Tras una primera edición en la que la organización tiró principalmente de bandas nacionales, el Rockzinante Excalibur Metal Festival se consolida en esta segunda intentona con un cartel, en mi opinión, bastante acertado y variopinto que a priori, se supone debería haber atraído a más gente. En total, fueron unas 4 o 5 mil personas las que se acercaron hasta el pabellón Arzobispal de Alcalá de Henares, una población colindante con Madrid. Tal y como están las cosas actualmente, con la temporada de conciertos calentando motores y la salida del verano a la vuelta de la esquina (Con todo lo que ello conlleva), no me parece en absoluto una mala entrada. No obstante, contrastando opiniones y sobretodo viendo las dimensiones del recinto, deduzco que la organización esperaba obtener una entrada más masiva y cuantiosa. Si bien es cierto que el cartel resultaba muy apetitoso, todos sabemos que las cifras de asistencia no se disparan si uno no cuenta con un cabeza de cartel potente, y supongo que ya sabréis a lo que me refiero. No es una cuestión de gustos, ni mucho menos, potente significa tener un poder de convocatoria amplio, y por desgracia, ninguna de las bandas presentes en el cartel, es capaz a día de hoy de reunir por su propia cuenta a más de mil personas a lo sumo en una ciudad tipo Barcelona o Madrid.

Entorno al festival, se realizaron una serie de actividades para animar el cotarro bastante dignas de ser reseñadas como un concurso de bandas noveles en el que la ganadora, tendría la oportunidad de abrir el cartel, así como una fiesta justo la noche anterior en la famosa discoteca Excalibur de Madrid con algunos invitados de lujo y alguna que otra trifurca en la que un servidor fue agredido salvajemente por un grupo de cobardes energúmenos ante el beneplácito de los tipos de seguridad de la sala, básicamente por estar sentado en el lugar menos idóneo en el momento menos idóneo. No creo necesario darle más vueltas al asunto, no obstante, desde aquí invito a los responsables de la sala a que contraten a tipos de seguridad que solventen las injusticias y los problemas de forma apta, en vez de lavarse las manos “invitando” al susodicho a abandonar la sala en vez de intervenir y mediar en el conflicto. Desde luego, no creo que me vuelva a dejar caer, solo, por esa discoteca nunca más pues según más tarde me enteré, ese tipo de “linchamientos” parecen ser una práctica muy habitual últimamente en ese lugar, más aún cuando dejan entrar a según que calaña que por no ser, ni siquiera eran de nuestro rollo metalero. En fin, pasando página.

Esta segunda edición del Rockzinante Excalibur Metal Festival ha contado con un cartel que de antemano ya se sabía que traería cola. Por un lado, mucha gente optó por no desplazarse hasta Alcalá de Henares ante la ausencia de grandes nombres tipo IRON MAIDEN, MANOWAR, SLAYER, JUDAS PRIEST, HELLOWEEN, STRATOVARIUS, MEGADETH o DREAM THEATER por poner algunos ejemplos claros. No obstante, muchos otros acudieron desde todos los rincones de España ante la posibilidad de poder ver en primicia a bandas para nada típicas por estas latitudes como VIXEN, SAVAGE CIRCUS, TONY MARTIN, RAVEN o si se me apura DESTRUCTION, quienes no giraban por aquí desde hace 7 años. Todo ello no quita que estas bandas, ante las anteriormente mencionadas, sean relativamente “pequeñas” y su tirón por consiguiente mucho menor. No obstante, una cosa queda clara; Los 35 euros que creo que me dijeron que valía la entrada así como los precios populares de la barra, no les quepa la menor duda, van ligados de forma proporcionalmente directa a la ausencia de GRANDES grupos con GRANDES cachés a sus espaldas. Dicho de otra forma, y que conste que no por ello pongo en duda la buena fe de los organizadores; Estoy bastante convencido que si el cartel hubiese contado con uno o dos grupos de los considerados “pesos pesados”, todo ello habría repercutido de forma considerable, ya no solo en el precio de la entrada, algo lógico y comprensible, sino también en las tarifas de bebida y comida. Cabe decir también que lo de JON OLIVA’S PAIN fue una jugarreta, tenga quién tenga la culpa, pero muchos éramos los que principalmente acudíamos al festival atraídos por la idea de poder presenciar un show del orondo vocalista centrado exclusivamente en temas de su banda madre SAVATAGE (Lo que podría haber acabado siendo lo más cercano a un “peso pesado” por lo especial de las circunstancias).

El emplazamiento del festival, en esta ocasión, se situó en un recinto que, gracias a las bondadosas condiciones climatológicas, no supuso ningún problema. No obstante, no quiero ni imaginar la que se podría haber liado de haber llovido de forma indiscriminada y consistente, pues a pesar de que su nombre parezca indicar lo contrario (Palacio Arzobispal), el recinto en sí no se trataba de un espacio cubierto sino de uno al aire libre con una superficie muy dada a las polvaredas en caso de viento o agitación humana. En cualquier caso, la disposición del escenario era correcta y facilitaba la cómoda visualización del show desde cualquier rincón del recinto. En los aledaños, se montaron los clásicos Stands, en mi opinión poco numerosos (Me comentaron que los precios para colocar un tenderete eran ligeramente inferiores a los del MetalWay Festival, algo que justifica este dato), las consabidas letrinas y una gran barra que, todo sea dicho, tiró de precios bastante populares y asequibles, medida por supuesto siempre bien recibida por los amantes del Heavy Metal y el colectivo rockero en general, ávido consumidor de alcohol en cantidades industriales. Otro punto a favor y que por suerte parece imponerse poco a poco en casi todos los semi-festivales nacionales (Por “semi” me refiero al hecho de que no estamos hablando de grandes festivales de 2 o 3 días sino de una sola jornada), es la posibilidad de poder salir y entrar libremente del recinto sin problema alguno, bien sea para ir a comer a otro lugar o simplemente, para dejar descansar un poco a los malgastados oídos que siempre acaban por resentirse tras una jornada de estas características.

Debido a circunstancias ajenas al festival en sí, la tarea de cubrir plenamente este festival se nos hizo algo difícil pues estaba previsto que 2, posiblemente 3, de los redactores de esta web, acudiéramos al festival, sin embargo, por circunstancias personales de primer orden de 2 de ellos, un servidor tuvo que tirar con todo a solas. De recibo es mentar pues a nuestro ocasional colaborador Toni de la Quadra, quién casualmente se encontraba por allá (Ya te vale, ¡Llámame la próxima vez!) y que nos echó un cable con la confección de este reportaje (¡Así como en algunas otras cosas de carácter logístico!). También agradecemos a Mariano Palomo del fanzine Force y quién ya ha colaborado con nosotros también en otras ocasiones, que nos prestara parte del material fotográfico que adjuntamos en esta reseña.

Por los motivos que les comento, y a sabiendas de que debía tragarme yo solito todo el festival, opté por acudir sin prisas al recinto del festival, comido, duchado, descansado. Ahora, eso no quita que entre mis planes en absoluto figurase la casi hora y media que tardé desde que salí de la puerta de la casa donde estaba hospedado hasta que llegué al Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares, gracias en parte a unas 7 u 8 personas a las que debí pedir ayuda para orientarme una vez en la ciudad y que me marearon enviándome de una punta a la otra de Alcalá. Sin todavía saber los problemas que estaban afectando al grupo RAVEN, llegué al recinto un tanto mosqueado pues deducía que RAVEN ya habrían actuado. Cuál fue mi sorpresa (¡Y alivio!) cuando una vez allí, me entero de que uno de sus miembros ha tenido problemas y no ha podido coger el avión a tiempo. De cualquier forma, su actuación quedaba pospuesta para más adelante sin especificarse exactamente cuando.

DESTRUCTION

Nada más llegar, DESTRUCTION estaban a mitades de su show, como siempre, inconmensurables. Sin ser un grupo especialmente difícil de ver por aquí, sí es cierto que ya hacía un tiempo que no se pasaban por nuestro país pues salvo su actuación como teloneros de DIMMU BORGIR en el año 2000 sino recuerdo mal y el buen show que hicieron en el Atarfe Vega Rock hace 3 ediciones, DESTRUCTION prefieren dejarse ver por otros territorios. De cualquier forma, si te sueles mover cada verano por Europa de festivales, los habrás visto de bien seguro. De no ser así, ahora en Noviembre se te presenta una buena oportunidad para presenciar una de sus descargas pues, por fin, y tras muchas especulaciones, DESTRUCTION estarán girando por aquí todavía presentando su ya no tan reciente “Inventor of Evil”. Del tramo de show que pudimos presenciar, se desprende que los germanos siguen tan fieros como siempre. Junto a los sempiternos Schmier y Mike Sifringer, que todo sea dicho, estuvieron a la altura de las circunstancias (Y tan comunicativos con el público como siempre), se encuentra el fiero batería Marc Reign que no deja de sorprenderme cada vez que le veo por la intensidad con la que toca. El sonido, por suerte, acompañó al combo alemán y todo ello repercutió en un público que a pesar del sol, el calor y la polvareda que se armó, disfrutó de lo lindo y montó un pogo en las primeras filas bastante considerable. En su tramo final, DESTRUCTION descargaron toda su artillería pesada como “Curse the Gods”, “Eternal Ban”, “Bestial Invasion”, “Total Disaster” y “The Butcher Strikes Back”; Casi nada. Emplazándonos a todos para sus shows de Noviembre, los teutones se marcharon del escenario ante una sobrada ovación por parte de un público a esas horas ya bastante numeroso.

DORO

A continuación sucedió uno de esos hechos incomprensibles que acaban pasando factura a la organización de un festival,  pesar de que ésta tenga mayor o menor culpa en lo sucedido. La cuestión es que tras finalizar el show de DESTRUCTION, pasaron del orden de 100 minutos (Contados de Reloj) hasta que DORO salió al escenario. Todo ello, en circunstancias normales, no debería suponer ningún inconveniente pues actividades para mantenerse ocupado las había, y muchas, pero visto que todo marchaba contra reloj debido al incidente con RAVEN, un parón de más de hora y media fue muy negativo en todos los aspectos. (Supongo que debido a la baja de RAVEN, a nadie le hacía gracia adelantar sus actuaciones a la hora estipulada de antemano, un gesto bastante feo por parte de las bandas restantes y obviamente, ¡Un toque a la organización por no lograr convencerlas!). De cualquier forma, DORO acabó saliendo y el cabreo de la gente con la bella tigresa ya sobre las tablas se suavizó. Una vez más, y como viene siendo habitual en ella, lo bordó en todos los aspectos. Y es que por derecho propio, la señora Doro Pesch se ha convertido ya en todo un icono del Metal. Da igual si tienes todos sus discos o no, incluso si conoces ampliamente su contenido, lo que queda más que claro es que no hay Heavy sobre la tierra que no haya cantado alguna vez alguno de sus grandes himnos en solitario o con WARLOCK. Acompañada como siempre de sus fieles escuderos yankees Joe Taylor, Nick Douglas y Johnny Dee, DORO nos presentó al nuevo guitarrista del grupo, ¿Luca?, no sabemos si en sustitución parcial o permanente de Oliver Palotai, el tipo que les venía acompañando en estos últimos tiempos. Con un público volcado, entregado, y ya por fin, numeroso, DORO abrieron con los clásicos de WARLOCK “Earthshaker Rock” y “I Rule the Ruins”, a las que le siguieron un par de temas de su más reciente etapa como “Only Live to Win” y “Above the Ashes”, así como dos grandes himnos más de WARLOCK, “Burning the Witches” y “True as Steel”. Tras este primer tramo de show, toco el turno de los pertinentes solos, que dieron paso a la nueva “Strangers Yesterday”, la cañera “Hellbound”, la festival “Burn it Up” y la versión de JUDAS PRIEST del “Breaking the Law” que si bien en disco tenía gracia (Por las características orquestales de la misma y la colaboración del señor Dirkschneider), en directo únicamente ocupaba un puesto que podía haberlo llenado con algún que otro tema, por ejemplo, de sus primeros 4 discos en solitario, trabajos fantásticos que la rubia germana parece tener completamente olvidados. Tras la popular “All We Are”, DORO se despidió para volver al poco tiempo para rematar la faena con la pesada “Fight” que en mi opinión es un tema harto prescindible y otra pieza más de su nuevo disco cuyo nombre no logro recordar.

VIXEN

Tras la descarga de Doro Pesch, las chicas de VIXEN le tomaron el relevo. La suya era una de las descargas con mayor cantidad de alicientes de todo el festival, sobretodo por el morbo de saber cómo se lo montarían estas chicas, tan alabadas como machacadas en su día, que llevaban ya fuera de la escena más de 3 lustros. Algunos recordarán aquel disco llamado "Tangerine" editado alrededor de 1997 que sirvió para que VIXEN, o al menos, aquellas VIXEN, telonearán a DEEP PURPLE por media Europa. No obstante, aquella formación no tenía nada que ver con la actual, incluso aún contando con más miembros originales que la que se presentó este pasado fin de semana en el marco del Rockzinante Excalibur Metal Festival. De su formación clásica tan solo queda la gigantona guitarrista Jan Kuehnemund. ¿El resto? Pues no tengo muy claro de donde han salido, pero está claro que o bien andan muy poco rodadas o es que las pobres no dan más de sí. Yo en mi caso me decanto más por la primera opción. De cualquier forma, salvo Jan, ninguna de las VIXEN restantes hizo méritos para ganarse al público, en especial su vocalista Jenna que se mostró fría, distante, poco comunicativa y algo desorientada. Quiero creer que todo es cuestión de rodaje y que con el tiempo, los conciertos, los festivales y más ensayos, tanto Jenna como el resto irán cogiendo forma. No obstante, cabe decir que salvo por su actitud, el concierto de VIXEN estuvo francamente bien en líneas generales, sobretodo de la mitad en adelante con el público algo más entregado y la banda, dentro de sus limitaciones, más metida en la actuación. Como soporte del grupo, VIXEN llevaban a un chico justo al fondo detrás del escenario por la parte derecha que tocaba los teclados y ayudaba con las guitarras rítmicas. Se quiera o no, este tipo de "apoyos" siempre dan más empaque al sonido, aunque el "mérito" se lo acaben llevando los que se encuentran en primera fila de escenario. Su repertorio se basó principalmente en repasar sus dos discos principales editados a finales de la década de los 80's, "Vixen" y "Rev it Up", el segundo de ellos sobretodo, un clásico de infancia / pubertad para quién esto escribe (No, está claro que nadie entra en el mundo del Metal de la mano de GRIM REAPER, ARTILLERY, BULLDOZER o MORTIFICATION). "Love Made Me" de su primer disco dio el pistoletazo de salida y dejó en evidencia a la banda sobretodo a la hora de interpretar los coros de los estribillos, haciendo aguas por todas partes. La nueva "Anyway" (Que figurará en su inminente próximo disco de estudio "Live and Learn"), sonó algo mejor y demostró que el material que van a editar VIXEN en breve se parece mucho más a sus temas clásicos que lo que resultó ser aquel disco de Rock/Metal alternativo llamado "Tangerine" editado hace algo menos de 10 años. Con "Streets of Paradise", el mejor tema que en mi opinión nunca compusieron, la cosa empezó a mejorar y todos lo agradecimos. De nuevo, VIXEN volvieron a presentar otro tema recién salido del horno, "Live and Learn", que al igual que "Anyway", dejaba claro que VIXEN han vuelto para sonar a VIXEN, a pesar de que sus integrantes sean en un 75 % diferentes a las de "Vixen" y "Rev it Up". Tras "Live and Learn", y a excepción de un par de piezas nuevas más cuyos nombres no logré agarrar al vuelo, VIXEN pusieron la directa y empezaron a soltar su ristra de Hits ya hasta el final. Así pues, sonó la clásica "How Much Love", con un solo de guitarra bastante correcto de Jan Kuenhemund entre medio que alargó en mi opinión bastante el tema. Seguidamente, VIXEN arremeten con la soporífera "I Want you to Rock me" (¿Qué le verán a esta canción repleta de tópicos mal digeridos?) la cual es inflada de alguna forma con un trozo del famoso "We Will Rock You" de los QUEEN. Tras mostrar su lado más enérgico, empiezan a sonar los primeros acordes de "Love is a Killer" y con ella, llegaron los pañuelos, las lágrimas, los focos de luz rosa y los abrazos entre personas de diferente género, como era de suponer, vamos. Para que el momento no decaiga, VIXEN completan el pack lacrimógeno con su balada por definición, "Crying", que causó básicamente entre el personal lo que de ella se esperaba (Aquello parecía el Día de San Valentín señores). Acercándonos hacia el tramo final de su actuación e intercalando los 2 temas nuevos antes mencionados, VIXEN finalizan con su tema más Heavy, "Rev it Up" y como no, su primer Single, aquel que las catapultó de la nada al estrellato mediático mundial en el año 88; "Edge of a Broken Heart", otro tema en mi opinión bastante sobrevalorado. Con ella, VIXEN se despidieron y prometieron volver en breve, vamos, como todos. ¿Que finalmente lo harán? Who knows que dirían al otro lado del charco, pero está claro que si te gusta el grupo y puedes entender que al frente de la banda no se encuentre la guapa Janet Gardner, no deberías perdértelas por nada del mundo. Ahh, y no olvides los pañuelos por si acaso.

GLENN HUGHES

La banda del veterano artista inglés afincado en Los Ángeles irrumpió en el escenario presentando dos canciones pertenecientes a su más reciente trabajo “Music for the divine”. Tras algunos problemas con el micrófono y con algo menos de público de lo que cabía esperar interpretaron The valiant denial, primera canción del último disco, y Monkey man, tercera pista del mismo LP. Acto seguido se disculpó por sucedido el pasado año en su visita a Madrid. (NdR: Glenn Hughes sufrió un desvanecimiento durante su actuación en la Sala Arena justo 365 días antes, y tuvo que acortar en una hora su repertorio). En general el sonido fue bastante bueno pese a que las guitarras no sonaran a un nivel normal, quizá para resaltar de alguna manera la labor vocal de Glenn -aunque probablemente no lo hubiera necesitado a juzgar por los dos palmos de distancia del micrófono a los que cantó-. Continuaron con Orion y Black light antes de ofrecer un formidable Mistreated a capella que dejó exhaustos a su seguidores. Además la introducción se realzó con un tremendo solo de guitarra de JJ con su Gibson desprovista lógicamente del sonido Fender tan característico de la canción original. A continuación sonaría Don’t let me bleed y el homenaje particular a Tommy Bolin en Getting tighter. Aprovechó para presentar a su nuevo batería Mark Mondesir (que ha tocado entre muchos otros con Jeff Beck y que ingresa por recomendación directa de Chad Smith) que le acompañara en la gira europea que comienza este mes en Reino Unido. También correcta fue la labor de Kjelle a las guitarras y ocasionalmente en los teclados. Antes del bis final recuperó A whiter shade of pale y You keep on moving entre las cuales retomó la segunda canción del disco que en parte venía a promocionar, Steppin’ On. Finalmente preguntó al público qué canción preferían que tocaran para despedirse, y como no podía ser de otra forma todo el mundo respondió al unísono “¡Burn!”. Con esta canción alcanzaron la apoteosis final y resolvieron una actuación rotunda despidiéndose hasta el próximo año. Podría achacárseles el haber abusado sutilmente de sus discos en solitario y no homenajear más a Deep Purple, más aún si cabe porque se trataba de un festival y no de una cita más en su gira europea de salas.

UDO

Soy un gran fan de ACCEPT, y más aún de UDO, pero su actuación transcurrió entre cierto malestar y recelo ante lo sucedido pocos días antes. Y es que, cabe recordar que UDO entraban en el cartel en sustitución de JON OLIVA'S PAIN quién para más Inri había prometido interpretar en rigurosa exclusiva un show completito de temas de SAVATAGE (Un servidor, que aún estando en el pasado MetalWay Festival no pudo ver a Jon Oliva haciendo lo propio, esperaba como agua de Mayo su aparición en este Rockzinante). Las cosas como son; Menuda jugarreta señores (Banda, organización, management o de quién sea REALMENTE la culpa de la cancelación de su show), menuda jugarreta más sucia. De cualquier forma, los fans de UDO aceptamos el recambio de buen agrado, a pesar de haberle visto hace no mucho ya por aquí (Y de volverle a ver, en mi caso, dentro de 2 meses en Sevilla). Si has tenido ocasión de verle en cualquiera de sus últimas giras o actuaciones en festivales de toda clase, sabrás de sobras que Udo Dirkschneider muy raramente falla sobre un escenario. Obviamente, éste no iba a ser el caso, más bien todo lo contrario. A sus 50 y pico años, Udo y los suyos arrasaron con todo e hicieron lo que mejor saben hacer; Heavy Metal, del bueno y encima, con una chulería, sí, de esa que solo se la pueden permitir aquellos que poseen un buen par de cataplines y las cuentas bancarias a pleno rendimiento. UDO, a pesar de las limitaciones horarias propias de un festival de esta índole, tiró de lo seguro y no dio pié a sorpresa de ninguna clase, algo que no obstante habría estado francamente bien. Su setlist fue básicamente muy parecido al de sus recientes descargas en el pasado mes de Mayo en nuestro país, abriendo con las nuevas y fabulosas "Mission Number 10" y "24/7", 2 clásicos ya por derecho de su repertorio. Seguidamente, UDO fueron desgranando a partes iguales temas de la carrera en solitario de Udo Dirkschneider así como de ACCEPT. De estos últimos interpretaron "Princess of the Dawn", "Metal Heart", "Balls to the Wall" y "Burning", que cerró el evento. Como véis, nada nuevo en el horizonte. Por otro lado, el material que sonó de UDO fue igualmente clásico y previsible; "Independence Day", "Animal House", "Unholy" y la cañera "Desperate Balls" que completaron una actuación, corta, como digo, previsible, pero eficaz y demoledora en todos los aspectos. Sin más, UDO se fueron por donde vinieron dejando un muy buen sabor de boca. Como siempre.

TONY MARTIN

Entrada ya la madrugada, saltó a escena el gran personaje que todos los allí presentes (no muchos por cierto), esperábamos; Tony Martin, o lo que es lo mismo, la voz de BLACK SABBATH durante casi 10 años. Resultó francamente triste ver la desbancada general que allí se dio. De ser un día cualquiera entre semana, la cosa tendría su lógica; La gente madruga y trabaja, pero tratándose de un sábado, ¿Qué puede motivar a X mil personas a largarse? No cavilen mucho, se lo diré yo; Los bares y las ganas de fiesta. Cómo sino se explica que en un festival de Heavy Metal tan poca gente se quede para ver el show de un tipo que estuvo casi 10 años en LA banda de Heavy Metal por excelencia. Por si este dato no fuese suficientemente revelador de lo que iba a condicionar el show de Tony Martin de una forma u otra, el sonido fue desastroso durante casi toda su puesta en escena, algo que pasó factura en Tony, que aún así, y siendo las horas que eran, lo dio todo en el escenario logrando unas cotas de efectividad entre sus fans bastante satisfactorias, sobretodo a medida que su concierto iba entrando en su tramo final. Cabe decir que para amoldarse a los nuevos horarios provocados por los desajustes ocasionados, Tony Martin tuvo que recortar su show siendo el mayor damnificado de todo el festival, dejando obviamente de lado a RAVEN, de quienes luego hablaremos. En los poco más de 35/40 minutos que Tony Martin estuvo en escena, tuvo tiempo suficiente para hacer un escueto repaso a sus años en BLACK SABBATH (Para muchos los mejores y más fructíferos. Para otros, una farsa que nunca debería haberse dado. Cuestión de gustos) e incluso arremeter con algo de lo que ha sido su último trabajo en solitario, el notable "Scream", cuyo tema homónimo sonó, por supuesto. Pero lo que está claro que la gente había venido a escuchar eran los temas de BLACK SABBATH y por ello, Tony no se demoró y empezó a soltarlos poco a poco. A "Law Maker", hay que sumarle "Devil & Daughter", "The Shinning", "When Death Calls" (Buff!) y como no, "Headless Cross", que cerró el tinglado. Los temas sonaron bastante fieles a los originales, más sobretodo cuando nos enteramos que el mismísimo Geoff Nichols, aquel tipo que estuvo casi 20 años tocando los teclados en BLACK SABBATH detrás del escenario, secundaba al protagonista del concierto. Todos los que allí estuvimos deseamos que Tony Martin vuelva a España con su propio show y demuestre porqué es considerado uno de los mejores cantantes de Heavy Metal del mundo, algo reconocido por todos, excepto lógicamente por aquellos que no soportan que su nombre vaya ligado a BLACK SABBATH (O mejor dicho, que el nombre de alguien que no sea Ozzy o Dio vaya ligado al nombre de BLACK SABBATH).

RAVEN

Tras la actuación de TONY MARTIN, sucedió algo que realmente pocos de los que allí quedábamos entendimos. No me hagan mucho caso, era muy tarde (alrededor de las 3 de la mañana) y las cervezas empezaron a pasar factura. De cualquier forma, la organización dejó subirse al escenario a RAVEN, casi 12 horas después de su hora inicialmente prevista, aunque solo fuese para interpretar 3 o 4 temas. Me considero un tipo afortunado pues de estos 4 temas, 3 figuraban entre mis preferidos; "Live at the Inferno", "On and On" y "Break the Chain". Tras ello, y con la policía en los aledaños del recinto, su actuación fue cortada bruscamente a lo que el público, o parte de él, respondió con una sonora pitada (Y algún que otro objeto rocoso arrojadizo). Una vez más, el nombre del Heavy Metal quedó en mal lugar pues por entonces, hasta donde tengo entendido, gente del ayuntamiento y demás instancias gubernamentales se encontraban en el recinto esperando el fin del festival.

Esta segunda edición del Rockzinante Excalibur Metal Festival, en mi opinión, se cierra con un balance positivo, aunque obviamente, con algunos detalles que de cara a futuras ediciones, si las hay, deberían subsanarse para establecer al festival entre los más punteros del territorio nacional.

Texto: Javi Metal (excpto Glenn Hughes: Toni de la Quadra) / Fotos: Juan Marcos Gayoso López

Promotor:Excalibur / Red Sky Producciones

Asistentes:5000

Día:30/09/2006

Hora:12:00

Sala:Palacio Arzobispal

Ciudad:Alcalá de Henares

Teloneros:GLENN HUGHES - TONY MARTIN - DORO - DESTRUCTION - UDO - RAVEN - HAMELYN - SPHINX - SAVAGE CIRCUS - DRAGONFLY - VIXEN

Festival:1

Puntuación:7