Para todos aquellos –como un servidor- que han ido viendo como festivales del tipo Wacken Open Air se iban haciendo más y más grandes con el paso de los años hasta llegar a un punto de dudosa legalidad, un evento como el Party San Festival alemán se perfila como una alternativa ideal. Lejos de las decenas de miles de personas, las colas insufribles, ver los conciertos desde 200 metros de distancia o tener que utilizar unos lavabos por los que han pasado trillones de seres flojos de vientre y ebrios hasta las cejas (Con la consabida falta de puntería), este festival alemán parece apostar por encima de todo por un aforo limitado, condicionado por un cartel “selecto”, “minoritario”, “elitista” o como ustedes prefieran llamarlo, asentado sobre unas infraestructuras perfectas capaces de albergar y soportar el trato de las 6 o 7 mil personas que a lo sumo acuden cada año al Party San. Me perdonarán ustedes (Penumbra, Jordi Tàrrega y demás fieles de la parroquia Wackeniana), pero tener la tienda de campaña a 300 metros de la zona de conciertos o las duchas a apenas 50, no tiene precio. Sobretodo si ya tienes una edad y ya no estás para según que trotes.

En esta nueva edición del prestigioso festival germano –la catorceava si no recuerdo mal- todo fue a mejor respecto a lo acaecido el año pasado, sobretodo en lo relativo a factores climatológicos y servicios y/o comodidades. El tiempo –esta vez sí- nos acompañó y apenas sufrimos unas gotas durante la actuación de HAIL OF BULLETS, poco más (Algunos todavía recordarán la tromba de agua que sacudió Bad Berka el año pasado durante 4 días de forma ininterrumpida, como en Zaragoza vamos…). En lo relativo a las comodidades, por primera vez en mi vida –y llevo a mis espaldas 25 o 30 festivales- he podido disfrutar de unos sanitarios y duchas en condiciones (Lavabos roca, con cadena, papel…) repartidos por todo el reciento del festival, siempre limpios y sin apenas colas. Y todo por el módico precio de 6 euros para 3 días. Los puestos de comida abundantes y exquisitos, la bebida barata y accesible sin tener que tragarse colas de media hora apartando a norteños de 2 metros, los tenderetes impresionantes –lo menos 20 o 30 habrían- con una cantidad de material imposible de ojear aunque solo sea de un vistazo en los 3 días de festival y finalmente, el backstage de lujo, con carpa, cerveza de mejor calidad, cocina con buenos manjares y un buen ambiente que hacía que uno no quisiera levantar sus aposentos de ahí ni para hacer sus necesidades.

Lo mejor del caso es que todo esto, acompañado de un cartel que incluía a bandas como DISMEMBER, SKYFORGER, BOLT THROWER, BLOODBATH, ENDSTILLE, UNANIMATED, KAMPFAR, HAIL OF BULLETS, OBITUARY, BEHEMOTH, LEGION OF THE DAMNED, IMPALED NAZARENE, GENERAL SURGERY o INSISION, apenas costaba unos 40 euros. Y por si fuera poco, ni retrasos, ni cancelaciones, ni bromas de mal gusto, ni chorradas de última hora, ni disculpas baratas ante la falta de servicios prometidos ni leches; Como debería ser y que por desgracia –sobretodo en este país- no ocurre. Incluso sorprendía ver como los miembros de seguridad trataban al personal que hacía surf entre las primeras filas y caía al foso, solo les faltaba recogerte con guantes de seda y darte un canapé.

La comitiva española (Debíamos ser unos 15 calculo) llegamos a Bad Berka el miércoles por la noche. Tras plantar las tiendas, hacernos con las acreditaciones, visitar la carpa y catar algunas cervezas, nos fuimos a descansar pues al día siguiente empezaba el Party San a calentar motores. Los primeros en dar el pistoletazo de salida de la jornada del jueves fueron los germanos PURGATORY quienes de bien seguro tienen algún tipo de colegueo con la gente de la organización. Porque sino, no logro entender que su nombre (y su merchandising) esté por todos lados. Fueras al puesto que fueras, encontrabas camisetas, cd’s y posters suyos. Incluso en el stand oficial del festival, medio tenderete estuvo ocupado durante los 3 días por las 4343 camisetas diferentes de los germanos. Lo peor de todo es que el grupo, al menos en directo (Y mucho me temo que en estudio también), no es más que un combo normalito de Death Metal típico y tópico de la escuela tipo VADER, KRISIUN y compañía, o sea, Death Brutote del de toda la vida, pero bastante soso y aburrido. Tras PURGATORY subieron al escenario otros alemanes formados por varios ex miembros de NECROPHAGIST, DEADBORN, cuyo Lp debut editado por Massacre Records el año pasado recuerdo no estaba del todo mal. De cualquier forma, aprovechamos su actuación para atiborrarnos de noodles a la carbonara. Con FARSOT, el Black Metal se apoderó del escenario. Siendo una de las grandes revelaciones de la temporada con su último trabajo “IIII”, los germanos dieron ante una afluencia todavía no muy extensa un muy buen recital poniendo en evidencia el trato que reciben los grupos en este festival; Incluso siendo una banda pequeña, vas a sonar de fábula. Con SKYFORGER, el público se acercó en masa al escenario para recibir a los paganos procedentes de Latvia. Con una sobrada experiencia y varios años de carrera a sus espaldas -5 discos creo que tienen ya- estos blackers parecen tener un tirón considerable en Alemania. No obstante, un servidor –vaya la verdad por delante- bastante alejado de gustos en lo relativo a la propuesta de estos tipos, optó por deambular por el Backstage a saludar caras conocidas y repostar energías de cara al show sin duda de la noche; La descarga de los suecos DISMEMBER. De las 5 veces que les he podido ver sobre un escenario, ésta creo yo fue la más floja. Lo tenían todo a su favor, un público masivo y entregado, un clima óptimo y un sonido magnífico, pero erraron con un setlist un tanto desequilibrado. Si bien sorprendieron a todo el mundo ejecutando su debut “Like An Everflowing Stream” de cabo a rabo (En el Party San, uno siempre se encuentra con sorpresitas como ésta), rellenaron su repertorio únicamente con temas de su último trabajo –y no los mejores precisamente- así como el inevitable “Skinfather” (Lo que no evitó que se quedaran fuera himnos como “Casket Garden”, “Dreaming In Red”, “Misanthropic”, “Reborn in Blasphemy” o brutales cánticos de sus penúltimos “Where IronCrosses Grow” o “The God that Never Was”). Con el sabor agridulce de una actuación que prometía enormemente, pero que acabó quedándose incompleta, nos fuimos a mover las calvas a la carpa al son de los clásicos hits hard rockeros que incluso en un festival de Black/Death Metal, uno ya sabe que va a escuchar hasta la saciedad.

La jornada del viernes se abría con IRATE ARCHITECT y DEFLORATION, dos bandas germanas a quienes no vi (Esas no son horas de ponerse delante de un escenario para ver a una banda que no te interesa lo más mínimo con semejante chicharra pegando fuerte desde lo alto). TYRANT, no obstante, sí que movilizaron a bastante gente. Reconozco que su actuación en Barcelona junto a GORGOROTH y ENTHRONED fue un tanto sosa (Normal, teniendo semejante público delante…), pero lo del Party San ya fue otro cantar. Pusieron a todo el personal patas arriba repasando los temas de su único plástico “Reclaim The Flame”, junto a alguna pieza nueva y el tema de BATHORY “Die In Fire” que solo unos pocos reconocieron (Algo obvio teniendo en cuenta que no aparece en ningún disco oficial sino en un recopilatorio). Daniel Ekeroth, bajista del grupo, paseó su borrachera dignamente por todo el escenario, tropezándose con todo y abriendo latas de cerveza mientras tocaba torpemente derramándolas todas. Lo curioso del tema es que aún así parecía todavía recordar cómo se tocaba el bajo. Posteriormente, el señor Ekeroth (Algunos le recordarán por el ser el escritor del famoso libro Swedish Death Metal, comentado ya hace algunos meses por aquí), propició algunas de las anécdotas más divertidas del festival sentado durante 60 horas de forma ininterrumpida en los bancos del backstage, abrazándose con todo ser viviente, tirando cervezas, hablando en confianza con cualquier desconocido que se le acercase y haciendo carreras de borracho con su viejo amigo Johan Jansson (INTERMENT, CENTINEX, DEMONICAL, REGURGITATE…) que iba igual de borracho que él, o puede que más. HAIL OF BULLETS no hicieron sino caldear todavía más el ambiente tras el brutal show de TYRANT. El supergrupo de Death Metal holandés que está arrasando con su descomunal debut “Of Frost and War” salió a escena con el imponente Martin Van Drunen al frente. Nada más salir el frontman, decenas de personas se pusieron a simular sus característicos gritos ante la incredulidad del mismísimo V.Drunen. Lo de HAIL OF BULLETS fue sencillamente impresionante. Con un sonido demoledor que bien se parecía al que atesoran en disco, los holandeses entregaron prácticamente de cabo a rabo su debut incluyendo coreados himnos como “Red Wolves Of Stalin”, “Ordered Eastward”, “General Winter”, “Berlin” o “Advancing Once More”. Sin duda –de no ser por el chaparrón con jodió su show durante unos 20 minutos- fueron de lo mejor del festival de lejos. Prepárense porque el 25 y 26 de Octubre estarán descargando el Barcelona y Madrid. Tras HAIL OF BULLETS, hicieron acto de presencia los americanos LIVIDITY. A mi, personalmente, ese rollo grind nunca me ha apasionado, por lo que opté por irme a tomar algo y descansar, pero muchos fueron los que se agruparon en las primeras filas para ver su show demostrando el tirón que tiene el género Death más gorrino entre los asiduos del Party San. Con KAMPFAR –otros que mueven a masas en Alemania- pasó 3 cuartos de lo mismo; Gozaron de una audiencia y expectación enorme. Los liderados por Dolk y Thomas salieron a escena y el público se rindió a sus pies coreando incluso muchas de sus canciones. Gozaron de un muy buen sonido –a pesar de que pegaba el sol que daba gusto- y su clásico “Hymne” de su primer EP del 95 fue coreada por más gente de lo que nunca me habría llegado a imaginar. De los paganos KAMPFAR nos fuimos a los vikingos TYR, una de esas formaciones que últimamente está dando bastante qué hablar. Un servidor, hambriento y cansado, optó por ir a repostar viendo la que se nos avecinaba con los 4 siguientes grupos.

UNANIMATED era uno de los grandes atractivos del cartel. Si el año pasado la organización se sacó de la chistera las reuniones de ASPHYX, MERCILESS o INTERMENT, en esta ocasión eran los suecos UNANIMATED los que volvían a los escenarios 14 años después de su separación. Nunca fueron tan populares como DISSECTION, AT THE GATES, DISMEMBER o DARK TRANQUILLITY, pero está claro que su legado en forma de 2 notables trabajos como “In The Forest of the Dreaming Read” y “Ancient God Of Evil” todavía permanece en la retina de muchos seguidores del Underground y del sonido sueco de los 90. Desafortunadamente, la suerte no estuvo con ellos y ni siquiera tocar probablemente a la mejor hora o tirar de clásicos de sobras conocidos por los amantes del Underground como “Life Demise”, “The Depths of a Black Sea” o “Die Alone”, jugaron a su favor; UNANIMATED –o al menos eso es lo que se desprendió de su actuación- están un poco faltos de rodaje. Además, tuvieron un sonido desastroso que provocó que metieran la pata en muchas ocasiones. Fue tal la sensación de falta de comodidad sobre el escenario que incluso el propio Richard Cabeza se fue de bruces hacia el técnico de monitores con intenciones más que hostiles. Cabreados, muy cabreados, UNANIMATED lo dejaron bien claro en uno de los muchos parones que sufrió su actuación, “Si no tocamos, es porque no podemos” clamaba el señor Cabeza con un cabreo considerable. Tras despedirse muy a su pesar y anunciar un nuevo disco que en breve debería salir a la calle vía Regain Records (Del cual tocaron un par de temas creo recordar), los blackers germanos ENDSTILLE arrasaron Bad Berka. Puede que aquí no sean muy conocidos, pero ENDSTILLE en Alemania son una potencia de primer orden en lo que a Black Metal se refiere. Solo tenía uno que ver la ingente cantidad de camisetas que del grupo se veían. Al igual que lo hiciesen en el Barroselas Fest portugués hace 3 meses, los germanos arrasaron y es que poseen uno de los directos más honestos, brutales y viscerales de toda la escena Black Metal. Su clásico “Navigator” cerró una actuación intachable en todos los aspectos. Tras ENDSTILLE, le tocó el turno a uno de los pesos pesados del festival; BLOODBATH, que iban a interpretar su segundo show en casi una década de carrera. Un servidor estuvo en aquella primera cita en el Wacken del 2005 y he de reconocer que parece imposible creer que estos tipos solo han tocado 2 veces en directo. Ok, en sus filas están Mikael Akerfeldt y Martin Axenrot de OPETH y Jonas Renske y Anders Nystrom de KATATONIA, todos ellos curtidos en mil y una giras, lo que no quita que resulte sorprendente ver lo fantásticamente engrasada que está la maquinaria de BLOODBATH. Con sus atuendos repletos de sangre y probablemente la mayor afluencia de público de todo el festival, BLOODBATH tiraron de su repertorio, eso sí, obviando cualquier recuerdo de su debut “Breeding Death” (Imperdonable). Por ello, dejando de lado el nuevo tema que tocaron y otro más de su nuevo Ep que todo sea dicho, ha sido una gran decepción al menos para un servidor, BLOODBATH se pegaron un buen festín gracias a los clásicos tanto de “Ressurrection Through Carnage” y “Nightmares made Flesh” como “So You Die”, “Ways to the Grave”, “Bathe in Blood”, “Cancer of the Soul”, “Soul Evisceration”, “Outnumbering the Day”, “Eaten” o la épica “Cry my Name” con la que cerraron su setlist. La banda estuvo atronadora, el sonido acompañó y en mi opinión, dieron el mejor recital de todo el festival, a pesar de que el semidios Dan Swano ya no está en sus filas. Tras ellos llegaba otro peso pesado del festival, los británicos BOLT THROWER, quienes invitaron a sus fans a elegir qué festival debía acoger su descarga veraniega. Bajo una expectación enorme –cabe recordar que BOLT THROWER no se prodigan mucho en directo últimamente- los comandados por Kart Willetts, los guitarristas Barry Thompson y Gavin Ward y la bajista Jo Bench asaltaron el escenario para no dejar títere con cabeza. Dando un amplio repaso a su último disco del 2005 “Those Once Loyal” con himnos como el tema homónimo o la sobrenatural “At First Light”, los ingleses regalaron viejas joyas al personal como las coreadas “Cenotaph”, “The IV Crusade”, “No Guts No Glory”, “What Dwells Within” o la inesperada “In Battle there is no Law” que nos pilló a todos por sorpresa. A pesar de las 4 gotas que cayeron durante su actuación, el público se volvió loco con BOLT THROWER demostrando que Alemania es a día de hoy el gran feudo de los bélicos Death Metaleros.

Con un cansancio considerable, nos tocaba afrontar la última jornada de festival que también venía cargadita de buenas actuaciones. Abrieron fuego los brasileños IMPERIOUS MALEVOLENCE, los suecos INSISION (Donde tocaba de nuevo Daniel Ekeroth de TYRANT, con la misma ropa y una borrachera todavía mayor, por cierto) y sus compatriotas FACEBREAKER, una de las revelaciones de la temporada, cuyo segundo trabajo “Dead, Rotten and Hungry” ha calado hondo entre los amantes del Death sueco de corte más Old School, algo obvio teniendo en cuenta que toda una institución como Robert Karlsson (PAN-THY-MONIUM, EDGE OF SANITY, DARKIFIED…) es el frontman del grupo. Tras un buen empacho de Death Metal, los noruegos KOLDBRANN desplegaron su Black Metal típicamente nórdico ante un sol de justicia. A pesar de las adversidades –difícil se me antoja degustar un concierto de Black Metal con semejante calor, ¿Recuerdan a IMMORTAL en el Metal Mania del 2003?- KOLDBRANN dieron un show bastante notable y gustaron por lo general. Tras ellos, le tocó el turno a los grinders suecos GENERAL SURGERY, quienes últimamente parecen haberse puesto las pilas pues en 3 o 4 años desde que se reunieran, han editado un montón de material, mucho más de lo que hicieron hasta 1991, fecha de su disolución. Sin ser un gran seguidor de ellos, reconozco que al igual que lo hiciesen HAEMHORRAGE el año pasado, su grind/Death me gustó bastante, sobretodo porque incorpora muchos elementos Death Metal y se aleja un tanto del Grind puro y duro, gorrino y cafre que tanto detesto. Los suecos se atrevieron incluso con una atronadora versión del clásico de los CARNAGE “The Day Man Lost”. Gozaron igualmente de algunos de los pogos más brutales que se han visto en el festival, con nuestro amigo Daniel Ekeroth de TYRANT/INSISION por los suelos constantemente abrazado de Johan Jansson de INTERMENT, ¡Otro carcamal como él!. Los ex WINDIR –ahora llamados VREID- salieron a continuación y calmaron un poco el ambiente. No es que su concierto no desprendiera la misma mala leche que el de GENERAL SURGERY, sino que lo suyo era otro rollo. Abanderados del últimamente sobrevalorado Black’n’Roll, dieron un muy buen show, con un sonido excelente y una ejecución perfecta. De hecho, me gustaron mucho más en directo que en disco, sobretodo su última obra, que me parece un disco sobrevalorado. Cerraron su show con su “clásico” “Pitch Black”. La velada siguió con MAROON, una banda que ciertamente, creo que no pintaba mucho en el cartel. Un servidor aprovechó su actuación para descansar y prepararse para el que era –al menos para mi- uno de los puntos fuertes del festival; La descarga de los finlandeses IMPALED NAZARENE. Con el mal sabor de boca que nos dejaron tras tocar apenas 35 minutos en su última actuación en Barcelona, muchas ganas teníamos de verles de nuevo sobre un escenario. Los liderados por el enclenque de Mika Lutinen salieron y barrieron con todo, así de claro. Incluso gente no muy afín a su rollo reconoció la grandeza de su actuación. Sin respiro entre tema y tema, IMPALED NAZARENE encadenaron lo menos 15 o 20 temas –muchísimos clásicos- que arrasaron con todo. Entre las más aclamadas, lógicamente, “Goat Perversion”, “We’re Satan’s Generation”, “Armageddon Death Squad” (La mejor canción que han hecho en los últimos 11 o 12 años), “1999: Karmakedon Warriors”, “The Horny and the Horned”, “Total War Winter War”, “Let’s fucking die”, la brutal “Motorpenis” y como no, el himno “Sadhu Satana” que todos coreamos al unísono. Impresionante. En mi opinión, lo mejor del festival junto a BLOODBATH.

Tras el show de IMPALED NAZARENE, teóricamente debían tocar los 3 cabezas de cartel del festival pero un servidor, reventado hasta los topes, apenas prestó atención. Primero salieron LEGION OF THE DAMNED, una de las bandas más sobrevaloradas que he visto en mi vida. No me dijeron nada con KREATOR y CELTIC FROST y en esta ocasión me han vuelto a dejar indiferente. Está claro que molaban bastante más cuando se hacían llamar OCCULT. El caso de BEHEMOTH es bien distinto, pues me habría gustado verles –no les veía desde el 2000/2001 cuando vinieron con CARPATHIAN FOREST a Barcelona- pero tras semejante ajetreo de conciertos, mis piernas ya no daban más de si. Con OBITUARY –no obstante- hice un esfuerzo por reponerme, pero su show es fácilmente predecible. Quizá el hecho de haberles visto 5 o 6 veces desde que se reunieran hace 3 o 4 años me ha hecho perder un poco el interés. De cualquier forma, por si a alguien le interesa, los norteamericanos hicieron exactamente el mismo show que en Barcelona hace no mucho con HOLY MOSES. Con ellos se cerraba esta catorceava edición del Party San Festival, eso sí, con SATYRICON, MARDUK y SHINING en la memoria como bandas ya anunciadas para la edición del año que viene. Eso sí es profesionalidad, ¿Qué festival nacional adelanta bandas de la próxima edición durante el evento presente?.

 

P.D. – Podrían haber habido mejores fotografías, lo sé, pero acceder al foso de fotógrafos en un festival como el Party San implica perderse casi todos los conciertos pues de la larga lista de fotógrafos en cola, van dejando entrar grupito a grupito, lo que implica que puede tocarte el turno cuando el grupo que está tocando lleva medio concierto realizado.

 

Texto & Fotos - Montse Díaz Avellaneda

Asistentes:7000

Día:08/08/2008

Sala:Bad Berka (Alemania)

Ciudad:Bad Berka

Festival:1

Puntuación:8