Between The Buried And Me y su sofisticación en Madrid

Between The Buried And Me tienen una extensísima trayectoria desde que fundaran la banda allá en el 2000, y los americanos volvían a España a repasar toda su discografía, llena de metal extremo y rock progresivo, que cada vez más se consagra de culto.

Tras sus aclamados discos, ‘Coma Ecliptic’, ‘Alaska’ o ‘Colours’, venían a presentar su último doble álbum ‘Automata I’ y ‘Automata II’. La banda compuesta por el cantante y teclista Tommy Giles Rogers, los guitarristas Paul Waggoner y Dustie Waring, el bajista Dan Briggs y el batería Blake Richardson realizó un derroche de potencia y maestría en la noche madrileña. El espectáculo lo estructuraron en dos sets y un bis, sin teloneros, por lo que trabajaron un directo que duró cerca de dos horas y media. Toda una muestra de la capacidad de esfuerzo y trabajo de esta banda que hizo que cada euro de la entrada mereciera la pena haberlo invertido.

Empieza el show de Between The Buried And Me

Inauguraron el primer set con “Naked by the Computer” tras el cual dieron comienzo al viaje astral que fue este concierto con “Astral Body”. Un tema que sonó majestuoso, se mueve entre la progresión y la devastadora fuerza de los guturales de Tommy, las frenéticas guitarras encolerizadas y la contundencia de los golpes de batería.

Between de Buried and Me son como un océano en el que te puedes dejar llevar y relajarte observando su profundidad o bien cambia repentinamente para golpearte con inmensas olas que te engullen como un tsunami. Esto mismo ocurrió con “Lay Your Ghost To Rest” en la que no tuvieron piedad y fueron arrolladores. Marcaron desde el primer momento una tendencia que mantendría durante todo el concierto de altos y bajos, una auténtica montaña rusa de emociones. Así llegaron a “Alaska”, la segunda canción del álbum que lleva su mismo nombre. Es hipnótico ver cómo se sincronizan en los ritmos más progresivos y complejos, como marcan un corte, quedando todos con un silencio solo la décima de segundo para volver rápidamente a retomar la canción.

Between The Buried & Me (Foto: Aitor Chaparro)

Esa forma de trabajar a base de un cronometraje perfecto hacen que su directa sea impresionante. Se nota que es un grupo extremadamente técnico y perfeccionista. Es una sensación como de romper con el hilo de la canción para a la décima de segundo volver a reinventarla por completo. Continuaron con uno de los primeros temas que compusieron “More Of Myself To Kill” un tema más crudo y en el aún no se notaba la evolución que tienen ahora como músicos, pero lleno de autenticidad y extremadamente directo. Fue el turno de “The Coma Machine” un tema que relucen melódicamente los acordes del teclado y las armonías propias de unos Pink Floyd de los 70. Tras temas como “Reactions” o “Mirrors” dieron carpetazo a esta primer acto con “Obfuscation”.

Between The Buried & Me (Foto: Aitor Chaparro)

Cuando empezaron con el segundo set, tras un descanso de cerca de cuarto de hora, comenzaron con un ímpetu que hizo sentir a la audiencia que el primer set fue solo el calentamiento para lo realmente jugoso que estaba por venir a continuación. Muy lejos de parecer que pudieran estar faltos de energía tras el esfuerzo inicial, para esta segunda parte sacaron toda la adrenalina que llevaban dentro e incluso demostraron que tenían más ganas que nunca de comerse el escenario. De esta forma retomaron con “The Black Box” seguida de “Telos”, unos temas en los que brilla la voz de Tommy Rogers, que pasa de cantar con un timbre de voz personal, y muy al estilo de las bandas de rock de los noventa (Soundgarden o Smashing Pumpkins) a los guturales más salvajes de la forma más natural del mundo, notablemente más influenciados por el death metal. Mostrando una habilidad extremadamente profesional a la hora de usar las cuerdas vocales.

Between The Buried & Me (Foto: Aitor Chaparro)

Recuperaron Automata II del que seleccionaron: “The Provervial Blow”, “Glide” y “Voice of Trespass”. Una sección con la que no bajaron el nivel en ningún momento. “Glide” creó el ambiente circense o juguetero que pone banda sonora al trabajo conceptual de este disco. Una historia que trata el proceso de deshumanización de un artista y también el de las personas en las redes sociales. Between The Burried And Me son un ejemplo de a dónde se dirige el metalcore, respetando el pasado, pero abrazando el futuro de lo que serán las nuevas tendencias de la música extrema. Si acaso menos brutal, pero muchísimo más técnico y más concentrado en construir estructuras rítmicas aparentemente imposibles y acrobacias sónicas de alto nivel, con lo que consiguen enaltecer sus aspectos más instrumentales. Aunque, indudablemente, la base de todos estos elementos se sustentaba durante el directo en las fieras baquetas de Blake Richardson, quien es un batería versátil y de una precisión impecable con la pegada, y sin perderse en ningún momento en el que la canción sufría un giro.

Between The Buried & Me (Foto: Aitor Chaparro)

Intensísima sonó “Voice of Trespass” con la que concluyó este segundo acto del concierto. Esta canción hizo acordarme de ese estilo que tienen los suecos Diablo Swing Orchestra caracterizados por esa mezcla de metal y orquesta de principios o mediados del siglo XX. Con esa frase “We are hollow / condemned to the gallows” cumplieron con la segunda parte del directo, definida por la rotundidad y solidez de las guitarras, además de las magistrales partes instrumentales. Aunque ahí no quedó la cosa. Todavía faltaba un consistente bis, para el que volvieron a saltar al escenario entre vítores del público que todavía estaba con el subidón de un grandísimo concierto.

Between The Buried & Me (Foto: Aitor Chaparro)

Tommy presentó “Selkies” con la que el público enloqueció. Los punteos y escalas progresivas de Paul Waggoner volaban con el huracán de voz gutural de Mr. Rogers. Le continuó “Viridian” y terminaron con “White Walls” que fue fulminate para acabar un largo concierto en el que estuvieron constantemente al máximo nivel sin mostrar un ápice de debilidad. Between The Buried & Me llevan décadas marcando el camino de las tendencias del metal, metalcore , que llevan al futuro de un estilo musical que cada vez se abre más puertas y apuesta por el mestizaje para enriquecerse.