SAXON + AC ANGRY
Hay grupos que gira tras gira traen conciertos totalmente diferentes, grupos que traen siempre el mismo repertorio a riesgo de parecer repetitivos, y luego esta SAXON. Con sus más de treinta y cinco años entre el estudio y la carretera y al menos una decena de clásicos que no faltan en ningún concierto, los británicos están decididos a no dejar de sorprender cada vez que nos visitan. Después de verles en un festival (con menos tiempo del que merecen) y abriendo junto a Motörhead para los Judas Priest, sólo me faltaba verles en sala para afirmar que nunca me van a cansar. La novedad esta vez era Sacrifice, que con muy buena aceptación desde su salida en marzo también ha cubierto las expectativas en directo.
Los invitados para abrir la noche fueron los alemanes AC ANGRY, desconocidos para la mayoría, que aún así tenía curiosidad por escuchar ese rock n' roll macarrilla que se había comentado en los momentos previos al concierto. Con bastante puntualidad salieron al escenario, para empezar su actuación en una sala aún medio vacía. Con temas como "Motor" y "Rock'n'Roller Roller Rolla!" consiguieron que la gente empezara a animarse. Para la segunda mitad de su actuación ya se podía presumir de asistencia, y mientras sonaba, entre otras, "It's good to be bad" o "Booze Horse" el ambiente de auténtico concierto de rock n' roll se iba alcanzando. Desde luego que la banda estaba bien escogida, con una energía que contagiaba a todo el que iba entrando en la sala y que tuvieron presente durante todo el bolo. Prueba de esto fue la última canción que nos ofrecieron, "AC Angry", con la que el cuarteto se debió sentir más que satisfecho gracias a los coros y los aplausos del público. No son unos innovadores, pero sí que son auténticos, y no se puede poner queja al concierto de auténtico rock n' roll que dieron.
Con el escenario y los instrumentos a punto, a las nueve de la noche la mítica banda hacía acto de presencia, y como ya esperábamos, empezaron descargando la mayoría de los temas del último disco. Abrieron con "Sacrifice" que, seguida de "Wheels of Terror" despertó a la sala entera, que ahora sí estaba prácticamente llena. El primer clásico de la noche fue "Heavy Metal Thunder", que como no podía ser de otra manera fue coreada por todo el público. Tendríamos que esperar bastantes temas para oír algo de los primeros discos, pero aún así los temas de los últimos quince años consiguieron mantener al público entregado en todo momento. Las canciones que sonaron del "Sacrifice" fueron "Made in Belfast", "Night of the Wolf", "Stand up and Fight" y "Guardians of the Tomb", que una a una se iban combinando con temas como "I've Got to Rock (to Stay Alive)", "Conquistador" (seguido del solo de batería al que ya nos tienen acostumbrados), "Iron Wheels", esta vez en versión acústica o "Solid Ball of Rock".
Todo el público sabía que lo que nos esperaba a partir de este punto eran todos los los clásicos seguidos, todos los temas que aunque hayamos escuchado un millón de veces nunca van a decepcionar en directo, y así fue. Desde la primera canción de esta parte, "Dallas 1PM", no salimos de los 80, sin duda la mejor época de los ingleses. "747 (Strangers in the night)" fue una de las mejores canciones de la noche, cantada entre un inagotable Biff Byford y un público de los que la banda merece. Antes de abandonar el escenario, y con la intensidad por las nubes el grupo nos ofreció "Strong Arm of the Law" y "Wheels of Steel" de seguido, algo que solo consiguió, evidentemente, dejarnos con ganas de más.
Y así, entre los gritos del público que coreaban el nombre de la banda, y sin hacerse demasiado de rogar tocaron las tres canciones elegidas para el final. La primera fue "Crusader" que tal y como sonó anoche se podría considerar el himno de Saxon, y que a más de uno dejó, seguro, con la piel de gallina. Cuando acabó ésta y para volver a animar al público, el cantante bromeó un poco con él, y después nos ofreció, con la fuerza que merece, "Denim and Leather". La canción que cerró la noche fue la esperada "Princess of the Night", con la que el público acompañó a la banda verso a verso, dejándose la energía que le quedaba.
La entrega por parte de la banda fue más que apreciada por el público, y viceversa, lo que hizo que fuera una noche muy especial, a pesar de que (apostaría por ello) la mayoría de los presentes éramos repetidores de Saxon. Y es que, que en casi cuarenta años de trayectoria este grupo no haya dejado de hacer buena música, sin cambiar su estilo, sin perder la intensidad de los directos, sin dejar de girar por todo el mundo año tras año, es digno de admirar; y por eso ayer en Madrid se vivió una noche de Heavy Metal para no olvidar y, por supuesto, para repetir.
Fotos: Laura de Vicente / Texto: Andrea Domínguez
Promotor:Last Tour International
Asistentes:1000
Día:19/06/2013
Hora:19.30
Sala:Arena
Ciudad:Madrid
Puntuación:9
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