo en el escenario y de nuevo dos grandes temas interpretados irregularmente. “Neverland” y “Lucretia” no
tuvieron ni por asomo la magia que atesoran en disco. Poca energía y poca complicidad
banda-publico hicieron que estas dos canciones fueron únicamente, dos más de
las elegidas, pasando sin pena ni gloria.

Segundo parón y sorpresivamente última salida de la noche cuando tan sólo
había transcurrido hora y diez minutos de actuación. En esta ocasión los temas
escogidos fueron “Top Nite Out”, “Vision Thing” y “This Corrosion”. Grandes
temas, eso no se puede negar, que me recordaron la fuerza de artistas como
BILLY IDOL.  “Vision Thing” sonó mejor de lo habitual en cuanto a sonido, que
no en cuanto a interpretación con unos chillidos algo desafortunados por parte
de Andrew en una ejecución totalmente libre del tema. Y para acabar, un tema
escogido por petición expresa de un fan que les había seguido durante varias
fechas, incluyendo Portugal y que pidió a la banda que tocara esa canción en
el concierto de Madrid. Por supuesto, aquí imagino que influiría también la
voluntad de la banda de cambiar el set-list. El caso es que la versátil “This
Corrosion”, elegida por muchos como tema a versionear (dígase IN EXTREMO, por
ejemplo), sonó algo más compacta aunque a una velocidad menos de lo esperado.
Aquí sí que se produjo el éxtasis final que llevó a toda la gente a saltar
y corear el tema.

Marcaba el reloj las once de la noche cuando se encendían las luces y se ponía
el punto y final a la actuación de THE SISTERS OF MERCY. Parece que los índices
de popularidad han decaído algo en nuestro país, y veremos a ver si la banda
es capaz de remontar el vuelo ofreciendo actuaciones tan mediocres como la
llevada a cabo en La Riviera. Nos lo pensaremos dos veces a la hora de volver
a verles sobre un escenario.

Y bueno, para los que tuvisteis el “placer” de poder verles en Barcelona os
cmunicamos que la banda volverá a visitar vuestra ciudad para intentar ofrecer
un show a la altura de las expectativas. Adjuntamos la nota que ha publicado
la promotora del concierto.

                                                            Texto: Alejandro
Pérez / Fotos: Katia Navarro

www.rocknrock.com

TAL Y COMO PROMETIERON EN EL CONCIERTO, THE SISTERS OF MERCY VOLVERAN A BARCELONA
PARA REALIZAR OTRO CONCIERTO EN LA SALA RAZZMATAZZ 1.

LA ENTRADA SERÁ GRATUITA PARA TODOS LOS QUE PRESENTEIS LA ENTRADA DEL DÍA
8 DE ABRIL.

ESPERAMOS PODER ANUNCIAR EN BREVE LA FECHA.

Texto: Alejandro Pérez / Fotos: Katia Navarro

Datos:La Riviera
Madrid
Público: 2000 personas
Promotor: Rock N' Rock

Día:07/04/2006

Puntuación:3