Behemoth eleva a Madrid al séptimo Infierno
Un vez más, y van tres en menos de una semana, la Riviera acogía uno de los eventos más grandes de este mes de Enero. Cambiando totalmente de estilo con respecto al rock progresivo que Steven Wilson nos ofrecía el pasado miércoles, eran los polacos Behemoth con su death blackened los encargados de encabezar el combo de la noche del sábado, presentando su recién estrenado “I Loved You At Your Darkest”.
Esto no es todo. En dicho combo también se encontraban los suecos At The Gates, que harían vibrar la sala después de que Wolves in the Throne Room caldearan el ambiente. Las frías temperaturas definían a la perfección el transcurso de la jornada de ayer sábado. A consecuencia de ello los fans que se encontraban esperando en la cola desde tempranas horas de la mañana fueron más bien pocos. Un gran contraste con el sold out que consiguieron los polacos finalmente.
Quien le iba a decir a aquellos Behemoth del ’91 que daban sus primeros pasos dentro del más puro black metal, que casi tres décadas después iban a estar tocando delante de miles de personas. La evolución constante del grupo les ha llevado a encontrar un estilo propio fusionando elementos del death y el black, convirtiéndose, a base de calidad y buen espectáculo, en uno de los grupos más mainstream del metal extremo.
Viejas Glorias
El plato fuerte de la noche venía sin duda de la mano de la pareja formada por At The Gates y Behemoth. Sin embargo esta gira traía un añadido extra. La mítica banda de black metal ambiental, Wolves in the Throne Room, hacía parada en Madrid tras una década sin pisar la capital. Su propuesta se mostraba diferente a la de las otras dos bandas, lo que provocó sentimientos enfrentados en el público en lo que a su actuación se refiere. Para algunos de los presentes dicho concierto suponía un plato muy suculento en el menú, aunque para otros, que no supieron entender la mentalidad de los americanos, supuso un tedioso pasatiempo.
Los elementos ambientales introducidos por samples propiciaron que la extraña mezcla sonase bastante compacta, lo que llevó a la banda de Olympia a realizar una buena actuación protagonizada por los múltiples giros de los que se compone su música.
La banda de Aaron y Nathan Weaver interpretaron únicamente tres temas, debido la larga extensión de estos y al escaso tiempo con el que contaban. El trio de ases formado por “Angrboda” “The Old Ones Are With Us” y “Born From The Serpents Eye” se enmarca dentro de nuevo trabajo de estudio de la banda titulado “Thrice Woven”, el cual aprovecharon para presentar ante una Riviera que para esa hora se veía poblada a la mitad de su capacidad. Aunque el respetable ansiaba la llegada de las dos bandas restantes, es de agradecer el hecho de poder disfrutar de bandas tan complicadas de ver en directo.
Madrid a las puertas del Infierno
Había ganas de ver a At The Gates en sala, pues los suecos son habituales de los carteles de los festivales veraniegos, pero lo que es como cabeza de cartel nos visitan bastante poco.
Los precursores del sonido de Gotemburgo, o más bien, los creadores del death metal melódico, contaban con un nuevo trabajo de estudio bajo el brazo para presentar, titulado “To Drink From the Night Itself”. Es precisamente con este corte con el que da comienzo su actuación, y aunque su sonido durante el tema no tuviera la calidad deseada, puso patas arriba la sala. Le seguía el clásico “Slaugther of the Soul”, canción que da título a al álbum que marcó un punto de inflexión en la carrera de la banda y les llevó a lo más alto. Pieza clave en la historia del death metal melódico. Los problemas fueron solventándose a medida que avanzaba el show, contando los suecos con un sonido bastante limpio y compacto a partir del tercer tema, “At War With Reality”. Este disco constituye el tercer y último pilar en el que se basa el setlist de ATG durante esta gira.
Aparte de exhibir su nuevo trabajo de estudio, la banda comandada por el vocalista Tomas Lindberg, tenía que pasar la prueba de presentar a su nuevo guitarrista, Jonas Stålhammar. Éste entraba a formar parte de las filas de la agrupación sueca hace apenas un par de años, sustituyendo al guitarrista original Anders Björler. La banda pasó la prueba con nota, y es que At The Gates siempre salen a dar todo lo que tienen.
Una pena que el despliegue de medios que tenían al alcance en esta ocasión no fuese lo que habríamos esperado de ellos. Por muy grande que el telón con el nombre de la banda luciese en la parte trasera, los músicos quedaban relegados a una pequeña franja en la parte frontal del escenario, debido al armatoste de batería de Inferno, colocada en la parte de atrás.
Una de las «sorpresas» fue la intro “El Altar del Dios Desconocido”, la cual hace referencia a uno de los capítulos de la novela del escritor argentino Ernesto Sabato “Sobre Héroes y Tumbas”. Íntegramente narrada en castellano sorprendía a más de uno que no sabía de su existencia. Otras de las perlas que más salieron a relucir fueron «Suicide Nation», «Blinded By Fear» y «The Night Eternal» que ponía punto final a la actuación de At The Gates. Una vez más la agrupación escandinava salía a matar, poniendo toda la carne en el asador, sobretodo su vocalista.
Oscuridad por los cuatro costados
Tras la actuación de los escandinavos caía un telón negro delante del escenario que pretendía ocultar el montaje de toda la producción que llevaría Behemoth en su show. La música de fondo se tornaba más siniestra y penetrante, sonando fragmentos espaciados de la intro “Solve”. El coro infantil que recitaba en bucle las ya famosas frases como “Jesus Christ! I forgive thee not!…”, casi de manera hipnótica, iba incrementando poco a poco las ganas de ver a los polacos.
No fue hasta cinco minutos antes de la hora de inicio estipulada hasta que no sonó la citada intro al completo, dando minutos más tarde paso a “Wolves Ov Siberia”. Antes de que cayera el telón, el esqueleto vertebrador de Behemoth; Orion, Seth e Inferno, tomaban posiciones en el escenario antes de llegar el momento esperado. Ese no es otro más que aquel en el que su líder, Nergal, se apoderara de la posición central para comenzar a escupir los versos del primer tema de “I Loved You At Your Darkest”. Pocos segundos hicieron falta para ser conscientes del gran despliegue de medios que traería Behemoth durante todo su espectáculo.
Los cañones de pirotecnia comenzaban a echar chispas, así como los múltiples cañones de humo hacían lo propio (a veces de manera excesiva), agregado a las tétricas imágenes proyectadas en la triangular pantalla trasera. Todo ello mezclado con las máscaras en forma de calaveras negras y los cambiantes atuendos que llevaba el cuarteto al completo, los cuales aportarían teatralidad a la ceremonia satánica.
Sin más preámbulos llegaba potente “Daimonos”, que traía consigo de la mano a “Ora Pro Nobis Lucifer”, la cual caía temprana en el set. El tema que los polacos cosecharon hace cuatro años en “The Satanist” se ha convertido ya en uno de los temas más queridos por los fans. Tanto es así que la mayoría de los allí presentes nos dejamos la garganta y una gran parte de las fuerzas en corear sus versos.
Igual que lo hizo en el disco, “Bartzabel”, rompía el ritmo de concierto. Las melodías más a golpe de tambor y los coreables estribillos que la caracterizan, daban paso a una de las piezas donde la teatralidad tenía más cabida. Adam Nergal Darski, el legítimo líder, hacía acto de presencia al tiempo que sonaban los punteos iniciales a mano del eterno guitarrista invitado, Seth. Lo hacía con la mitra adornada con pedrería negra con la que aparece en el videoclip, acaparando una vez más las miles de miradas allí concentradas.
Pasados unos segundos, sin que lo viéramos venir, arrancaban los característicos riffs de “Ov Fire and the Void”, este es otro tema que con el paso del tiempo se ha convertido en otro de los hits de los de Polonia. La ceremonia satánica seguía su curso con la novedosa “God = Dog”, single destacado de “I Loved You At Your Darkest”, la cual funciona muy bien en directo, en parte por recuperar esos coros infantiles perdidos en “Solve”. La siguiente en salir a la palestra era “Conquer All” (Demigod, 2004) junto a “Ecclesia Diabolica Catholica”, otro tema de los más coreados y el cual da nombre, en parte, a esta gira (Ecclesia Diabolica Evropa).
Pasado ya el ecuador del concierto era hora de hacer un guiño al pasado con “Decade of Therion”, ese tema del “Satanica” que estrenó la banda polaca allá por el año 99. Pero minutos más tarde adquiría de nuevo protagonismo “The Satanist” con “Blow Your Trumpets Gabriel”. Por mucho que haya algún que otro fan que piense que Behemoth ha perdido su fuerza por el camino, es en este tipo de temas donde la banda emana más rabia y poder en directo. Lo mismo ocurrió con “Slaves Shall Serve”, entonada en un registro más grave de lo habitual y que hace estallar al respetable en un mar de pogos y crowdsurfing, más aún si eso era posible.
Al menos “Chant for Eschaton 2000” llegaba tras la pausa correspondiente al cambio de vesturio del bajista Orion, ataviado con un enorme sombrero de plumas y una túnica cual hechicero del diablo. Por uso instantes no era el señor Adam Darski el indiscutible protagonista, como en el 90% de las ocasiones. Esta caía bañada en confeti y en la sangre escupida al público a modo de final de la primera gran parte del espectáculo, tras la cual los músicos desaparecían momentáneamente.
¿Y eso es todo?
Por muy imposible que fuese creerlo, sí. Nergal y los suyos regresaban ante un escenario teñido totalmente de rojo para la interpretación de la inesperada “Lucifer”, para poner el broche de oro definitivo con la recién salida del horno “We Are the Next 1000 Years”. La guinda fue sin duda la tamboreada “Coagvla”, inicialmente sonando por línea y a la cual se incorporaron los cuatro miembros encapuchados y con un tambor colgado del cuello, que cierra el ciclo de igual manera que en el álbum.
Sin mediar prácticamente, más que un “Te quiero Madrid” a mitad del concierto, transcurrían unos escasos 70 minutos de actuación. Tiempo que se antojaba bastante escaso para el disfrute que estábamos teniendo, dejándonos con ganas de mucho más. A diferencia de la gira de presentación de “The Satanist”, donde llevaron al directo el disco entero, Behemoth han sabido escoger temas para elaborar una lista de canciones más variada. La única pega que se le puede poner, aparte de su longitud, es la falta de “O Father, O Satan O Sun”, uno de los temas más queridos.
Behemoth dieron un concierto cargado de espectáculo, pirotecnia y sobretodo de esa rabia que emanan siempre. Los promulgadores de la ideología anticristiana ofrecieron al público madrileño un concierto sublime, extremadamente medido, demostrando que no les da miedo salir de su zona de confort, le pese a quien le pese.
Texto: Tamara Ruiz | Fotos: Javier Bragado y Dani Cruz
Promotor:Live Nation
Día:2019-01-19
Hora:18:30
Sala:La Riviera
Ciudad:Madrid
Teloneros:At The Gates, Wolves In The Throne Room
Puntuación:9
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