Impresionante. Sencillamente impresionante lo de AC/DC en una noche de martes lluviosa. Con todas las entradas vendidas desde hace casi medio año, AC/DC han dado en el Palau Sant Jordi un recital de poderoso rock n’ roll como pocos se ven hoy en día. 18.000 personas han sido testigo de una de las ceremonias de celebración de ésta música más esperadas. Ni más ni menos que ocho años han pasado desde que la banda australiana pusiera sus pies por última vez en Barcelona. En ese tiempo, toda una nueva generación de fans se ha aficionado a la música de AC/DC, dando lugar a un fenómeno curioso: el público de AC/DC estaba compuesto, en enorme medida, por jovencitos/as de apenas dieciséis o diecisiete años, aquellos que eran demasiado pequeños en la ocasión anterior y que no quieren perderse una gira que –no os extrañe- podría ser la última. Pero eso mismo se dice de los STONES desde hace veinticinco años y míralos… 

Cuando en octubre del año pasado las 18.000 entradas para el show de la banda en Barcelona volaron en apenas tres horas, el cabreo e indignación fueron mayúsculos por parte de todos los fans que se quedaron fuera. Fans que no conocen como funciona esta historia (por más que se emplee el mismo método una y otra vez): la banda hace una gira, dice que son fechas únicas, revienta todos los recintos y una vez vendido todo el papel, anuncian un segundo concierto, una segunda gira o un tour de estadios, como ha sido el caso con los australianos. No hace falta llevarse las manos a la cabeza ni gritar desconsolados: todo el mundo va a tener su ración de AC/DC en el 2009. Después de despachar más de 100.000 copias en España de su nuevo disco, “Black Ice” (cifra confirmada en conversación con Sony Music), era obvio que no iban a hacer una gira para tan solo 54.000 personas, que es el aforo aproximado de los tres conciertos de ésta semana. Diantres: sólo en Madrid, en 1996, hicieron tres noches en Las Ventas ante más de 60.000 personas y dos noches en el Sant Jordi ante más de 30.000. Si el número de fans aumenta ¿como iban AC/DC a hacer sólo estas actuaciones? No obstante, todos (y me incluyo) hemos entrado en el juego y hemos logrado agotar las entradas con meses y meses de antelación. Más de 150.000 entradas vendidas para AC/DC en nuestro país. Para alucinar. Solo un dato: en la gira “Ballbreaker” de 1996, la segunda noche del Sant Jordi no agotó entradas. Eso no sucedería hoy en día. 

Durante la tarde, hemos podido acceder al recinto y ver brevemente como se realizaba el montaje del escenario. Mejor dicho, hemos podido ver como se daban los toques finales al montaje, porque lo más difícil ya estaba hecho. Algunos problemas técnicos con la tensión requerida para el show han puesto de los nervios a algunos, pero todo ha ido sobre ruedas. Hemos podido entrevistar a THE ANSWER por duplicado, con sesión de fotos incluida, y hemos podido hablar con ellos largo y tendido sobre la gira de AC/DC. Un dato positivo: AC/DC solo usan dos camerinos. Al contrario que muchas bandas que necesitan un camerino para cada miembro (léase VAN HALEN), los australianos siguen siendo de lo más básico. “Son extremadamente tímidos” como decía el vocalista de THE ANSWER un rato antes del show. Ni rastro de la banda grande del día, eso sí. Imaginamos que habrán llegado a ultima hora de la tarde, minutos antes de salir a tocar. A modo de comentario, cabe decir que la cantidad de personal implicado, de equipo, de camiones…es alucinante. No obstante, la producción de éste show ha sido infinitamente más sencilla que la de giras anteriores. En lugar de un montón de hierros sobre el escenario, la cosa está siendo muy sobria en ésta parte de la gira, de modo que nada bloquee la vista lateral del escenario y se puedan usar todos los asientos disponibles en cada recinto, maximizando así los ingresos obtenidos por cada show. 

THE ANSWER han tocado durante treinta y cinco minutos con el Palau Sant Jordi absolutamente lleno, a faltar de algunos asientos por ocupar. Los irlandeses han hecho una buena muestra de rock setentero, no sólo tirando de los pequeños clásicos de su disco “Rise”, sino atreviéndose con las nuevas (y más feroces) canciones de “Everyday Demons”, como “Demon Eyes”. No se si habrán convencido al público mayoritario, pero lo cierto es que van más allá de la simple réplica nostálgica. THE ANSWER tienen verdadero potencial si terminan de encontrar una identidad propia porque, con la actual, las comparaciones son demasiado obvias. No obstante, todo está inventado. El deje a Robert Plant de su vocalista Cormac es demasiado exagerado y quizá ese sería un punto a mejorar. Por lo demás han cumplido más de lo que yo mismo me esperaba. En 35 minutos exactos han condensado una carrera que no por breve es menos buena. 

Con media hora de espera impaciente por delante, el pabellón se ha dedicado a corear, gritar, impacientarse y comprar cientos y cientos de esos sets de cuernos luminosos que tanto se ven ahora en los conciertos de la banda. Con apenas cinco minutos de retraso, se han encendido las luces-guía de la pasarela central, se han apagado poco a poco las luces del recinto y se ha iluminado la pantalla del escenario para mostrarnos uno de esos videos tan trillados en los que se salen tías buenas, chispas, Angus caracterizado de demonio y todo lo demás. En ese sentido, el de la gira de “Ballbreaker” molaba más, con Beavis & Butthead como protagonistas. La introducción ha sido tensa, hasta que la pantalla se ha partido en dos para revelar un enorme tren con el logo de AC/DC que presidía el escenario, mientras decenas de explosiones nos abrumaban tanto que, sin darnos cuenta, ha aparecido ante nuestros ojos el tipo al que todos esperábamos desde hacia meses: Angus Young. Ha iniciado el concierto con el riff de “Rock And Roll Train” y a partir de ahí, no ha habido quien lo frene. 

En primer lugar, cabe decir que todos hemos visto videos de la gira americana en webs como YouTube donde la banda no parecía estar al 100%. Ya sabéis: Angus se mueve menos, la voz de Brian Johnson falla más que el sistema financiero mundial y todos están más viejos y cascados. Mi idea era la de salir decepcionado, pese a comprender que la banda no puede durar eternamente. Olvídense ustedes de eso: AC/DC no fallan. Nunca. Si en el sillón de casa es fácil apreciar errores, desafinados de Johnson y demás historias, en el contexto del show todo eso es ignorado por completo. Vale, lo de Johnson es muy evidente, pero las cosas no han cambiado en absoluto. Por otro lado, la banda ya lleva más de sesenta conciertos en esta gira y está muy rodada. Pero, para los que vayáis a verles en Madrid y Bilbao tened esto en cuenta: os van a satisfacer. Más de lo que esperáis. 

Con un Angus fiel a su uniforme (verde en ésta ocasión) y un Brian Johnson que no parado quieto en todo el show, AC/DC han hecho un conciertazo de hora y tres cuartos que ha colmado las expectativas de todos. El segundo tema, “Hell Ain’t a Bad Place To Be” ha teñido de naranja el escenario, buscando ese efecto semi diabólico cuya guinda ha venido de la mano de Angus, quien se ha auto-hecho los cuernos como todo el mundo esperaba antes de arrancar el groove principal del tema. Un temprano “Back In Black” ha hecho estallar el recinto. Aquí Angus ha perdido la gorra al segundo solo. Como siempre, su paso del pato histérico ha provocado que termine enseñándonos a todos su prominente calva (aunque lucia más pelo en la cabeza de lo esperado…Angus haciéndose extensiones? Él también??). 

El cuarto tema ha sido el novedoso “Big Jack”, muy bien recibido por un público que se conoce al pie de la letra el nuevo disco, aunque aún no se atreve a corearlo en demásia –faltan diez años de costumbre aún, como siempre sucede. No ha pasado lo mismo con “Dirty Deeds Done Dirt Cheap”, con la que el recinto ha vuelto a explotar, ni con “Shot Down In Flames”, ni con –por supuesto- “Thunderstruck”. Es especialmente doloroso ver como Brian se esfuerza por llegar a los tonos pero no puede. Tiene que ser verdaderamente frustrante estar ahí arriba y pese al dinero y pese a todo, no poder hacer lo que más te gusta: cantar. Johnson ha dado el 100% durante todo el show, pero es obvio que su voz ya no aguanta una gira. 

El tema que da título a su nuevo disco, “Black Ice”, ha sido el siguiente, pasando un poco sin pena ni gloria. Cuando ha llegado “The Jack”, no obstante , la cosa ha sido muy distinta. Introducido por un juego de respuestas entre voz y guitarra espontáneo, el clásico del “TNT” ha sonado en toda su gloria bluesera. Hasta el clásico strip-tease de Angus ha quedado muy bien en éste tema, aunque lo habitual siempre haya sido “Bad Boy Boogie”, “Jailbreak” o “Boogie Man”.  Siguiendo con la inacabable lista de clásico, “Hell’s Bells” nos ha regalado uno de esos momentos estelares que todos esperábamos: el descenso de la campana gigantesca y el salto y cuelgue del sesentón Johnson, quien lo hace por puro compromiso –se nota- pero que provoca el delirio del público. 

Una perfecta “Shoot To Thrill” (impagable ver a 18.000 personas haciendo palmas en el segmento central del tema) ha predecido a dos canciones más del nuevo disco, la maliciosa “War Machine” y el single “Anything Goes”, donde Brian se las ve y se las desea. Malcolm Young, el gran olvidado, ha brillado con luz propia en éste tema, donde el riff principal es cosa suya y Angus solo pone los adornos.  Pero si “Anything Goes” suena a algo es a “You Shook Me All Night Long”, que ha sido el siguiente tema en sonar, ante el rugido general del público. La potente “TNT” nos ha servido para ver mucho fuego sobre el escenario y a una banda que no parecía cansarse (Brian parecia querer comerse al público ésta noche), mientras que “Whole Lotta Rosie” ha tenido la dosis de efectismo esperada. Una gigantesca Rosie de muchos metros se ha subido al “rock n’ roll train” que seguía presidiendo el escenario para saludarnos a todos. No obstante, Brian parecía tener algunos problemas con su pinganillo o con su micro, y se ha pasado la mayor parte del tema increpando a su técnico de escenario y buscando una solución. Ésta ha llegado segundos antes de “Let There Be Rock”, que ha superado los diez minutos de duración y ha incluido un largo solo de Angus. Mientras Phil Rudd, Malcolm Young y Cliff Williams aguantaban el ritmo, Angus iba avanzando por la pasarela hasta llegar a una plataforma hidráulica que lo ha levantado seis o siete metros por encima de un público extasiado. El guitarrista ha hecho un solo histérico, se ha revolcado, ha vuelto al escenario y ha enlazado con su mítico solo – en – solitario, en el que ha demostrado estar en mejor forma de lo esperado en cuanto a digitación. La estampa de Angus en la pasarela que hay por encima de la batería mirándonos a todos y haciendo todos esos licks grabados en la conciencia colectiva es sencillamente impagable. 

La banda se ha retirado durante cinco largos minutos a descansar. Angus ha sido el primero en volver, apareciendo con sus cuernos de diablo, rodeado de humo y fuego desde debajo del escenario, en una plataforma que le ha elevado de nuevo ante nuestros ojos para interpretar “Highway To Hell”. Era ya el momento de decir adiós y lo han hecho con “For Those About To Rock (We Salute You)”, con seis cañones disparando sobre el escenario, y un final apabullante como siempre se espera en este tema. El humo, las carreras finales de Angus, la bulla final…todo lo que esperábamos. Ni más ni menos. 

El sonido ha sido increíblemente decente durante todo el concierto. Era gracioso ver a empleados de la discográfica buscando la manera de proteger sus oídos antes del show, dejando clara la reputación de AC/DC de ser más potentes que un jodido avión despegando. Y no es para menos: allí había 18.000 personas dispuestas a perder el sentido de la audición por completo. Querían perderlo. Necesitaban perderlo. Querían volver a casa con la cabeza vibrando y escuchando pitidos. ¿Y sabéis que? AC/DC lo han conseguido. Aquí estoy ahora mismo, a las dos de la mañana, acabando la presente crónica y notando como ese pitido incesante invade mi cabeza. Pero estoy feliz. Es culpa de AC/DC.

Texto y fotos: Sergi Ramos / Fotos adicionales: Joan Asensi

Promotor:Live Nation

Asistentes:18000

Día:31/03/2009

Sala:Palau Sant JOrdi

Ciudad:Barcelona

Puntuación:9