HAMLET siempre han ido un pasito por delante de la mayoría a la hora de enfocar su música. Por ello, no puede sino llamarme la atención que algunos tachen a la banda de Molly de oportunista, que los acusen de adaptarse a la corriente imperante en cada momento. ¿Han seguido ustedes la carrera de la banda? Lo dudo ¿Han observado evolución más lógica y sensata que esta? Ciertamente, yo no. Cuando toda la escena española se encontraba en pañales, HAMLET ya salían a buscarse las castañas fuera y a grabar con Colin Richardson. Y cuando fue editado “Sanatorio de Muñecos” (con el cual HAMLET comenzaron a establecer las bases de su sonido de manera muy firme) todavía ninguno de los géneros post-modernos provenientes de los States había explotado

Auténticos y fieles a sus principios pero sabiendo evolucionar, la banda a día de hoy sigue cortando la pana donde mejor lo sabe hacer, sobre los escenarios, lugar en el que desde hace muchos años, más de lo que algunos se creen, han dado recitales que, y me sabe mal decirlo, dejan al 90% de bandas de metal estatal a la altura del betún. Por ello, entre otras razones, me reventó bastante que el infortunio se cebara conmigo esa noche y que me privara de presenciar los primeros compases de la actuación de los madrileños. Si bien un servidor ya se dirigía hacia la sala Apolo a contrarreloj debido a ciertos problemas ocasionados por arte y gracia del abrazafarolas de Javi Metal, poco me esperaba yo que para colmo iba a permanecer encerrado en la línea 2 del metro barcelonés a causa de un problema técnico que me mantuvo embutido en el subsuelo durante más de lo que hubiera deseado. Mi gozo en un pozo.

Tras llegar me sorprende comprobar cómo dos fans son echados por haber sido pillados fumando marihuana por la seguridad de la sala… algo que me resulta bastante inaudito y que se me hubiera antojado totalmente impactante hace tan solo un par de años. Cómo cambian las cosas. En el interior una buena entrada (quizá la mitad del aforo de la sala) y una banda que se encuentra descargando con fuerza todo su último disco sobre las tablas. Si IRON MAIDEN lo hacen, ya nada puede tildarse de arriesgado. Lo cierto es que el último compacto no es moco de pavo y el gancho de las nuevas canciones en directo se olía aplastante ya de antemano. Obviamente, no son los clásicos rodados, maduros e incrustados en nuestra sesera a los que nos tienen acostumbrados, pero sin lugar a dudas están obteniendo un feedback más positivo de lo que suele suceder en estos casos. Posiblemente los riffs asesinos de temas como “Arruinando nuestra vida” o “El diablo” tengan la culpa. Y es que si las guitarras del señor Tárraga siempre se han caracterizado por poseer una crudeza apabullante, el grosor de la distorsión en las últimas composiciones es lo más parecido a muros de cemento cayendo sobre tu cabeza. Sonido furioso y nítido, entrega total por parte de un Molly en forma y todas y cada una de las notas enfrascadas en su sitio y cogiéndonos por el cuello, un panorama que nos hacía confirmar que sí, que estábamos en un show de HAMLET y que la máquina sigue igual de engrasada que siempre, ya toquen en el Metalway delante de unos miles de personas o en una sala plagada de fans.  

Desconozco si se marcaron el “Pura Vida” entero o si se dejaron algún que otro tema en el tintero, aunque juraría que más bien lo primero. Al fin y al cabo así ha sido en la mayoría de  fechas que comprende esta gira. Eso sí, lo que no tocaron íntegramente fue su repertorio de clásicos. Y eso es bueno. Bueno, no exactamente. Lo bueno es que todos pensemos que erraron al no tocar tal o cual tema, ya que dicho berrinche no viene sino a corroborar la gran ristra de temas valuarte que Molly y compañía han sabido gestar a lo largo de estos años. Ya están dentro de ese selecto elenco de bandas que pueden ser capaces de hacer cabrear al respetable por haberse olvidado del tema X o del tema Y que solían tocar en directo. Bravo. ¿Qué podrían haber tocado “Dementes Cobardes” en lugar de “Basta”? Puede ser, o quizás no. Los que lógicamente no faltaron a la cita fueron esos dos o tres clásicos que siempre estuvieron y siempre estarán. Los intocables, que quizá dejen de sonar el día en el que WHITESNAKE dejen de tocar en directo el “Still of the Night”, por decir algo. “J.F” (Jodido Facha para los amigos) fue cantada y vitoreada por un público ruidoso y deseoso de desahogarse escupiendo el estribillo, mientras que “Irracional” dio rienda suelta a la demencia menos sutil de la banda, esa faceta que explotaría sobretodo en los primeros álbumes de HAMLET. La primera de ellas, además, fue enlazada a modo de medley con “Tu Medicina”, tema que últimamente se ha ganado un puesto en el playlist de la banda, sorpresivamente por cierto, ya que es muy posible que se trate del corte menos directo de la discografía de la banda. No en vano, en esta ocasión el medley supuso que solo se interpretara el clímax de dicho tema, por lo cual la experiencia se nos antojó más rabiosa si cabe. “Irracional”, por su parte, fue deformada a gusto de la banda para jugar un poco con el público, con unos resultados sensacionales. El momento de la canción en el que Molly consiguió hacer callar a toda la sala para empezar a cantar susurrando “in crescendo” la singular estrofa del tema para estallar a los pocos segundos fue de lo más conseguido, idóneo para acabar unos bises poniendo la sala patas arriba.

Antes, temas como la recuperada “Hombre del 2000”, “Limítate”, “Serenarme (en la desolación)” o “Para toda una vida” habían dado buena cuenta de lo que es capaz de generar la banda canalizando su energía, sin olvidarnos de un “Antes y Después” que fue introducida por Molly, quien nos desveló cómo desde el momento en que la compusieron se dieron cuenta de que con el tiempo se iba a erigir un tema importante en la carrera de la banda. Realmente es una de las composiciones más emocionales y menos cortantes de HAMLET, un tema distinto que a pesar de su sencillez siempre suena fresco y cuya melancolía se tercia contagiosa. El frontman no paró en todo el concierto de agradecer al público barcelonés su entrega y tesón a lo largo de todos estos años y a pesar de que esta vez no se lanzó al público para que lo llevaran en volandas, a diferencia de las últimas ocasiones en las que les vi en recintos cerrados, nos prometió HAMLET para rato. Mientras exista tal sinergia, no pongo en duda sus palabras.

Texto: Penumbra; Fotos: Sergi Ramos

Promotor:Cap-Cap/Gamerco

Asistentes:500

Día:10/02/2007

Sala:Sala Apolo

Ciudad:Barcelona

Puntuación:8