El show intenso de los distintos talentos de O.R.k y Lizzard
O.R.k es un grupo de grandes músicos que disfrutan con lo que hacen, cada uno con su estilo, se juntan para crear temas libres de cualquier etiqueta. Tanto las composiciones, variantes y distintas entre ellas, como de la interpretación individual de cada talento funciona a la perfección. El resultado es intenso.
Asistimos a un concierto con dos bandas dificiles de definir. Abriendo la sesión subió al escenario el trio francés Lizzard. Ya han pasado por nuestras tierras en varias ocasiones y los respalda el hecho de haber abierto para grupos como Gojira, Loudblast o Soen. Presentan un Rock enérgico muy personal y original. Destacaron por su entrega desde el primer instante sobre las tablas y, con actitud positiva, fueron caldeando el ambiente ante el escaso público que asistió al evento. Presentaron su tercer álbum, “Shift” que, aunque sale de forma oficial a finales de febrero, ya se podía adquirir en la mesa de merchandise.
A la guitarra y voces, Mathieu Ricou no para de sonreir y persuadir al público para que se anime y se una a la fiesta. Cabe decir que, una vez superada la sorpresa ante la curiosa propuesta lo acaba consiguiendo. Al final de la actuación, la gran mayoría del público se mecía al ritmo de William Knox al bajo y sobretodo a la contundencia y precisión de Katy Elwell a la batería, que nos deleitó con ritmos completamente diferentes a cada tema pero todos con pinceladas técnicas y personales. Demostraron versatilidad desde temas con aires étnico o de corte más floydianos, manteniéndose sorprendentes y potentes en todos ellos.
Para el set de O.R.k. hasta la disposición sobre el escenario es curiosa: Con el cantante y teclista en el lateral derecho y protegido por una mampara de los embites de Mastelotto justo en frente a la izquierda de los espectadores (si, justo detrás de la atractiva columna que caracteriza la sala pequeña de Razzmatazz), Pipitone se pelea con la acústica como si quisiera arrancarle acordes imposibles al fondo del escenario y Edwin muestra su carismática sonrisa como frontman. Parece que han reproducido la situación de su local de ensayo. Se sienten cómodos y la música fluye.
O.R.k. no son una “superbanda”. A ellos no les gusta la etiqueta y yo opino que es un término que se usa en exceso y sin mucho criterio, por lo que les tengo que dar la razón. O.R.k. es una banda formada por grandes talentos: Lorenzo Esposito Fornasari (LEF) tiene una voz aterciopelada con un amplio registro del que hace gala durante todo el show, el innovador guitarra Carmelo Pipitone (Marta Sui Tubi) se pelea con la acústica como si quisiera arrancarle acordes imposibles y los renombrados Pat Mastelotto (King Crimson) y Colin Edwin (Porcupine Tree) hacen gala de su dilatado bagaje. Es un grupo de grandes músicos que disfrutan con lo que hacen, cada uno con su estilo, y se juntan para crear temas libres de cualquier etiqueta. Tanto las composiciones, variantes y distintas entre ellas, como de la interpretación individual de cada uno de los miembros funciona a la perfección. El resultado es intenso.
Después de abrir con “Therapy”, el cover de LEF con aires crimsonianos, repasan temas de sus dos álbumes, a partes iguales, para acabar con la versión del tema de David Bowie que ya han hecho suya “I’m Afraid of Americans”. El set de poco más de hora y cuarto se hace corto y el público queda con ganas de más. Señal del buen hacer de estos grandes “supermúsicos”.
Texto y fotos: Josep M. Llovera
Promotor:Madness Live
Día:2018-01-26
Hora:20:30
Sala:Razzmatazz 3
Ciudad:Barcelona
Teloneros:Lizzard
Puntuación:8
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