MASTERPLAN es una de esas formaciones que se han ganado una nada desdeñable
legión de seguidores en un corto período de tiempo. Si bien el interés que pudo
suscitar de entrada el grupo con la edición de su primer álbum vino motivada
por el pasado de dos de sus componentes (Roland Grapow y Uli Kusch, exguitarra
y exbatería de HELLOWEEN respectivamente), está claro que los nuevos fans cosechados
y la fidelización de los ya existentes ha venido legitimada por el buen hacer
de la banda. “Masterplan” y “Aeronautics” atesoran una calidad que sin ser épica
ni hacerlos partícipes de órbitas elitistas (ni mucho menos) está fuera de toda
duda. Elementos clave como la voz de Jorn Lande han sabido dotar de matices
a la música de estos alemanes hasta llegar a conformar un power metal de cierta
personalidad, con un patente gusto por los 80’s y cierta influencia dramática
en clave progresiva.

Aunque mi puntualidad a la hora de llegar a las puertas de Razzmatazz 2 fue
casi religiosa, tuve que esperar más de una hora en vistas a que se resolviera
el desaguisado que se había creado con las acreditaciones, por lo cual me perdí
completamente la actuación de PURE INC y más o menos la mitad de la de ROB ROCK.

Por lo que sé PURE INC. hicieron un concierto bastante correcto, en el que
destacó la labor de su cantante y el hecho de que se marcaran una versión del
“Show Me How To Live” de AUDIOSLAVE.

ROB ROCK vino para demostrarnos que su garganta sigue encontrándose en estado
de gracia. Aunque me perdí la primera parte de su actuación me quedaron claras
bastantes cosas. La primera, que Rock posee un control sobre sus agudos que
muchos otros cantantes de heavy metal bastante más reconocidos ya desearían
para sí mismos actualmente  (y no diré nombres, lo juro por Rob Halford). Lo
segundo que me ha quedado claro es que el amigo Roberto ha decidido prescindir
de los toques algo más hard rock con los que nos sorprendiera en su primera
obra de estudio en solitario para centrarse en los cortes más heavy metal de
sus discos recientes. Y, por último, que Rob parece no olvidarse de su pasado
más glorioso, pues el temita de IMPELLITTERI cayó (“Warrior” fue el elegido).
Lo demás, meras divagaciones extraídas de lo dicho anteriormente. 30 minutos
de concierto que a muchos se les hicieron excesivamente cortos, aunque sí es
verdad que el citado frontman tuvo más que tiempo suficiente para demostrarnos
de qué está hecho, así como que posee unas tablas evidentes, fruto de sus ya
considerables años de carrera y de su experiencia junto a varios músicos de
contrastado nivel (recordemos que se ha codeado con gente de la talla de Axel
Rudi Pell, Tony Macalpine y, obviamente, Chris Impellitteri).   

Por otra parte, cabe destacar que el voceras estadounidense supo rodearse de
un séquito de músicos bastante aptos, todos ellos integrantes de los suecos
NARNIA: Andreas Olsson al bajo, Andreas Johansson a la batería y Carl Johan
Grimmark a la guitarra, siendo éste último quien posiblemente más destacó de
los tres con su buen hacer a las seis cuerdas. Fue una lástima no poder ver
en acción a Rick Renstrom, pues siempre resulta curioso e impactante ver tocar
a un guitarrista que tiene dos muñones a modo de extremidades; por lo visto
algunas de sus deficiencias han empeorado y no ha podido volver a la actividad
en directo. Si bien la música que ROB ROCK practican no tiene absolutamente
nada de especial, siempre es reconfortante escuchar a un puñado de músicos y
a una garganta prodigiosa haciendo las cosas bien hechas. El sonido, por su
parte, acompañó lo suficiente como para que el público les prestara la atención
que merecían, hecho que favoreció la respuesta tanto de los que eran conocedores
de las dotes de Rob como de los sorprendidos (que no eran pocos). De tal forma,
cayeron temas como “Streets of Madness”, “Eyes of Eternity” o “Holy Hell”, perteneciente
a su nueva obra inédita todavía en aquél momento en las estanterías de las tiendas
de discos españolas.

Los siguientes en aparecer dispondrían de algo más de tiempo para explayarse.
Nada más ni nada menos que la banda del exSAVATAGE Zak Stevens, es decir, CIRCLE
II CIRCLE. Tras editar en el 2003 un acertado debut (“Watching In Silence”),
ahora nos venían a presentar una segunda obra de estudio que hacía apenas dos
días que había sido editada en España: “Middle Of Nowhere”. El hecho de que
la mayoría de los allí presentes no hubiera tenido la oportunidad de poder escuchar
los nuevos temas de la banda previamente al show provocó que el concierto discurriera
con un ambiente enrarecido a medio camino entre la atención y el estupor, pues
apenas sonaron dos cortes de su primera obra de estudio, obra con la que, obviamente,
el público por el momento está más familiarizada. Uno a uno fueron cayendo esas
composiciones con regustillo a Oliva pues, no queda margen a la duda, tanto
CIRCLE II CIRCLE como todas las otras bandas de miembros y exmiembros de SAVATAGE
(JON OLIVA’S PAIN, CIRCLE II CIRCLE, CHRIS CAFFERY) suenan a las composiciones
del megagrupo de Florida por los cuatro costados. Las preguntas, los porqués
y los galimatías varios en torno a este tema no tendrían razón de ser en esta
crítica, por lo cual me limitaré a decir que la actual banda de Zak Stevens
es tan deudora como suficientemente digna heredera de una pequeña porción del
gran pastel que es y fue la banda del bueno de Jon. Así pues, con muchas ganas
y con las desventajas que supone el hecho de tocar ante un público demasiado
variopinto fueron desgranando temas como la directa “Open Season” (con la que
abrieron el show) o esa capsula de comienzo tan a lo VAN HALEN que es “Hollow”.
“The Middle Of Nowhere” fue, sin duda, uno de los temas más destacados, sobretodo
gracias a ese grandioso final acertadamente alargado en el que las diferentes
melodías vocales se conjugan con maestría, recurso absolutamente deudor, y permítanme
que me reitere, de SAVATAGE.

Siendo sincero, tan sólo por el hecho de poder cerrar los ojos y recrearnos
con la singular voz de quien cantara en el pasado innegables maravillas como
“Chance” el placer ya estaba servido para muchos de los que allí nos encontráramos,
independientemente del compadraje musical. Eso sí, no sería justo menospreciar
la labor de los instrumentistas por las meras preferencias personales, pues
firmes y al pie del cañón se encontraban un plantel de músicos que, aunque desconocidos
para la gran mayoría, demostraron saber cómo cumplir su papel con creces, destacando
la continua actividad del moreno guitarrista Andy Lee (que no paró quieto ni
un instante) y la doble labor del bajista Mitch Stewart, que pudimos ver tanto
a las cuatro cuerdas como a cargo del teclado, según cual fuera el tema que
sonase.

El que pusiera la voz a discos como “Edge Of Thorns”, “The Wake Of Magellan”
y al espléndido “Handful Of Rain” decidió deleitarnos con dos de los temas de
SAVATAGE (al fin y al cabo, todos lo estábamos esperando): tras comunicarnos
Zak que tenía una “sorpresa” guardada para nosotros, sonaron las notas de la
tranquilita “Follow Me”, cuyo desarrollo fue seguido con una tensión contenida.
La más monumental “Edge Of Thorns” sería, por su parte, el corte elegido para
cerrar la actuación, lo que provocó algo más de algarabía entre el público (no
en vano, es uno de los temas más conocidos de SAVATAGE): una interpretación
de altos vuelos con un señor Stevens pletórico que provocó que nuestro cuerpo
se viera inundado de una gran sensación de satisfacción. Si finalmente hubieran
tocado “Tauting Cobras”, como se comenta que tenían previsto hacer, la temperatura
de la sala hubiera subido unos cuantos grados más, no me cabe duda. En definitiva,
una emotiva sesión de hard&heavy a cargo de una gran banda.

Para acabar de rematar la noche, amarró en la sala Razzmatazz 2 el barco alemán
comandado por el noruego Jorn Lande, MASTERPLAN. Tercera vez que pisaban España,
en este caso para presentar su segundo disco “Aeronautics”, compacto que desde
mi punto de vista no llega a las cotas de acierto e intensidad de su predecesor
pero que no deja de ser un disco de lo más acertado donde el peso de la experiencia
y el buen gusto quedan claramente patentes.

A diferencia que ANGRA hace unas semanas (por poner un ejemplo reciente), el
sonido durante toda la actuación fue bastante digno, hecho que nos permitió
disfrutar como es debido del marcado ritmo de  “Cristal Night” (con un Lande
de lo más acertado) o de la estructura resultona de “Crimson Rider”. Lo cierto
es que la banda demuestra tener mucha química en escena, dejando entrever una
complicidad musical de lo más reconfortante. Jorn no paró de acercarse al resto
de sus compañeros siempre y cuando podía para realzar la labor de éstos, ya
estuvieran haciendo solos, fabricando melodías o diciendo tonterías por el micro.
Entre todos ellos, quizá destacó la predisposición y el buen rollo que se traía
entre manos Roland Grapow, que supo comunicarse con el público siempre y cuando
la situación era propicia a la par que demostrarnos que él también posee una
voz bastante digna, tal y como quedó patente a la hora de hacer los coros; dicho
esto, destacar que se agradece que los doblajes de las melodías vocales y los
coros que hay tras la voz principal de las canciones sean también interpretados
en directo, algo que por desgracia muchas bandas obvian echando mano de los
samplers.

Grapow por su parte no dudó en hacer sus ya habituales amagos de tocar el “Future
World” de HELLOWEEN (algo que de momento no ocurrirá, pues según él MASTERPLAN
puede funcionar sin vivir de las rentas de otras bandas –Paul Dianno toma nota…-),
así como el “Smoke In The Water” de DEEP PURPLE, que llegó incluso a contar
con el acompañamiento inicial de la batería para luego diluirse y abortar el
intento. Realmente no hubiera estado mal interpretar una versión con la que
sorprender a la concurrencia, aunque por otra parte también es cierto que muchas
veces es mejor aprovechar el tiempo para dar un repaso al propio repertorio,
sobre todo si éste tiene el gancho suficiente.

Para seguir equilibrando la balanza entre los temas del primer y del segundo
disco (algo que ocurriría hasta el final del show) también sonaron genialidades
como la variada “Soulburn”, donde la labor de Axel Mackenrott a las teclas pasó
a ocupar un primer plano absolutamente necesario para poder cimentar una de
las mejores canciones que poseen Lande y los suyos en su haber. En cuanto a
la labor de Jorn, decir que tanto en este como otros temas supo improvisar y
aportar líneas melódicas alternativas, huyendo en algunos momentos de la interpretación
fidedigna para explorar ese margen para la variación que muy sabiamente han
sabido imponerse algunas voces clásicas del rock a la hora de subir a un escenario,
hecho que por algunos es valorado muy positivamente mientras que por otros (especialmente
los más jóvenes) es visto como sinónimo de chapuza e incluso de gazapo. Curioso.

Obviamente, la caña más limítrofe con el power metal también hizo acto de presencia
en forma de composiciones como “Heroes”, donde Jorn evidentemente no intentó
llegar a los tonos exorbitantes de Michael Kiske, adaptando las líneas vocales
a sus tesituras.

Momento especial fue la interpretación de “Enlighten Me”, el que fuera el single
de su primer disco y, posiblemente, la canción clave en su momento para que
el grupo asaltase nuestras saturadas mentes metálicas con las espaldas bien
cubiertas. Así pues, este grandísimo tema a medio tiempo resultó ser el más
coreado de toda la noche, tal y como era de esperar. Junto a ella, el más reciente
single “Back For My Life” ayudó a conformar el núcleo que se encargaría da dar
la contrapartida más hard al set list. 

Al no haberlo hecho ya, no esperaba que el bajista Jan Eckert fuera a sacar
su bajo en forma de raspa de pescado con luces intermitentes, pero dicha nota
curiosa (aunque ya clásica de la puesta en escena de la banda) encontró su lugar
a lo largo de “Bleeding Eyes”. Otros temas que sonaron fueron “Spirit Never
Dies” (cuyo estribillo me produce erupciones en la piel, lo siento, tenía que
decirlo), la happy y totalmente HELLOWEEN “Wounds” o la que puso el cerrojo
a la actuación, la pesada (en el buen sentido de la palabra) “Crawling For Hell”.

Una actuación que se puede decir satisfizo coherentemente mis expectativas,
básicamente por la serie de puntos a favor que he ido enumerando en párrafos
anteriores y que a buen seguro provocará que MASTERPLAN sigan vivos y palpitantes
en nuestras retinas hasta el próximo movimiento por parte del grupo, léase la
edición de una nueva obra. En definitiva, que tendremos MASTERPLAN para rato,
de eso no me cabe la menor duda. En cuanto al evento, a destacar un plantel
de cuatro bandas bastante diferentes entre sí y de axiomático atractivo (por
cierto, todas ellas con cantantes de órdago) hecho que sin lugar a dudas provocó
que muchos tuvieran la sensación de haber amortizado ampliamente el dinero de
la entrada.

Texto y Fotos: Penumbra

Datos:Razzmatazz 2
Barcelona
Publico: 700 personas
Promotor: Taperock

Día:01/04/2005

Puntuación:8