Y allí estaba yo. Desafiando tanto el orden establecido como los más elementales principios de las cosas y tratando de entrar en el único concierto de Motörhead en España en el 2004 sin tener un pase de prensa (sí, Sr. Ramos, SIN TENER PASE DE PRENSA). Al final lo conseguí. He de decir que en mi opinión no es buena idea eso de poner a una cándida jovencita al cargo de cosas importantes mientras hay sinvergüenzas que envían a otros sinvergüenzas aún peores a los conciertos. No sé si fue el asco, el miedo o ambas cosas, pero el caso es que conseguimos entrar en el concierto.

A las 9 en punto de la noche comenzaron los teloneros. Unos chavales brasileños, creo. Nada especial. El cantante medía unos cinco metros de altura y era de color negro (por si lees esto, colega: esa frase no la he escrito yo, ha sido Mr. Ramos). Tocaron algún tema de Sepultura, pero sin demasiada fortuna. El guitarrista llevaba una camiseta de Hellhammer, pero ni siquiera eso le salvó de la más aplastante mediocridad. Creo que alguno de los presentes se divirtió, pero más por el lugar y el momento que por la “redondez” de la música. Como ya digo, a estos chavales les falta practicar mucho para llegar a proponer algo digno de interés. Tal vez aclarar su estilo, no sé. Desde luego, eso de tener un guitarrista que lleva una camiseta de Hellhammer y tocar seudo Metal de ese moderno de ahora, me predispuso notablemente en su contra.

Finalmente aparecieron los bastardos malditos: Motörhead. Tan ancianos como siempre, tan sucios y malcarados como siempre y tan ruidosos como todos esperábamos. Menos locuaces, eso sí. La proverbial y privilegiada retórica de mi padre (me refiero a Mr. Kilmister, naturalmente) se echó en falta. Arrancaron con una de las canciones lógicamente más coherentes de la historia: la aplastante “We are Motörhead”. Después tocaron más canciones. No recuerdo el orden concreto (básicamente porque mientras ellos tocaban yo tenía la neurona ocupada en pasármelo en grande, con lo que mi capacidad computacional estaba bastante mermada). Pero tocaron todos (o casi) los temas que uno espera oír en un concierto de Motörhead. “No Class”, “Damage Case”, “Metropolis”, “Bomber”, “Ace of Spades”, “Sacrifice”, “R.A.M.O.N.E.S.”, “God Save the Queen”, “Overkill”, “Doctor Rock” y alguna más. Por cierto, ¿QUÉ COÑO PASÓ CON “ORGASMATRON”? También aprovecharon para presentar un tema de su nuevo disco “Inferno”. Moló. La verdad es que mi padre (con el Sr. Kilmister hay confianza y la verdad es que le considero más padre mío que al señor que le hizo LAS cosas esas a mi madre) estuvo bastante bien para su edad, pero también es cierto que se le ve cansado. Vaticino que no queda Motörhead para otros 25 años. Aunque bueno, si papá es capaz de seguir tocando en directo con 85 años, yo me comprometo a ir a los conciertos con 55.

Algo desconcertante fue el hecho de que se hizo evidente que una gran mayoría del público había ido allí a ver a los chicos brasileños de los que hablaba al principio en lugar de a la banda de papá. Eso no se lo perdono a nadie. Aunque ya se sabe, siempre han existido las elites culturales y siempre existirán. Y a fe mía que dejar a la elite cultural (servidor, en este caso) sin cerveza a medio concierto es completamente tercermundista. Yo creo que mi padre no se enteró, sino se hubiera pirado inmediatamente de allí. Y ofendido, además ¿Cómo se puede permitir que Motörhead toque en un sitio en el que NO HAY CERVEZA? Voy a repetirlo: ¿Cómo se puede permitir que Motörhead toque en un sitio en el que NO HAY CERVEZA? Eso es como… No sé, como si a la Boda Real hubiéramos ido JaviMetal y yo tostaos de whisky. Algo completamente fuera de lugar. No sé si me explico. Lo cierto es que si este festival de más que comprometido nombre (Burjarrock, ¿he de decir más?) tiene vocación continuista, no estaría de más organizar mejor tanto el suministro de fluidos como su desagüe (TRES lavabos en total, señores, aquello era el Meaditerráneo…), la seguridad en la puerta, etc.

Bueno, doy el concierto por reseñado, la representación brasileña, nada de nada y el grupo de papá, colosal, como siempre. Aunque cada vez menos colosal, hemos de admitir.

Texto: y Fotos Motorhead: Julkarn
Fotos Sepultura: Sergi Ramos

Datos:

Polideportivo Municipal
Burjassot (Valencia)
Promotor: N.D.
Publico: N.D.

Día:08/06/2004

Puntuación:9