Sin duda Big  Bang Music viene pisando fuerte. Y
es que en menos de un año la discográfica de Rafa Garrigós (ex batería de Aspid)
ha fichado numerosas formaciones nacionales, algunas más veteranas que otras,
que parece ser que tienen mucho que decir. El pasado viernes fue el turno de
Dragonslayer y Sargon. Ambos grupos, catalanes, han editado recientemente su
segundo y primer trabajo discográfico respectivamente: “Sed de Mal” en el caso
de Dragonslayer y “Transcriptions” en el de Sargon.

En Roda de Ter, junto al paseo fluvial y bajo la
mirada de un bonito puente románico, las fiestas del pueblo se tiñeron durante
unas horas de guitarras contundentes y baterías trepidantes.

A las once de la noche, con aproximadamente una
hora de retraso,  Sargon salieron a escena. Las primeras notas de “Inscriptions”,
la arábiga intro que abre su primer disco, sirvieron para que los que allí congregados
se fueran acercando al escenario, algunos más decididos que otros, para ver
qué les ofrecería la banda catalana.

En el ocaso del tema, sampleado, fueron saliendo
los miembros del grupo que empalmaron enérgicamente con el primer tema del disco
“Perfect”. El sonido pregonaba un buen concierto, pues las guitarras de Carles
y Oriol sonaban de lo más contundentes, sin eclipsar la base rítmica.

Sin descanso llegó “In The Sand”, de la que cabe
destacar el hecho que el cantante y guitarrista, Oriol Nieto, salió más que
airoso al interpretar el solo que originalmente ideó Pablo García (Warcry) para
el disco, una de las colaboraciones más interesantes de “Transcritpions”.

“Shattered World”, fue una de las alusiones a su
segunda maqueta “Mirage”. No por ello es un tema inmaduro ni falto de personalidad;
se trata de una canción compleja y progresiva, donde la banda nos demuestra
que un medio tiempo no tiene porqué ser aburrido. Un buen tema que esperamos
encontrar en su próximo trabajo.

A continuación los músicos se hicieron a un lado
para dejar paso a la bailarina Erika Llopis, uno de los reclamos más originales
y atractivos de la banda. Llegó “Desert Sunset” y la joven deleitó al respetable
con una sugerente danza del vientre, acorde con las melodías arábigas del tema.
En esta ocasión, Marc Prim complementó su elogiable tarea tras los parches haciéndose
con su darbuca (una especie de jembé con membrana de plástico) y demostrar que
en cuanto a percusión de refiere, es capaz de tocar todas las teclas.

Mientras Erika se retiraba sutilmente, ante los
aplausos y piropos de más de uno, Sargon volvieron a mostrarnos su cara más
trepidante con una rompedora “God’s Struggle” una canción rápida y potente que
provocó el had-banging generalizado de un público que no sabía del todo a quien
iban a ver. En este tema, junto con “In The Sand” fue cuando los músicos estuvieron
más desenvueltos y dispuestos a animar al público, especialmente el bajista
Jordi Llobet, un torbellino de energía cuya admiración hacia Steve Harris es
de lo más evidente.

Y después de la tormenta no podía llegar otra cosa.
“Nida”, una canción que aún su dulzura musical y líricamente, no se limita a
ser una simple balada. En ella es donde la voz de Oriol adoptó una mayor emotividad,
siendo digna de elogio la capacidad interpretativa del mismo, aferrado a su
micrófono y sintiendo cada una de las palabras que pronunciaba.

Con el publico más relajado, que no amuermado, llegó
“The Legend Of Sargon”, una canción de su primera maqueta que en otros tiempos
fue su estandarte. Compositivamente no es una canción muy compleja, pero su
estribillo pegadizo y algo repetido entusiasmo al público, más que a los propios
integrantes a juzgar por su postura más bien aburrida durante el tema. Su interpretación
dejó que desear, no se les vio disfrutar del mismo modo que en otros temas y
estuvieron algo estáticos. No obstante, nuestro Harris catalán no paró de corretear
por el escenario y hacer gritar a cualquiera de los que estaban a bajo.

El tema escogido para concluir la actuación fue
la archiconocida “Number Of The Beast” de Iron Maiden, que sin duda puso al
público del revés y hizo acercarse aquellos que todavía no estaban convencidos.
A excepción de algún error en la voz de Oriol (imitar a Dickinson no es fácil)
y algún despiste en la letra, los Sargon supieron acercarse al respetable, tocándola
con ganas, fuerza y desparpajo.

Aunque no se trate de una banda consagrada, los
numerosos conciertos que estos chicos llevan a sus espaldas les hace tener interiorizadas
una serie de tablas encima del escenario, a pesar de que en algunas ocasiones
se les vea un tanto estáticos (especialmente a Oriol, debido a su doble trabajo)
saben llenar el escenario y reclamar la atención.

Tras un relevo bastante rápido, sobre las doce llegó
el turno de Dragonslayer.

Los barceloneses entraron con el tema que abre su
segundo trabajo “Sed de Mal”, la guitarrera “Inspiración”. Des del primer momento
se pudo comprobar que la voz de Sergio Márquez no impresiona sólo en estudio,
sino que en directo puede ser igual de rompedora, lo cual causó caras de sorpresa
y admiración entre el público.

Con “Bajo el Fuego” llegó uno de los trallazos de
la noche, donde las guitarras de Jordi Foraster y Oscar Lecina (también miembros
de Hapax) sonaron de lo mas desgarradoras sobre una batería rápida y contundente.
Como anécdota, la banda dedicó el tema a Sargon, con lo que se pudo observar
un cierto buen rollo entre ambas formaciones, que además de pertenecer al mismo
sello discográfico, no era la primera ocasión que compartían cartel.

Después de “Sueño Inmortal”, un tema con riff’s
pesados y que quizás no provocó la misma descarga de adrenalina entre el público,
llegó la versión de Sangtraït “Les Creus Vermelles”, una buena elección para
una noche de metal catalán que encandiló al respetable e hizo disfrutar a la
banda en completo, pues se les veía cómodos, con ganas y llenando el escenario.

Con el ambiente bastante caldeado, llegaron “Vació
Mental” y “Junto a Ti”, dos canciones más relajadas y donde el batería Raül
Cabedo pudo reponer algo de fuerzas para los temas venideros. La interpretación
vocal de Márquez, especialmente en el “Junto a Ti”, fue de lo más dulce  y apropiada
con la letra de la canción, aunque el cansancio empezara a notarse en su voz.

La segunda versión de la noche fue la rockera “Fool
For Your Living” de Whitesnake. La banda la defendió a la perfección y se volvió
a poner de manifiesto que las versiones ponen al público del revés y son la
llave para darse a conocer y despertar el interés de los más escépticos.

Seguidamente llegó “Tan Sólo Uno Más” uno de los
temazos de su segundo disco. Las guitarras potentes y con un sonido para quitarse
el sombrero, junto a la frescura de la base rítmica y la fuerza de la voz fueron
la combinación ideal para que los que allí reunidos no pararan de moverse y
perder el miedo definitivamente a acercarse al escenario.

Aunque los componentes tocaron correctamente y de
lo más compenetrados, si se les puede achacar a los barceloneses, igual que
a Sargon, la rigidez y falta de movimiento sobre el escenario, a excepción de
Sergio Márquez y el bajista Ferran Cardona, mayoritariamente en la parte central
de la actuación. Parece ser que la técnica y los solos vertiginosos fueron,
en ocasiones, en detrimento del dinamismo de los miembros.

Cuando la banda llevaba unos tres cuartos de hora
sobre el escenario, llegó el último y homónimo tema del disco, “Sed De Mal”.
Las guitarras contundentes y los harmónicos poderosos, marca de la casa durante
toda la actuación, tomaron especial importancia en esta canción, donde la voz
volvió a salirse.

Por último llegó una versión más que curiosa, “Eye
Of The Tiger”, originalmente de Survivor, también conocida por formar parte
de la banda sonora de la película “Rocky”, incluida en “Sed De Mal”, que sinceramente
les ha quedado redonda. Algo que les recuerda que, a base de constancia, pueden
llegar a lo más alto. No cabe decir que entusiasmó al público.

Pero Roda de Ter no tenía suficiente, y tras corear
su nombre repetidamente, los Dragonslayer improvisaron otra versión. En esta
ocasión llegó el turno de Rainbow y su más que mítico “Long Live Rock’n’Roll”.
Sergio Márquez no tenía bastante con haber hecho justicia a monstruos como Dave
Coverdale que se atrevió con un Dio que le quedó más que aprobado.

Y así acabó la noche de Rock’n’Roll, de guitarras
rompedoras y ritmos vigorosos, la noche de dos promesas cada día más confirmadas.
Larga vida!

Texto y Fotos: LiLiTh

Datos:"Barrakes"
Roda de Ter (Barcelona)
Publico: 200 personas
Promotor: Big Bang Music

Día:23/09/2005

Puntuación:8