Algunos habitantes de Gilena organizaron una fiesta de bienvenida al mediodía en la que repartían paella y calimocho gratis en una zona de sombra en la que se estaba realmente bien, todo un detalle que se valora muy positivamente.

Hace dos años nació el Acordes de Rock en La Roda, Sevilla, un festival con una mira bien alta: intentar ser, con el tiempo, uno de los festivales nacionales de referencia para el rock y el metal. En esta segunda edición nos moveremos hasta Gilena para disfrutar de dos días llenos de rock.

Antes de comenzar la crónica, cabe escribir un poco sobre el buen trato que recibimos todos los asistentes por parte del pueblo sevillano. Algunos habitantes de Gilena organizaron una fiesta de bienvenida al mediodía en la que repartían paella y calimocho gratis en una zona de sombra en la que se estaba realmente bien –de hecho hubo bandas como CRISIX o SOVENGAR disfrutando de la fiesta gilense-, todo un detalle que se valora muy positivamente.

Las puertas del polideportivo en el que se hizo el festival se abrieron con unos treinta minutos de retraso. Cuando los primeros de la fila llegaron al escenario, se toparon con una sorpresa: ALEJANDRA BURGOS. Tenía que haber tocado en la fiesta de presentación, pero la organización decidió pasarla al escenario principal para abrir el festival.

Ya desde esta primera actuación hubo problemas en el escenario. Uno de los generadores no funcionaba como debía y tardaron en arreglarlo. Son problemas del directo que en un primer momento no importan demasiado, pero a lo largo de las dos jornadas hubo una cadena de problemas que terminaron retrasando las últimas actuaciones hasta dos hora. Pese a todo, la argentina salió a darlo todo con una banda bastante compenetrada que se entendía a la perfección. Su voz me recordó un poco a la de Elin Larsson, de Blues Pills, aunque su estilo no tiene nada que ver. Alejandra sorprendió al personal con un rock muy dináminco que hubiera servido para calentar motores si no fuese por el cortísimo setlist que tocó.

Turno de TRILOGY 666, una banda de Hard Rock compuesta por músicos con más de treinta años de experiencia. Todavía no se veía a mucha gente en el público, y los valientes de las primeras filas estaban claramente afectados por el calor, pero a lo largo del concierto algunos curiosos fueron atraídos por el rock de los cordobeses.

Con un estilo mucho más moderno, NOCHETERNA llegó para presentar su primer disco, Epsilon. La mezcla electrónica y heavy hizo mover muchos cuellos, pero cuando se ganaron totalmente al público fue cuando versionaron el aclamadísimo “Maldita sea tu nombre” de Ángeles del Infierno. Fue para muchos asistentes una de las bandas revelación; muy poca gente les conocía, pero mucha quedó con ganas de más.

Con otro notable retraso, SOLDIER cogió el relevo para sorprendernos con un thrash de categoría. Dejaron bien claro por qué pese a su corta trayectoria discográfica, con tan solo dos álbumes en el mercado, han teloneado a bandas como Kreator o por qué han tocado en festivales tan importantes como el Resurrection Fest. Para el gran concierto que hicieron hubo menos público del que merecían, pero a veces importa más la calidad que la cantidad, y es que pese al estar rozando temperaturas extremas y a no tener sombra, SOLDIER consiguió que incluso quienes no les conocían se uniesen a los primeros pogos de la jornada. Es una banda con ganas, talento y un futuro prometedor si las cosas no se les tuercen.

Poco después llegó CRISIX, una banda de catalanes que con su thrash hicieron una de las mejores actuaciones del festival. Estuvieron excelentes en todos los aspectos: en la elección del setlist, en actitud, en profesionalidad… una lástima que tuviesen tantos problemas. A Dani “Ramis” se le rompió una cuerda del bajo en medio de una canción y estuvo más de lo que le hubiese gustado sin tocar. Tuvo que esperar a que otro músico –creo recordar que el bajista de [IN MUTE]- le prestara su bajo para poder seguir. Además de este pequeño accidente, se les juntó que justo cuando fueron a hacer un Wall of Death, los altavoces fallaron y se quedaron sin sonido. Tuvieron que esperar a que, de nuevo, solventasen los problemas técnicos para volver a encendernos los motores.

Repito que pese a esto, CRISIX fue sin duda una de las bandas más aplaudidas del Acordes, tanto por sus fieles como por los que no les conocían. Afrontaron los problemas con profesionalidad, consiguieron que el público no se aburriese mientras esperaba a que volviese el sonido de los altavoces, dieron un conciertazo, jugaron a intercambiarse los instrumentos en un par de temas e incluso el cantante salió del escenario para cantar con el público y darle el micrófono a un par de fans. Si no hubiesen tenido tantos problemas, mi puntuación sería un diez rotundo.

Llegó el turno del primer cabeza de cartel y, en mi opinión, del mejor concierto de todo el festival: DORO. La alemana volvió a demostrar por qué mantiene el título de Reina del Metal: carisma, voz, cercanía con el público, cariño, emoción, fuerza, pasión, entrega y mucho, mucho rock. Es cierto que parece tener la misma energía que hace treinta y cinco años, pero también que la edad y el trabajo continuo no perdona algunas cosas. Hubo veces en las que se le vio algo perdida en las letras, llegando a olvidarse de estribillos de temas tan clásicos como East Meets West, pero quien va a un concierto de Doro sabe que es bastante frecuente que se le olvide o cambie algún verso.

El seltist estuvo plagado de clásicos que todo el mundo conoce: Burning the Witches, Fight for Rock, el mítico Breaking the Law de Judas Priest…

El único pero que se le puede poner es que alarga innecesariamente temas que deberían quedarse tal cual fueron compuestos. Añadirle un poco de emoción a Für Immer está bien, pero dejar al público cantando lo mismo durante dos minutos termina cansando. Lo mismo para All We Are, un himno de tres minutos que en directo se transforma en siete u ocho. Esto no quiere decir que el concierto fuese aburrido: todo lo contrario. Fue el plato fuerte del festival. Todo un lujo tener artistas así en tierras andaluzas.

`

Todas las esperas entre concierto y concierto se hicieron bastante largas, pero la que hubo entre Doro y MEDINA AZAHARA se hizo aún peor por el cambio de temperatura. Pasamos de ver a gente sin camiseta a gente en sudadera –y aún así quejándose del frío-. Debido a esto, al cansancio o a que el estilo musical de Medina tenía poco que ver con el del resto de bandas del festival, fueron un poco flojos comparado con otras actuaciones que han hecho. Fue un buen concierto, estuvieron muy bien y la gente cantaba todas sus letras, pero han tenido conciertos mejores.

 [IN MUTE] tendría que haber tocado antes de Doro, pero para que la alemana pudiera tocar a su hora programada, hicieron un cambio de horarios y al final se subieron al escenario mucho más tarde de lo que debían. El setlist estuvo compuesto en su mayor parte por temas de su último disco y, cómo no, fue un concierto desgarrador de principio a fin. Desgraciadamente aún se oyen bastantes comentarios que defienden que una mujer haciendo guturales no encaja en una banda de metal, que no valen para ello. Stefi es el perfecto argumento para cerrar todas las bocas que vomitan estos comentarios. Tiene una voz tremenda, una presencia escénica colosal, una actitud más que perfecta y unos compañeros de banda que crean una atmósfera ideal para un concierto. Personalmente pienso que es de las mejores bandas nacionales y que hay que ir a verles tantas veces se pueda, porque perderte un concierto de [IN MUTE] es perderte uno de los mejores espectáculos de metal que se ofrecen en la actualidad.

Con un público visiblemente cansado, llegaron AZRAEL para devolver a los asistentes la energía con la que empezaron el festival. Aprovecharon la ocasión para celebrar su 25 aniversario, siendo el setlist una recopilación de sus temas más exitosos. La sorpresa vino salió Miguel Carneiro, el antiguo cantante de la banda, a cantar uno de los temas más esperados por los fans de la banda, Tan solo libre. Fue un buen concierto, pero quedó algo insípido para tratarse de un 25 aniversario.

Seguidamente entraron LANDEVIR, una banda que tocó en un horario bastante malo para darse a conocer, pero que supo aprovechar el tiempo que les dieron para satisfacer a sus fans y atraer a gente nueva. Fue un concierto lleno de aciertos, potencia, energía y entusiasmo. Igual que la anterior banda, tuvieron un invitado muy especial: nada más y nada menos que Narci Lara, de Saurom.

SOVENGAR fue la guinda del pastel que cerró la primera jornada. Tocaron a las cinco de la mañana ante un polideportivo bastante vacío. Incluso la organización barajó la posibilidad de que tocaran al ía siguiente, pero al final salieron a tocar con una profesionalidad abismal. Hacía frío, era muy tarde y casi no había público, pero tocaron como si estuvieran haciéndolo en un Wacken lleno a las once de la noche. Valen mucho, son jóvenes y profesionales. Es una banda que merece ser escuchada y estar en más carteles de festivales, tanto por su profesionalidad como por la calidad de su música.

 

Texto: Luis Sánchez Martín / Fotos: Odigir Olaf

Promotor:Acordes del Rock

Día:2017-07-21

Hora:19:00

Sala:Polideportivo de Gilena

Ciudad:Sevilla

Puntuación:8