Incendiario concierto de H.E.A.T. en su noche compitiendo con Mr BIG en la sala de al lado. Si medimos el éxito por la entrega de una banda, H.E.A.T. arrasaron.

Intensa noche de Hard Rock la que teníamos por delante en una desangelada Razzmatazz 2 con un trio de bandas dispuestas a quemar todos los cartuchos en la última parada en nuestro país. Echando una mirada alrededor resultaba fácil llegar a la conclusión de que la coincidencia del concierto con el que se estaba desarrollando en su hermana mayor con un clásico como MR. BIG, pasaría factura al poder de convocatoria de los suecos H.E.A.T y, quizás, retrasar la actuación de estos pudo facilitar a algunos privilegiados la posibilidad de marcarse un doblete pero, también, hizo que algunos faltaran a una cita que acabaría pasadas la una de la madrugada. Una pena.

Los encargados de romper el hielo eran los suizos BLACK DIAMONS, una simpática y divertida banda de Rock dispuesta a levantar el ánimo de los pocos asistentes que para entonces se encontraban en el aforo. A pesar de la poca calidad que sufrieron en el sonido, sus temas cañeros y pegadizos, así como una actitud absolutamente irreprochable, sirvieron para completar un buen show gracias a temas como “We Want to Party”, “Love Stick Love”, “Vampires of the Night” o la efectiva versión del clásico “Rock ‘N’ Roll Music” de Chuck Berry. Su buen hacer en las tablas, la interesante voz de Mich y las poses sleazy y glam de un animado Andi al bajo, firmaron una entretenida carta de presentación, completada por un activo Dee a la guitarra y un batería, Manu, que demostraba pasárselo en grande en cada compás que marcaba.

Llegaría el turno de DEGREED, con una propuesta a medio camino entre el Hard Rock más clásico y melódico, y los sonidos más actuales y vanguardistas. Los suecos les darían un gran repaso a su reciente título homónimo, sin dejar de lado temas anteriores como su inicial “Black Cat”, la preciosa “What If” o la tremendamente pegadiza “The Scam”, con la que pondrían punto y final a su actuación. La banda, liderada por el enérgico bajista y cantante Robin Ericsson, no pararon de agitar al público, haciéndoles participe del show en todo momento, con unas ganas y unas tablas dignas de destacar, atacando con cortes como “Save Me”, “Animal”, “Tomorrow” o la balada “If Love Is a Game”, con la que provocaron el momento más íntimo de lo que llevábamos de noche, gracias a los delicados teclados de Micke. El cuarteto tiene un potente directo, completado por los riffs de guitarra de Daniel y la pegada tras la batería de Mats. Seguro que darán mucho que hablar, tiene un largo camino por recorrer, y ojalá en otra ocasión los podamos disfrutar con mejor sonido y, quien sabe, como cabezas de su propio tour.

Erik Grönwall sobre la barra de Razzmatazz 2 (Foto: Sergi Ramos)

Con una sala a media capacidad, las estrellas de la noche llenaron el escenario a ritmo de uno de los cortes de su nuevo disco, la rockera “Bastard of Society” con la que H.E.A.T salieron a por todas. No tardaríamos en ser testigos de los problemas de voz que venía arrastrando Erik Grönwall a causa de un resfriado, apoyándose en el público en los tonos más altos y estribillos más exigentes, pero la actitud del hiperactivo vocalista suplió con creces esas carencias. Éxitos como “Manneguin Show”, la celebrada “1000 Miles” cantada a pleno pulmón por sus fans o la cañera “Beg Beg Beg” con interludio de AC/DC y su “Whole Lotta Rosie” incluido, interpretado desde la barra del bar cerveza (y chupito) en mano por Erik, encontraban su sitio entre las temas de su polémico “Into The Great Unknown”. El extenso tema que da título al disco puso de manifiesto la reconocida calidad que esconden sus músicos, pero dejó algo gélido el ambiente, como ocurrió con “Redefined”, que a excepción de su estribillo, no despertaría excesivamente los ánimos del respetable.

Uno de los momentos más bonitos de la noche nos lo regalaron con su precioso “We Rule”, uno de mis cortes favoritos del nuevo álbum, interpretado a dúo por el omnipresente teclado de Jona tee y la voz de Erik, que gracias a su medicina (¿más alcohol?) se defendía tan bien como podía a pesar de las dificultades. Le seguiría un “Time on Our Side” que sonaría más heavy que en estudio, en el que las primeras filas se desgañitaron durante el pegadizo estribillo. Los solos a la batería del divertido Crash (¡Ojalá todos fueran de esta duración para no caer en la repetición!), así como la sorprendente garra que Dave Dalone demostró en su turno, ayudaron a crear un ambiente plenamente festivo en el que la banda parecía divertirse como niños, provocando una reacción similar en la mayor parte de su público, coqueteando con versiones de temas tan míticos como “Hold The Line” de TOTO o “The Final Countdown” de sus compatriotas EUROPE, haciendo un guiño a LITTLE RICHARD, durante el cual, Erik parecía divertirse con la similitud que le otorgaba en esos momentos su voz. Las grandes ovaciones de la noche se la llevarían temas como “Breaking the Silence” o “Inferno”, con Jimmy Jay paseando su bajo de un lado al otro del escenario haciendo cantar a todo el público, cuya caña tan solo se viera interrumpida por la melódica “Eye of the Storm” o la divertida “Best of the Broken”, que despegaría en su potente estribillo.

El inevitable bis llegaría en los últimos compases del show, tras el cual los suecos volvieron fuerte con la excelente “Point of No Return”, caballo ganador donde los haya. La audiencia se vino arriba con “A Shot at Redemption”, otro de los platos fuertes de la velada, dejando como colofón final la celebrada “Living on the Run”, con Erik absolutamente desatado entre el público. De nuevo brillaba la dupla Tee/Dalone más en forma que nunca. Habrá a quien le guste más la actitud y formas del rubio vocalista (los más jóvenes y la innegable cantidad de chicas que congrega en sus conciertos), o menos (el sector más “puretilla” del ambiente, siempre hablando en términos generales), pero está fuera de concurso el espectáculo al que eleva cualquier actuación de H.E.A.T, por muchos problemas a nivel de voz o salud que arrastre, o muchas brechas que lleve en la cabeza. Además, la banda al completo suenan compacta y evidencia lo mucho que disfruta encima del escenario, con lo que poco se les puede reprochar. Otros en su lugar hubieran recortado el show o abusado descaradamente de los backing vocals (¿Alguien recuerda la polémica con HELLOWEEN?) o, directamente, cancelado un buen puñado de fechas. No fue su mejor noche, por motivos obvios, pero con esta ya van cuatro ocasiones (cinco si contamos el acústico) que veo a los suecos y dejan muy claro que son una de las grandes apuestas del presente, y futuro, del Hard Rock. Y lo de hoy, un claro ejemplo de la perfección de lo imperfecto.

Texto: Lluis "DiMu" García / Fotos: Sergi Ramos

Promotor:Rock N Rock

Día:09-11-2017

Hora:21:00

Sala:Razzmatazz 2

Ciudad:Barcelona

Puntuación:9