Freedom Call: hermandad del metal en Barcelona
Cualquier día es bueno para sentirse parte de una comunidad tan fraternal como la metalera y poder entonar cánticos e himnos atemporales con amigos y amigas. La energía positiva y el buen rollo metálico se apoderaron de la Sala Bóveda y el domingo se convirtió en viernes.
Taken lanza su música desde un escenario saturado
La tripulación de Taken subió al tupido escenario de la Sala Bóveda cuando pasaban dos minutos de las ocho y allí estuvieron hasta las 20:47h. Fueron 45´ minutos de power metal en los que presentaron seis temas de sus dos LP con un público que apenas llenaba media sala. Compuesta de siete integrantes (dos teclistas, dos guitarras, bajo, batería y cantante) la banda de Iruña se tuvo que apretar el cinturón para caber en un escenario abarrotado de músicos, carteles con los logos de la banda, y algún premontaje de Freedom Call. A medida que pasaba el tiempo iban llegando seguidores de Freedom Call.
El sonido inicial dejó que desear y a medida que avanzó el concierto fue mejorando gracias al técnico de sonido. Es normal que con tanto instrumentista a bordo el sonido sea un handicap. No es normal o muy frecuente, tener dos teclistas y dos guitarras, pero sus razones tendrán, ya que puedes prescindir de sonidos pregrabados en el directo. Igualmente ni las guitarras definieron bien (comenzaron con un sonido casi inapreciable) ni se podía degustar como es debido los dos teclados, sonó excesivamente recargado en algunos momentos y las composiciones perdieron su claridad para transformarse en algo indefinido.
Se lanzaron con «Back To The Zero» en una sala medio vacía bandera en mano. El público iba llegando sin prisas pero sin pausa. Siguen con «Tales of Glory» donde se lucen los teclados incluyendo un solo con uno de ellos, llevar dos teclados para solo unos pocos momentos de estos no es rentable (y te resta espacio de escenario) y más cuando por el sonido no se aprecia todo el potencial melódico. Momento de balada con «Afterlife» donde el cantante nos mostró su dulce y potente voz, en un tema largo y con demasiada estructura.
Ahora se abre una etapa diferente de este concierto con un giro de timón algo caótico y emocional que empieza con la canción «The Land Of The Rising Sun» en la que se apreciaron problemas vocales del cantante. Esta canción se convirtió en algunos momentos en un caos sonoro, una bola de sonoridades, nada que ver con lo que podemos escuchar en ‘Unchained’. Justo acabar el tema David Arredondo, vocalista de la formación, comentó al público que hace pocos días fue diagnosticado como asmático, y lejos de venirse abajo positivizó el momento y la mala noticia, aunque técnicamente el concierto pasó a focalizarse en su voz ya que dio claros síntomas de no respirar bien entre canción y canción.
Acabaron el concierto con un par de temas más poniendo el broche con «Distant Shores», himno de la banda en la que volvieron a lucir su bandera. El cantante vuelve a lucir su excelente voz y los guitarras exhiben su nivel haciendo filigranas con sus guitarras y sus dedos. EL grupo entero se involucra con coreografías. Los teclados nos recuerdan en un momento de la canción a las melodías de la conocida serie Juegos de Tronos. La sala se ha ido llenando poco a poco.
Freedom Call y su llamada a la hermandad metálica
Normalmente en domingo el nivel de energía del público puede quedar afectado por la intensidad del fin de semana. Pero que nadie se preocupe que Freedom Call se encargaron de enseñarnos el camino a la fraternidad del metal con su energía positiva. Su cabeza visible y cantante de innumerables himnos Chris Bay tiene el don de comunicar, energetizar y positivizar todo lo que hace, dice, canta o toca y más cuando estamos delante de la celebración del vigésimo aniversario de la banda y presentación de su último trabajo ‘M.E.T.A.L.’. El público acabó de llegar incluso comenzado el concierto, haciendo una entrada de tres cuartas partes de la Sala Bóveda, nada mal y nada menos merecieron los alemanes. Público de todas las edades disfrutaron de las melodías y cánticos, del saber recibir lo que quieren de una de las bandas más positivistas que existen en un escenario, y en todo lo que hacen. La fiesta metálica iba a comenzar y el show también.
Eran las 21:15h cuando el guitarrista solista Lars Rettkowitz y el bajista Francesco Ferraro se subían a unas tarimas encima del escenario para dar un comienzo de altura al concierto, seguidos del batería Kevin Kott y el genio y figura de Chris Bay. Daba comienzo el concierto de celebración de dos décadas como grupo, que no es poco, aunque de los miembros iniciales solo queda el cantante. Arrancaron con todo un himno como es «Metal Is For Everyone» dejando bien claro que habían venido para celebrar de verdad su aniversario y hacer disfrutar al público. Este tema está cargado de nostalgia y de todo aquello que hace feliz al público del metal: poder cantar el estribillo (la segunda vez que lo escuchas en la misma canción aunque no conozcas el tema) junto a un abanico de melodías, teclados (grabados), coros (parte de ellos grabados también) y con tus amigos, amigas, pareja y viejos conocidos del mundillo. En general se disfrutó de un gran sonido, nada que ver con el audio que llegó a las orejas con los teloneros.
Siguieron con «Union Of The Strong», tema destacable de la banda que nos suena a Manowar, padres de muchas bandas y estilos posteriores, sin duda una de las bandas que ha marcado más influencia en el metal. Este tema incluye unos coros muy buenos, y en el escenario se fusionaron con un excelente juego de humo y luces que visualmente premian al público y aportan energía y vitalidad al directo. Comenzó el público a saltar con una motivación clara dejándose llevar con grabaciones de teclados y coros que engordaban la felicidad positiva que la banda transmite.
El cantante Chris Bay comenzó a hablar entre canciones, agradeció al público su asistencia, motivando continuamente a los seguidores y seguidoras haciéndoles partícipes del show, del aniversario y de su música. Siguieron con un tema de lo más cañero donde el batería exhibió su frenético doble bombo. El cantante volvió a hablar con el público para introducir un himno más, ahora el gustoso himno «M.E.T.A.L.» que enloqueció a los asistentes allí presentes, del último trabajo que está editado con el mismo nombre. El guitarra solista y el bajista se volvieron a subir a la tarima. Este tema también es de la escuela Manowar, con partes muy marcadas para que el público se involucre totalmente en la canción. En este tema nos mostraron las guitarras el sonido que llevaban tan exquisito, sobretodo la guitarra solista que tenía una claridad y transparencia dignas de destacar.
Se suceden las canciones entre intervenciones del líder y carismático cantante, canciones que estructuralmente se parecen mucho. Cabe destacar las trepidantes rítmicas en algunas partes y los himnos cantados con coros potentes por parte de la banda, público y grabaciones añadidas al directo. La caja de la batería quedó renegada a un segundo puesto en detrimento del potente doble bombo que es lo que más se escuchó. La voz del cantante es enorme, jugosa y descansa a la perfección sobre las melodías grabadas de teclado y los potentes ritmos de cuerdas. El bajo consiguió potencia mediante sus cinco cuerdas. Chris Bay siguió hablando con el público, le encanta, le gusta hacer reír al público e involucrarlo, hacerles disfrutar y corear a sus preguntas.
Las personas asistentes se involucran cada vez más en el directo y el cantante sigue interactuando con ellas. Soltaron las riendas de su melódico tema «111» con el que enamoraron al público con sus melodías y letras. Acto seguido regalaron «Freedom Call» tema que da nombre a la banda, siendo este el tema más diferenciado de los que tocaron hasta el momento, sobretodo en estructuras, también destacaron la voz, el solista, los himnos, los coros y el doble bombo. El cantante no dio tregua al entregado público y acabaron coreando sus melodías de guitarra, incorporando el bombo de la batería, luego el bajo y una guitarra, en definitiva se metieron al público en el bolsillo. Su sonoridad nos acercan a Blind Guardian y a otros grupos de power metal melódico alemanes y del norte de Europa.
El cantante siguió con su diálogo continuo con los allí presentes y nos presenta a toda la banda, incluyendo al técnico de sonido de mesa, todo un detalle que nunca se hace. La sala parecía cada vez más llena y dejaron una entrada que no está nada mal para ser domingo. Chris Bay motivó al público incluso con palmas en un derroche de energía muy valorado. Sonaron las gaitas en «Beyond Eternity», que aunque grabadas, aportando un toque de diferenciación al sonido. Este tema también tiene una rítmica más rockera. Todo esto obligó al público, que con muchas ganas, movieron las manos de un lado al otro, con momentos de aceleración del ritmo incluidos, dando paso a un final apoteósico. Paréntesis con su versión acústica del “Hallelujah” con una adaptación de la letra: “Hallelujah, Happy Metal, Freedom Call”.
Chris Bay cambió su Esp de flecha por la acústica y ofreció un cambio interesante de intensidad entre el cachondeo, la emotividad y la profesionalidad. Mientras habla coge de nuevo su guitarra metalera y se marcan de nuevo el «Metal Is For Everyone» como falso final, ya que ver al cantante como se va del escenario afinando su guitarra es claramente un indicador de que va a seguir tocando algún tema más como mínimo. Vuelven al escenario con la acústica sobre el escenario en un soporte, lo que indicó que seguirían con un tema híbrido acústico y metalero. Antes de acabar vuelven con otro tema que incorpora gaitas grabadas. «Land Of The Light» es la encargada de poner el broche de oro a este recital de aniversario con un público que disfrutó como si fuese viernes, saltó bajo las melodías de coros, guitarras y teclados que nos recuerdan al sonido de Europe en «The Final Countdown»; el humo, las luces y la energía ayudaron a cerrar el directo con saltos y brazos arriba.
Antes de abandonar el escenario dejaron una grabación con teclados y coros mientras saludaron al público y se agruparon para la foto sobre el escenario. También dedicaron atenciones a los incondicionales dándoles la mano personalmente, firmando autógrafos a pie de escenario, hablando y conversando con ellos. En definitiva Freedom Call destacaron por su buena relación con el público, al que saben bien que tienen que cuidar ya que los tiempos han cambiado, pero el afecto y la buena energía debe estar presente siempre, y sobretodo encima de un escenario cuando celebras el vigésimo aniversario de tu formación como banda metalera, y eso es lo que dieron al público de Barcelona durante una hora y media.
Texto: Julián Guisado | Fotos: Pablo Gándara
Promotor:Madness Live! & Continental Concerts
Día:2020-02-23
Hora:21:15
Sala:Bóveda
Ciudad:Barcelona
Teloneros:Taken
Puntuación:8
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