Inquisition en Sevilla: conciertazo para una sala vacía
¿Qué pasa en Sevilla? En los últimos dos años ha habido que recurrir al estadio olímpico porque los conciertos grandes se llenan. Los grandes del Metal se animan a venir y las promotoras pudientes apuestan por traerlos porque es garantía de asistencia. Pero, ¿qué pasa con el Metal Extremo?
¿Qué pasa en Sevilla? En los últimos dos años ha habido que recurrir al estadio olímpico porque los conciertos grandes se llenan. Los grandes del Metal se animan a venir y las promotoras pudientes apuestan por traerlos porque es garantía de asistencia. Pero, ¿qué pasa con el Metal Extremo? ¿Qué pasa con las bandas underground, internacionales (o no)? Pues que aquí, como quedó demostrado, no se moja ni Perry. También es cierto que, para una vez al año que vienen grupos internacionales de Black Metal, coincidieron el mismo día en la capital andaluza. ¿Mala suerte? ¿Poca comunicación y coordinación de las respectivas promotoras? Promoción se le dio, así que el público ya sabía lo que había, y dónde. Grandes y pequeñas promotoras se la juegan trayéndonos artistas del otro lado del charco. Bandas que difícilmente podremos llegar a ver en sala y raramente en festivales, ¿y aún así el público no responde? ¿Qué pasará ahora? Pues que veremos como poco a poco nadie apueste por traer bandas a Sevilla, porque los sevillanos no se mojan. AC DC sin Malcolm, sin Rudd, sin Johnson y con el marrajo de Axl con la pata chula: Shut up and take my money; Inquisition: no llegó a cuarenta personas en el momento más álgido de la noche. Esa es la triste realidad: un público acomodado en su zona de confort. Para que luego nos quejemos de que hay pocos conciertos en Sevilla.
Después de esta disertación, toca hablar de las bandas y de lo que hicieron. ¿El lugar? La sala Fanatic, un tanto alejada del centro, pero con buena equipación (aunque tenerla no implique saber usarla) y escenario amplio. Abrieron los alemanes Valborg, una formación que lleva en activo desde 2002 y cuenta con seis discos de estudio. La Fecha de Sevilla sería el vigesimoprimero de un total de veintidós conciertos que conforman la gira europea en la que se embarcaron en Abril junto a Pillorian. En su facebook indican “Categorization is difficult”, y en Metallum los etiquetan como “Progressive Doom/Death Metal”. Quizá el Death se justifica en las voces guturales, pero en lo musical, sus composiciones se asemejan más a un poema de Gloria Fuertes si estableciésemos un símil literario. Riffs eternos en los que repetimos el mismo acorde en negras a medio tiempo hasta que el público comience a bostezar, y entonces cambiamos a corcheas… y así todas las canciones. Menos mal que duró poco el show, porque entre que a esas alturas estábamos casi diez, con ese arte y desparpajo, casi nos echan. Entiendo que puede que haya un público que le guste entrar en trance a base de notas pedales y machacar hasta la extenuación. También entiendo que hayan compuesto y grabado seis álbumes entre 2009 y 2017.
Los siguientes fueron los estadounidenses Pillorian. Formados en 2016 y con un único álbum, el reciente “Obsidian Arc”(2017), el trío de Portland (mas bajista de sesión) ofrecieron un concierto algo más dinámico en el que, una vez más, predominaron las atmósferas, el clima sonoro creado a base de frecuencias, loops, y pedales, sobre la técnica o la velocidad. Hubo voces rotas, rasgueos de guitarra y melodías que quedaron en segundo plano tras un bajo limpio y una batería tan al frente que los bombos sonaban como castañuelas (esos técnicos buenos ahí testando la resistencia de los conos). Las composiciones de Pillorian sí destacaron por su frescura y originalidad, aunque el sonido no ayudara, y el público, un poco más numeroso, aplaudió la propuesta.
Algo más tarde de las diez de la noche, y tras acondicionar el escenario con enormes lonas traseras y laterales, subían a la tarima los dos integrantes de Inquisition: Jason Weirbach aka Dagon a la guitarra y voz, y
Thomas Stevens aka Incubus a la batería. Y ya está. Estos dos tipos nos regalaron una dosis de Black Metal bien ejecutado, con soltura, limpieza, y personalidad. Simple y directo.
Todo empieza en Cali, Colombia, cuando Dagon forma Inquisition como un proyecto unipersonal en 1988, grabando él solo algunas demos de Thrash Metal. No es hasta 1996 que Dagon se traslada a Seattle, en USA, conoce a Incubus y, juntos, comienzan a componer y grabar discos ya con un Black Metal, aunque bastante personal y con señas de identidad propia, por estandarte. Como seña podemos encontrar la voz de Dagon, muchas veces más parecida a un recitado, manteniendo las líneas como si fuera un didgeridoo que suma frecuencias, añade clima y aporta ese elemento de trance que, junto a la metralla instrumental, evoca la apertura de las puertas del infierno en la mente de los espectadores. Seña de identidad también es el genial uso del trémolo que, aún sin palanca, hace Dagon de su Fernandes Ravelle, jugando con la elasticidad de las cuerdas manualmente para enriquecer sus riffs y hacerlos elásticos. Rellena huecos con harmónicos, juega con las afinaciones, y combina oscuros arpegios con salvajes rasgueos para crear bellas composiciones, cada una distinta de la anterior. Encontramos desde los sorprendentes y meditativos medios tiempos de “Desolate Funeral Chant” a los demoledores y vertiginosos pasajes de “Astral Path to Supreme Majesties”, siempre con el magistral acompañamiento de Incubus a la batería. Destacamos una caja ultracompacta, tremendos juegos de timbales (cuatro timbales sobre dos porterías en dos bombos), y matices en el platerío, que convertían lo que podría ser ruido en una secuencia perfectamente confeccionada con forma y estética de leña infernal.
Repasaron clásicos de toda su discografía (a excepción de su debut de 1998) en un setlist de lo más completo, dinámico y representativo del dúo, sobre el que destacaron sus “Ominous Doctrines of the Perpetual Mystical Macrocosm” de 2011, del que interpretaron cuatro cortes, y su más reciente “Bloodshed Across the Empyrean Altar Beyond the Celestial Zenith” de 2016, del que cayeron tres bombazos. Me quedo con “Command of the Dark Crown” y “A Magnificent Crypt of Stars”, que usaron para cerrar un recital coherente, rotundo y redondo tanto en lo visual como en lo sonoro. Una sorpresa y un acierto de Madness Live! el traernos a casa a estos monstruos. Lástima que hubiera tan poca gente para disfrutar de tan tremendo espectáculo musical.
Inquisition setlist:
From Chaos They Came
Ancient Monumental War Hymn
Dark Mutilation Rites
Hymn for a Dead Star
Infinite Interstellar Genocide
Vortex From the Celestial Flying Throne of Storms
Desolate Funeral Chant
Master of the Cosmological Black Cauldron
Astral Path to Supreme Majesties
Command of the Dark Crown
Embraced by the Unholy Powers of Death and Destruction
A Magnificent Crypt of Stars
Fotografías y texto: Odigir Olaf.
Promotor:Madness Live Productions
Día:2017-04-29
Hora:21:00
Sala:Fanatic
Ciudad:Sevilla
Puntuación:8
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