El final de una existosa y completa (en cuanto a estilos de las bandas que han copado el cartel) edición del 15º Leyendas del Rock se llevó a cabo con ese mencionado y no siempre demostrado relevo generacional a la hora de escoger un headliner. Epica, grupo que siempre ha solido actuar a media tarde en los festivales españoles, tomaba el mando de la mano de su fogosa producción y, junto a Opeth, que no son el estilo que más agita al público del festival de Villena, lideraron un último día muy amplio en lo que a estilos de metal se refiere para poner la guinda a este Leyendas del Rock 2022.

Además de en el entorno del propio festival, en el escenario Forjando Leyendas ubicado contiguo al camping se da la oportunidad de abrirse al público a bandas nóveles con todo el ansia de ocupar el lugar de los que actúan en el recinto principal. Previa al comienzo de las actuaciones en el propio recinto del festival, dicho entorno albergó la actuación de Astray Valley, adición al cartel de última hora. Los barceloneses actuaron bajo un selecto público y amenizaron el tiempo de la comida a quienes se encontraban bajo la carpa con los cortes que aparecen en su último EP.

Astray Valley (Foto: Lolo)

La última jornada del Leyendas inauguraba el escenario grande con el eléctrico directo de Wig Wam, banda que ha saltado a la fama gracias a la serie de «Peacemaker». El calor era sofocante y la gente se apelotonó en las primeras filas en busca de sombra. Aunque de lejos pudiera parecer que habían congregado a pocos, lo cierto es que la densidad estaba por las nubes.

Wig Wam (Foto: Nacho García)

Los noruegos presentaron un concierto movido y divertido, muy en la línea de lo que habría podido esperar de unos Steel Panther algo menos cañeros, y consiguieron despertar a un respetable que a esas horas y bajo ese calor puede ser difícil de animar. Por supuesto «Do You Wanna Taste It» fue el punto álgido de la actuación pese a que cortes más recientes como «Shadows Of Eternity» también tuvieron un recibimiento nada despreciable -aun cuando el grupo todavía tiene que romper con la maldición de ser unos one hit wonder-. Sea como fuere, el espectáculo fue un derroche de carisma y energía, solo queda esperar a verlos en sala para apreciar el auténtico alcance de su propuesta.

Wig Wam (Foto: Lolo)

Jorge Salán tenía la ardua tarea de inaugurar la jornada en el Mark Reale, hecho que no le supuso un hándicap al guitarrista ya que consiguió una hermosa cantidad de seguidores poblando la pista. Al frente del escenario se pudo ver a un Jorge cómodo ya en el papel del frontman ya que ha avanzado enormemente en lo que a su capacidad vocal se refiere. La amplia trayectoria del músico sirvió para tener una propuesta confeccionada con un amplio abanico de estilos musicales -desde metal a blues así como amplios lapsos donde mostrar sus habilidades a las seis cuerdas-.

Jorge Salán (Foto: Nacho García)

17:00h de la tarde, calor y viento abrasador y dos tornados de vocalistas inundaron el escenario con un sonido compacto y poderoso mientras lanzaban besos al público. El público se entregó a Butcher Babies desde el minuto uno sin parar de saltar y bailar. En mitad del concierto, su vocalista Heidi Shepherd aprovechó el momento para pedir un circle pit y, ante la falta de intensidad y parando la canción, decidió bajar y sumarse al publico, consiguiendo así que la gente se animará a hacerlo.

Butcher Babies (Foto: Lolo)

Tocaron cañonazos como “Monsters Ball” con la gente con los puños arriba y desatando la locura general. También destacaron “It’s Killin’ Time, Baby” y “POMONA (Shit Happens)”. Durante el último tema se subieron al anti-avalancha para cantar y la gente enloqueció para luego bajar a chocar las manos corriendo de punta a punta el foso.

Butcher Babies (Foto: Nacho García)

Ensiferum salieron al ritmo de la más reciente «Rum, Women, Victory», que aunque fue la canción que menos gustó en el punto lila sí que consiguió convertir el escenario principal en todo un campo de batalla comenzando ya con una wall of death y manteniendo el ritmo con todo un trallazo como «Token Of Time”.

Ensiferum (Foto: Nacho García)

Algo que gusta mucho de los grupos de folk es que funcionan muy bien en el formato de un festival y aúnan la juerga y las ganas de destrozar al prójimo en un mosh pit como se vio en la fiestera «Twilight Tavern». Los pogos se tornaron en cánticos para la épica «In My Sword I Trust», que con su estribillo grandilocuente dio unos minutos de paz a un público que aún estaba aturdido por el sol.

Ensiferum (Foto: Nacho García)

La queridísima «Lai Lai Hei» puso nuevamente todo el recinto patas arriba con un ejército de remeros manifestándose frente al escenario y conquistó a los presentes con su sutil combinación de momentos de calma con otros de locura absoluta. Encararon la fase final del concierto con la reciente «Andromeda» y la destructora “Iron».

Ensiferum (Foto: Nacho García)

Kritter tuvo el problema de coincidir con Ensiferum en el escenario principal -además a una hora en la que el festival aún tiene un goteo algo bajo de gente llenando el recinto-. La voluntariosa banda había llenado el lugar con carteles invocando a los fans a su concierto, y aunque consiguieron reunir a unos cuantos, el Leyendas siempre ha reunido a fans de un sonido más clásico, por lo que es complicado reunirlos ante algo más moderno. Aun así, los que se reunieron alrededor del Mark Reale pudieron descubrir de una experiencia genuinamente underground en un recinto inmejorable y fueron de los grupos que mejor aprovechó la intimidad del escenario pequeño.

Kritter (Foto: Nacho García)

Este proyecto un poco extraño llamado Turilli/Lione Rhapsody tuvo unos comienzos un poco accidentados. Después de renegar de algunos de sus temas más clásicos como cuando juraron y perjuraron que no iban a tocar «Emerald Sword», no solo comenzaron con la misma y otro clásico como «Dawn Of Victory», sino que no hubo ni rastro de ese ‘Zero Gravity’ que no le gustó a nadie. ¿Pero realmente se les puede echar en cara? Las canciones de Rhapsody están hechas para cantarse en festivales, y sí, quizás han reculado tras un fracaso bastante sonado, pero al final vuelven a estar bien encaminados y ejecutando las canciones con la energía y la entrega de un grupo de chavales.

Turilli Lione Rhapsody (Foto: Lolo)

Fabio Lione pudo alardear de estado vocal y si además iba chapurreando castellano no necesitaba nada más para meterse al público en el bolsillo. Esa voz brilló pletóricamente en «The Wizard’s Last Rhymes», que se empalmó a la perfección con la movida «Land Of The Immortals». Se repasaron los clásicos más reconocidos pero también hubo tiempo para airear estas joyas menos conocidas que son difíciles de escuchar en directo y que buscaron hacer olvidar al respetable ese chasco que fue el primer lanzamiento de esta otra versión de Rhapsody.

Turilli / Lione Rhapsody (Foto: Nacho García)

La épica tranquilidad de «Lamento Eroico» trajo algo de calma antes de la tempestad con su grandilocuencia operística, solo para verse sucedida por la furia tormentosa de «Holy Thunderforce» que sonó más salvaje y enérgica que nunca. Hubo un momento para recordar a Christopher Lee antes de la épica brutalidad de «Unholy Warcry», que culminó uno de los conciertos más espectaculares del festival. Los italianos salvaron los muebles a base de revivir viejos éxitos, pero visto lo visto a veces un poco de nostalgia es lo que se necesitan para dar un señor concierto.

Turilli / Lione Rhapsody (Foto: Nacho García)

Sphinx reforzaron una vez más la confianza que le tiene el Leyendas al power metal cantado en castellano en los que han sido unos espectáculos muy reminiscentes de la era dorada del género en los 2000. Atraídos por el morbo de su reunión, muchos curiosos se acercaron a darles una oportunidad a un grupo que nunca ha gozado del reconocimiento que se merece bajo el criterio de una parte de los aficionados.

Sphinx (Foto: Nacho García)

Overkill siempre han estado en la cresta de la ola de las grandes bandas del thrash. Surgidos de la primigenia del género, los americanos siguen defendiendo sus temas con la misma frescura que cuando cuatro décadas atrás se formó la banda. Comenzaron fuerte con «Wrecking Crew» para atacar rápidamente con «Electric Rattlesnake”; ambas llegaban unas revoluciones por encima de lo que originalmente fueron grabadas al igual que sonaron el resto de temas en el escueto set.

Overkill (Foto: Nacho García)

La actuación de Overkill fue apoteósica y enérgica, aunque su presencia en grandes festivales puede suponer un hándicap. El reducido tiempo en escena encorseta los temas a interpretar al puñado de clásicos más importantes de su trayectoria, lo que permite escasas variaciones en su interpretación.

Overkill (Foto: Nacho García)

Es digno de recalcar que parte de la energía recae sobre las espaldas de Bobby Blitz y sus agudos imposibles, los cuales sigue manteniendo aunque tenga que ausentarse del escenario durante los solos para coger aliento. El vocalista se mostró animado dando las gracias personalmente a Marcos Rubio por contar nuevamente con la banda en el festival y él mismo con una lo demostró llevando una camiseta del Leyendas del Rock. «Bring Me The Night», «Ironbound» y, cómo no, “Elimination» destrozaron cuellos a su particular manera.

Overkill (Foto: Nacho García)

La versión de The Subhuman, «Fuck You», ya es marca de la casa para terminar cada concierto, por lo que un mar se peinetas tiñó Villena para despedir a Overkill, que terminaron alrededor de 10 minutos antes de la hora estipulada.

Overkill (Foto: Jesús Martínez)

Dünedain, una de las últimas incorporaciones al cartel de este año, lograron abarrotar la carpa del Mark Stage. «A Un Paso Del Cielo» fue el pistoletazo de salida para un concierto lleno de fuerza donde la dupla que formaron Tony y Carlos funcionó a la perfección.

Dünedain (Foto: Nacho García)

El repertorio se basó en sus dos últimos trabajos ‘Pandemonium’ y ‘Memento Mori’ sin olvidar temas que no pueden faltar en todos sus conciertos como «Por Los Siglos De Los Siglos», que Carlos cantó encaramado a uno de los andamios laterales del escenario o «Corazón De Invierno» con la que finalizaron. Entrega total por parte de la formación y uno de los conciertos con mayor asistencia de público de la jornada fuera de los escenarios principales.

Dünedain (Foto: Nacho García)

La congregación que había delante del escenario para ver a Opeth pudiera no parecer muy numerosa, pero era una impresión engañosa. No había el barullo, los pogos o las aglomeraciones que sí que hubo con otros cabezas, pero desde las primeras notas de «Hjärtat Vet Vad Handen Gor” pudo verse que los suecos gozaban de la atención de todos y cada uno de los asistentes.

Opeth (Foto: Lolo)

En «Ghost Of Perdition» esta concentración digna de aula de universidad se perdió en pos del frenesí, pues nunca una canción de diez minutos se había hecho tan breve en directo, con tantos músicos de tanto nivel tocando temas tan complejos. La producción que había sobre el escenario era escueta pero cumplidora; consistía en un juego de luces que acompañaba al ritmo de las canciones como en «Cusp Of Eternity», que brilló especialmente en vivo. La jazzera «The Devil’s Orchard» uso esas mismas luces para teñirse de rojo y sumirse en una atmósfera como ninguna banda lo había conseguido o conseguiría en el festival.

Opeth (Foto: Lolo)

Es raro y valiente que un festival le entregue un puesto de cabeza de cartel a un grupo de progresivo; sería mucho más fácil dárselo a una vieja gloria que a duras penas puede completar los dos temas por los que se le conoce. Aun así, Opeth se lo creyeron lo suficiente como para hacer sentir que su experiencia, si bien no era la más accesible del festival, sí que era una en la que valía la pena sumirse.

Opeth (Foto: Jesús Martínez)

En «The Drappery Falls» Mikael Åkerfeldt pudo alardear ya no solo de su camaleónica voz, sino de unas aptitudes de solista que guiarían a esta épica y compleja canción a través de doce minutos de locura en los que la audiencia no podía siquiera apartar la mirada del escenario. La tranquila «In My Time Of Need” ejerció la función de balada en el concierto y capturó al festival en un contoneo tranquilo sin que en ningún momento se dejara de corear la letra.

Opeth (Foto: Lolo)

El bajo de Martín Méndez guío el inicio de «Sorceress», que de nuevo contó con un juego de luces resultón y los deberes musicales hechos, auspició que Opeth demostraran lo mucho que valen como cabezas de cartel, más que como la curiosidad en letra pequeña. Mikael auguró que la siguiente se trataba de una canción larga y con muchos cambios para encarar «Deliverance», una de las favoritas que causó auténtico fervor. Que cortes muy extensos se sintieran cortos fue la tónica del concierto de Opeth, que aunque sobre el papel solo tuvo ocho canciones, con extensiones que superan los diez minutos no fue de extrañar que el concierto se pasara volando.

Opeth (Foto: Jesús Martínez)

Picture añadieron la pincelada hardrockera a la última jornada del festival. Quienes fueran una de las formaciones pioneras en hacer heavy metal en Países Bajos llegaron a Villena para convertirse en uno de los tesoros escondidos de esta edición. Su propuesta tuvo que desarrollarse paralelamente al show de los cabezas de cartel, lo que mermó la asistencia a su actuación, algo nada merecido debido a la gran actuación que aconteció en el Mark Reale Stage. El que es considerado como un grupo de culto dentro del género posee unos fans muy fieles que se volcaron en cortes como «Night Hunter», «Eternal Dark» o «Hangman Of Night Tiger”.

Picture (Foto: Nacho García)

Independientemente de la aceptación que pueda tener Epica en ciertos círculos, lo que es innegable es que se tomaron muy en serio el ser cabezas de cartel y llenaron el escenario con unas llamaradas que salían con tanta frecuencia que casi podría considerárseles un miembro más de la formación.

Epica (Foto: Jesús Martínez)

Por primera vez en su historia en el Leyendas del Rock de noche, Epica demostró cómo su propuesta se viene arriba con la oscuridad y una tormenta de pirotecnia que estuvo todo el concierto haciendo gala de su producción. Toda esta puesta en escena cobró especial relevancia en una «The Essence Of Silence” en la que las cobras de metal gigantescas del escenario comenzaron a escupir llamaradas.

Epica (Foto: Lolo)

La tranquila «Unchain Utopia» dio un respiro en cuanto a ritmo con una banda que a duras penas descansaba entre canciones y cuya comunicación con el grupo se limitó a un enérgico «muchas gracias» de Simone Simmons. Aunque es fácil ponerse a especular sobre lo capaz que es Epica de llenar un recinto en el que quepa su producción, lo que es incuestionable es que sin la misma su directo se mantuvo en todo momento a un muy buen nivel en lo estrictamente musical y era la ejecución la que elevaba la producción y no al revés.

Epica (Foto: Lolo)

Cortes recientes como «Skeleton Key» funcionan muy bien en vivo con un Mark Jansen muy cómodo en su papel de segunda voz y pletórico en las guitarras. La emotiva «Cry For The Moon» cumplía ya los 20 años, como señaló la propia Simone, lo que a la vez permitió que el público hubiera tenido dos décadas para aprendérsela y que estuviera a la altura del espectáculo que la banda estaba ofreciendo.

Epica (Foto: Nacho García)

El duo de ‘The Divine Conspiracy’ compuesto por «Sancta Terra» y «The Obsessive Devotion» mantuvo los ánimos muy altos con un Coen Janssen desatado corriendo por el foso de fotógrafos. En la recta final hubo tiempo para un wall of death previo a “Code Of Life” solo para terminar por todo lo alto con un “Consign To Oblivion” en el que se inundó el escenario con muchísimas llamaradas para despedirse del mismo modo que habían aparecido en el escenario: con espectáculo y ganas de demostrar que Epica pertenece a los puestos más altos del cartel. 

Epica (Foto: Nacho García)

Con una asistencia espectacular los veteranos Venom Inc. consiguieron enloquecer el Marc Reale y conectaron muy bien con los fans de este plato fuerte que tenía preparado el Leyendas del Rock 2022. La voz ronca y afilada de su vocalista resonó en cada tema, bien acompañada de una potente y seca batería, y es que escuchar temas como “Warhead”, “Welcome To Hell”, o “Countess Bathory” devolvió a los orígenes del metal extremo. Gran actitud sobre el escenario en el cual no dejaron de moverse y de agitar a un publico mas que entregado. Unas de las joyas del sábado que tuvo la mala suerte de no hallarse en un escenario más grande por el momento en el que tocaron.

Venom Inc. (Foto: Jesús Martínez)

¿Qué sería de un festival nacional sin la figura de Angelus Apatrida? Hace tiempo que los de Albacete se convirtieron en uno de nuestros artistas top del metal patrio y un evento de este calibre se sentiría extraño sin su presencia. Tras la serena sensación que había dejado la voz de Simone Simmons en el escenario contiguo hacía escasos minutos llegó la furia de los temas «Bleed The Crown” e «Indoctrinate» de su último álbum de título homónimo.

Angelus Apatrida (Foto: Lolo)

Su propuesta puede pecar de homogénea para quien no sea afín al estilo que interpretan, pero para sus fieles seguidores la exquisitez de su interpretación siempre es un deleite. Los clásicos como «Give ‘Em War», «Vomitive» y «Of Men & Tyrants» siempre suenan mejor cuando se forma un enorme circle pit sin limitación del espacio de una sala. La banda que lidera Guillermo Izquierdo ofreció la dosis diaria de tralla con una unidad de sentimientos de satisfacción conectados entre el grupo y sus seguidores.

Angelus Apatrida (Foto: Lolo)

«Sharpen The Guillotine» y «Serpents On Parade» de ‘Cabaret De La Guillotine’ y ‘Hidden Evolution’ respectivamente se han vuelto piezas imprescindibles en sus sets, y dieron paso a «You Are Next”, que ponía el broche de oro definitivo al show.

Angelus Apatrida (Foto: Jesús Martínez)

Cellar Darling fueron sin duda uno de los grandes reclamos del Mark Reale ya no solo por el día y la hora de su actuación sino porque había mucha expectación rodeando al rendimiento en directo de los ex-miembros de Eluveitie. Desde las primeras notas de «Black Moon» se pudo apreciar que el grupo planteaba la actuación como algo grande por mucho que estuviera en el escenario pequeño. Su sonido, algo más moderno que el de la banda madre, hizo que el concierto no fuera lo que muchos habrían podido esperar a niveles de folk metal y fue más cercano a los sonidos “dosmileros” del nu metal y el metalcore.

Cellar Darling (Foto: Lolo)

Por lo general al público se le vio poco involucrado en el show, si bien sí que estaba atento por si en algún momento sonaba algo que fuera memorable, pero al espectáculo siempre le faltó algo para que acabara de arrancar. Tampoco ayudó que se estuviera en el ocaso de la última jornada de un festival de cuatro días en el que, llegados a este punto, se está más pensando en dormir que en la música. Tal vez habría ayudado más poner un grupo algo más movido para mantener activa a la gente.

Cellar Darling (Foto: Nacho García)

En el Olimpo de los vocalista de metal patrio también se posiciona Leo Jiménez, figura imprescindible de la escena nacional, y por tanto de los eventos festivaleros veraniegos. Su actuación se materializó al comenzar “Grande» de su pasado con Stravaganzza tras recoger el testigo cedido por Angelus Apatrida. El festival alicantino disfrutó por primera vez del cambio de formación que se produjo meses atrás, donde Cristian Juárez y Pablo Mantera ocupan las vacantes dejadas por Antonio Pino y Edu Fernández, un line-up muy solvente que arropó al cantante debidamente.

Leo Jiménez (Foto: Nacho García)

Sobre la mesa se pusieron temas de su etapa en solitario como «Mesías», «Vuela Alto» o «Ballena Negra” y también hubo un repaso a su tiempo empleado en ocupar las filas de Leo 037 que quedó representada con «El Fin Del Camino». Todas ellas quedaron aunadas bajo una de las mejores voces que alberga este país pese a los problemas de salud que el cantante aún sigue acarreando y luchando contra ellos para estar al mejor nivel posible. Los asistentes disfrutaron del concierto a pesar de llevar cuatro jornadas de disfrute a las espaldas.

Leo Jimenez (Foto: Lolo)

Los encargados de clausurar el escenario Mark Reale fueron Motörhits. La banda tributo a Motörhead logró clavar la estética y el sonido crudo de los de Lemmy. Descargaron durante cincuenta minutos temas que son historia del rock como «Killed By Death», «Ace Of Spades» o «Iron Fist” con Enric Kilmister poseído por el espíritu de Lemmy y con la ayuda del público que coreó todos los estribillos.

Motörhits (Foto: Nacho García)

No hay forma mejor de terminar el festival que con un grupo cuya primera canción es nada más y nada menos que «Cipote Ancho», toda una declaración de intenciones sobre las pretensiones juerguistas y gamberras. Al Reno Renardo le sentó fenomenal la madrugada y el ambiente de borrachera que se respira el último día. Ellos mismos comentaron que estaban desempeñando un papel que poseía Lujuria, y es que existe cierto misticismo alrededor de la tarea de cerrar un festival con la historia del Leyendas del Rock.

Reno Renardo (Foto: Jesús Martínez)

Y si algo no les faltó a Reno fueron formas de animar al personal, pues en cuanto cayó la queridísima «Fiesta Palangana», pocos fueron los que no se sumaron a su jolgorio y compensaron la caída repentina de Mägo De Oz del cartel. Las canciones fueron un absoluto despiporre desde la coreadísima «Tu Hamster» hasta la divertida «El Bogavante», que incluyó la aparición del homónimo crustáceo en el escenario con una entrega que le arrancaría una lagrimilla al mismísimo Jordan Peterson.

Reno Renardo (Foto: Jesús Martínez)

Uno de los puntos más altos del concierto fue la divertidísima «Camino Moria» en la que hasta el último de los valientes que seguía en el concierto celebró esa época dorada del metal de Internet en los 2000 en los que el plan de una tarde consistía en videos de El Bananero y canciones de el Reno Renardo. «Crecí En Los Ochenta» puso el parche de oro a un concierto que se sintió ya más como una fiesta y, al mismo tiempo, puso el punto final por todo lo alto al 15º aniversario de un exitoso Leyendas del Rock.

Texto: Tamara Ruiz, Marc Fernández, Nacho García y Jesús Martínez | Fotos: Lolo, Nacho García y Jesús Martínez

Promotor:Run To The Hills

Día:2022-08-06

Hora:15:00

Sala:Polideportivo Municipal

Ciudad:Villena

Puntuación:8