En vías de presentación de su primer álbum “Litourgiya”, los misteriosos polacos empiezan pisando fuerte por Barcelona, su primera fecha en España, donde equipados con toda su parafernalia de imágenes ortodoxas y su canto gregoriano nos ofrecieron una misa negra en toda regla. Al acontecimiento le precedieron los valencianos Noctem, que fueron elegidos teloneros para el peregrinaje por España.

Ya al girar la esquina de la calle Roc Boronat llamaba la atención la larga cola que salía de la entrada de la sala Bóveda, la cual poca gente ha visto llenarse debido a un concierto (se oía a los asistentes quejarse del poco espacio disponible, y del insoportable calor). Y es que después de sacar el original “Litourgiya” en 2015, probablemente los polacos no se imaginaban la repercusión que tendría en el mundo del black metal, y Route Resurrection nos anunciaba en febrero una nueva gira de Batushka: sólo dos días antes del concierto se vendieron el 50% de las entradas.

Poco a poco la sala se fue llenando aprovechando hasta el rincón más inhóspito, y al respetable se le veía cada vez más impaciente por el inicio de la ceremonia, no sin pasar antes por los teloneros invitados Noctem, que también se entregaron al máximo en su actuación aún a sabiendas de que la misma noche tenían que repetir bolo nada más y nada menos que en Valencia, su tierra natal, con todas las prisas y el estrés que eso suponía. Y con todo y sin más, llegaba la hora de empezar, y los músicos estaban listos para darlo todo.

El baño de sangre de Noctem

Por suerte del público, los valencianos empezaron con puntualidad exhaustiva a la 20:45 a golpearnos con su metal extremo. Esa misma noche a la una y media tenían que estar en Valencia de nuevo, ya que actuaban en el Metal Infernus II Fest. Beleth (cantante), Varu (bajista), Voor (batería) y Exo (guitarrista) iban equipados con su clásico corpse paint y su ropa deshilachada, por no hablar del detalle de sus lentillas fantasía. Empezaron el concierto con “Pactum with the Indomitable Darkness”, y a pesar de la poca respuesta que dio el público no se echaron atrás: poco a poco, en su viaje a través del setlist, la energía de Beleth, el cantante, se iba transmitiendo a los asistentes que se animaban cada vez más a mover sus cabezas al ritmo de Voor, el batería.

Noctem Barcelona 2018

Noctem (Foto: Elena Marco)

A partir de “The Dark One”, el cuarto tema, cuando ya no había fotógrafos a la vista, Beleth decidió añadir un punto más de dramatismo y brutalidad a su actuación. Desapareció un momento mientras sus compañeros se arreglaban las largas melenas y volvió a aparecer con un aparentemente inocente vaso blanco, que resultaría ser sangre falsa (o eso espero). En ese momento, la preocupación en las caras de la primera fila amaneció: hizo gárgaras con ella y nos la escupió a la cara, quedando él mismo manchado hasta las trancas en el cumplimiento de su hazaña. De nada servía intentar limpiarla, ya que a la mínima que volvía a su usual energía, en medio del headbanging volvíamos a quedar todos perdidos, provocando miradas y risas entre el respetable.

Crónica Batushka Noctem Barcelona

Noctem (Foto: Elena Marco)

Temas como “Eidolon”, “Apsu Dethroned”, “The submission discipline”, y “A cruce salus” fueron los que llenaron el setlist, ofreciendo sobre todo canciones de sus dos últimos LPs, “Exilium” de 2014 y “Haeresis” de 2016. Finalizaron su velada con “Through the black temples of disaster”, el tema que abre el “Haeresis”. Las primeras canciones sirvieron para ajustar el sonido, pero aún así, cuando supuestamente ya lo tenían, se echaba en falta la guitarra.

Hemos de reconocer que tenían ciertas condiciones que no facilitaban su puesta en escena: un escenario demasiado pequeño limitando sobremanera los movimientos de los músicos, el estrés y las prisas de tocar en su tierra natal pocas horas después, y un público no excesivamente animado, ya que casi veían a Noctem de pasada para llegar a Batushka, el plato principal de la noche. Y por si fuera poco, vieron cancelada su gira por Reino Unido a principios de este mes 48 horas antes de su primera actuación programada para Londres… Pero a pesar de todo, ofrecieron una actuación animada que les sentaba como anillo al dedo, como si fuera la primera y la última, tan natural como ir a comprar el pan.

La esperada misa negra de Batushka

Ya llegaba la ceremonia. Después de recoger con prisas el equipo de Noctem, se acercaba el momento de la primera actuación de Batushka en España, con emplazamiento en Barcelona, como transcurso lógico de su peregrinaje por Europa. Los backliners empezaron a montar toda la parafernalia litúrgica que faltaba por poner: el altar, los candelabros con decenas de velas, calaveras, para acabar de matizar la iconografía ortodoxa ya presente en el escenario. ¡Qué se puede esperar de Batushka, la denominación del sacerdote ortodoxo en ruso! Cuando la música de ambiente disminuyó su presencia, empezó a sonar un canto gregoriano, muy solemne, que provocó silencio sepulcral entre el público, y los músicos empezaron a hacer acto de presencia.

Batushka Barcelona

Batushka (Foto: Elena Marco)

Poco a poco, los tres coristas empezaron a salir uno a uno, encendiendo velas y alcanzando la posición que conservarían durante todo el concierto. El primero de los tres, al acabar de encender su parte de velas, ofreció al público la vela que estaba usando. El bajista, los guitarristas y el batería, que estaba oculto tras un biombo en la parte derecha del escenario, se colocaron, y finalmente acudió al altar el cantante agitando el incensario, impregnándonos con su aroma. En total, ocho músicos vestidos con túnicas negras con simbología en blanco, ocultando sus rostros con rejillas, postrados en el diminuto escenario de la Bóveda, junto con iconografía y demás. Menos mal que la naturaleza ceremonial del concierto no permitía mucho movimiento… O nos los habríamos encontrado encima del público.

Crónica Batushka Barcelona 2018

Batushka (Foto: Elena Marco)

Como viene a ser normal en un concierto de metal, los asistentes empezaron a aclamar a los músicos, que rápidamente silenciaron los gritos. Al fin y al cabo, era una misa, una celebración litúrgica, y exigía respeto y silencio. Finalmente, empezaron con una solemne introducción que llamó la atención del público, y que daría pie a la interpretación del “Litourgiya” de principio a fin, con los “Yekteniya” (salmo en ruso) tocados en orden del primero al octavo. Entre tema y tema, el cantante se retiraba de su posición momentáneamente para encender velas y agitarlas en el aire. Al igual que en Noctem, una parte importante del sonido falló: el canto gregoriano de los coristas se oía ligeramente flojo, y algunos de los asistentes lo echaron en falta. Aún así, podemos afirmar que el sonido, a pesar de no muy fuerte, fue de calidad loable teniendo en cuenta otros bolos en la misma sala. Respecto a las luces, además de las que ofrecía la sala, el grupo añadió su propio equipo, entre lo que podíamos ver unas estrechas columnas de pequeñas luces doradas que colaboraban a crear el ambiente litúrgico buscado por la banda. Además, el rojo imperante acentuó la brutalidad silenciosa que nos traían los polacos.

Batushka Barcelona 2018

Batushka (Foto: Elena Marco)

Al finalizar el concierto, del mismo modo silencioso y lento en el que entraron se dispusieron a salir, apagando las decenas de velas y ofreciéndolas al público, que luchaba por conseguir. Pese a que todos respetaron la naturaleza de la ceremonia, hubo un caso excepcional que lamentablemente no comprendió de qué se trataba y se dispuso a subir al escenario para lanzarse al público como si de un concierto de thrash se tratara. Educadamente, un backliner lo invitó a bajar, no sin antes hacer un escándalo que esperemos que no haya sido representativo de la cultura española, y que la banda polaca esté dispuesta a volver.

Texto: Júlia Benevelli | Fotos: Elena Marco

Promotor:Bring The Noise

Día:2018-09-22

Hora:20:45

Sala:Bóveda

Ciudad:Barcelona

Teloneros:Noctem

Puntuación:9