Avalanch: como en casa en ningún sitio

La banda liderada por Alberto Rionda está realizando una serie de conciertos semiacústicos por algunas ciudades del país. La capital asturiana acogió a la banda en formato trío con el batería Mike Terrana y el vocalista Jorge Berceo además de su líder a la guitarra.

El combo asturiano regresó al Principado después de algo más de un año, tras su anterior aparición en el Festival Unirock de Puerto de Vega y en la Sala Estilo de Oviedo, en plena gira presentación de la regrabación de ‘El Ángel Caído’ por su quince aniversario . Esta vez, y con nuevo disco en su haber, se lanzan de nuevo a la carretera con una mini gira de unas nueve fechas en formato electro-acústico y con Jorge Berceo al frente. La banda gijonesa Arenia y su metal mítico, fueron los primeros en actuar esta noche.

Arenia continúan abriéndose paso

Puede que fuera de nuestras fronteras autonómicas Arenia aún sean poco conocidos, pero lo cierto es que probablemente hayan sacado uno de los mejores discos de power metal nacional de este 2019 con ‘La Voluntad De Las Estrellas’.

Este disco conceptual, fue grabado, mezclado y masterizado por Dani G. en sus Estudios Dynamita, entre los meses de abril y junio de 2019, y con las colaboraciones del propio Dani (Last Days Of Eden y anteriormente en DarkSun), Isra Ramos (Avalanch), Lady Ani (Last Days of Eden), Marcos Rodríguez (Rage / Diolegacy), Henning Basse (Firewind), Markus Pohl (Mystic Prophecy), Nathan Cifuentes (Vendaval), Coro Joven de Gijón dirigido por Santi Novoa (WarCry), y otros tantos músicos del elenco astur. Todo ello, en su conjunto, hace de este trabajo, basado en la mitología griega y dividida en tres actos, un disco digno de mención.

Arenia (Foto: Juan Sanz)

Si además de todo ello, lo aderezas con un tema de diez minutos repleto de magníficas voces, una dosis generosa de melodías híper épicas y con un mensaje potente y positivo en “Sigue La Leyenda”, que bien podría haber sido el single perfecto de no haber sido por su longitud, y cierras como bonus track con la versión en inglés de “El Último Aliento”, con las voces de Henning Basse y Markus Pohl, quizás se comprenda aún mejor por qué éste puede ser un antes y un después en la trayectoria de la banda.

Ya puestos en antecedentes de quién o qué es Arenia, nada más queda por añadir que se sienten como pez en el agua en formato acústico, terreno en el que tienen también bastante experiencia. Así que, la elección para acompañar a Avalanch no podría ser más acertada, incluso con la premisa de que apenas tuvieron demasiado tiempo para preparar su espectáculo.

Arenia (Foto: Juan Sanz)

Así es como Arenia abrió la velada del viernes, sobre las nueve y media de la noche y ante una sala no demasiado llena, aproximadamente unas cincuenta o sesenta personas, llevando al formato acústico sus temas de poderoso power metal, y saltando de un punto a otro de su discografía. Comenzaron con «Alcanzar El Sol», continuaron con «Tempestad», siguieron con ese magnífico «El Último Aliento» para regresar en el tiempo con «Como Arena En El Viento», corte que ya habían realizado en acústico en la televisión autonómica y en su presentación del disco, hace unos meses.

Apenas sin pausa, siguieron desgranando su corto set list con «Conjuro Infernal», «Cuando El Mundo Despertó», «Retando A La Eternidad», y uniendo entre sí «La Sangre De Los Tracios (Camino De Hiperbórea II)» con «El Llanto De La Tierra (Camino De Hiperbórea III). Hicieron un alto para recordar que se cumplieron sus diez años de vida, veinte desde que comenzaron su andadura musical con su antigua formación, y semilla de la actual Arenia, por lo que en esta ocasión, el guitarrista Edu Dizy interpretó en solitario el conocido tema de Kamelot «A Sailorman’s Hymn» del disco ‘The Fourth Legacy’.

Arenia (Foto: Juan Sanz)

Fran regresó a escena para la recta final, tocando el tema estrella de su nuevo disco «Volver A Empezar», para seguir con el tema lento «Mirando Al Mar», y terminando sus cuarenta y cinco minutos de tiempo con agradecimientos al público asistente y el último tema «Ganar O Perder».

Avalanch nos presentó un formato minimalista e intimista

Esta gira acústica arrancó el pasado día catorce de noviembre en Talavera de la Reina, Toledo, como una propuesta de su agencia, Duque Producciones, y para la cual llevaban un breve espacio de tiempo ensayando Alberto Rionda, Jorge Berceo y Mike Terrana (con una batería especial diseñada para acústicos), en la localidad de Illescas.

Avalanch (Foto: Juan Sanz)

Aún no se había dejado ver por aquí esta sustitución temporal de Berceo por Isra Ramos desde la gira iberoamericana de Avalanch, así que en el aire se respiró bastante expectación al respecto. La última vez que tocaron en Oviedo, Isra hizo un sobresaliente trabajo como vocalista y frontman de la banda, así que Jorge tenía que estar a la par. Y Avalanch tiene una mala experiencia respecto a las exigencias de su público cuando cambia de vocalistas, aunque en este caso se deba a algo afortunadamente temporal.

A las diez y media de la noche, Alberto salió al escenario saludando, haciendo constatar que su tiempo comenzaba. Como tónica general, a lo largo de las casi dos horas de espectáculo, interactuó en todo momento con el público, bromeó, arengó a cantar o aplaudir, introdujo los temas y sonrió en todo momento, algo que podemos traducir como que se sintió cómodo en casa con este formato. En todo momento fue un show cercano, casi íntimo.

Avalanch (Foto: Juan Sanz)

Una vez que Mike Terrana y Jorge Berceo ocuparon su lugar, comenzaron referenciando a la villa marinera de Candás con su tema «Mar De Lágrimas», para continuar con otros temas como «El Príncipe Feliz», «Antojo De Un Dios», «El Hijo Pródigo», «Cambaral», «Xana», o «Alborada». Hicieron un pequeño juego con el público que consistió en empezar a tocar unos acordes prometiendo que al primero que acertase el título del tema obtendría una recompensa.

Avalanch (Foto: Juan Sanz)

Berceo hizo un buen papel. Inevitablemente, se echaba en falta a Isra Ramos, de timbre bastante diferente, pero no se puede ignorar el hecho de que aprenderse los temas en poco tiempo y resolverlos, es bastante meritorio. Aún así, muchos cuentan los días para el regreso de Ramos totalmente recuperado de su dolencia.

Avalanch (Foto: Juan Sanz)

Regresando al tema que nos ocupa, en este punto hicieron una pequeña broma que justificaba el cambio de formato de acústico a eléctrico, ya que Jorge sacó su bajo para seguir con el set, y así fue como fueron sucediéndose «Papel Roto», «Delirios De Grandeza», «El Peregrino», «Alas De Cristal» (con un Live de Facebook incluido), o «Pies De Barro», momento en el que Alberto Rionda cambió su guitarra acústica por una eléctrica y levantándose de su taburete. Prosiguieron con otros cortes como «Mil Motivos», y «Otra Vida», con un solo en el que Alberto saltó del escenario para tocar entre el público.

Avalanch (Foto: Juan Sanz)

Dejaron unos instantes al indiscutiblemente grandioso batería Mike Terrana para su solo de rigor, con el conocido tema de The Knack «My Sharona» e incluso la melodía del Cancán. Regresaron para el single de ‘El Secreto’, «La Flor En El Hielo», como antesala para invitar al también asturiano Richard de la Uz a acompañarles sobre el escenario, vocalista de gran trayectoria en orquestas de renombre, alguna banda de metal y antiguo compañero de Rionda en la escuela que este último regenta, la Derrame Rock School de Oviedo. Interpretó el conocido tema de Queen «Another One Bites The Dust».

Avalanch (Foto Juan Sanz)

Como colofón a la noche, invitaron a dos personas del público, aquellas que acertaron los temas del juego previo de adivinar tema con los primeros acordes, a subir a cantar. También el propio hijo de Alberto, Izan, de cinco años, hizo sus pinitos con la guitarra eléctrica para el último tema, «Lucero», dando por concluido el bolo.

Avalanch (Foto: Juan Sanz)

Anteriormente, Alberto Rionda comentó que este formato acústico servía para romper un poco la rutina, para hacer una pequeña y diferente pausa en la gira. Si bien no es un formato que agrade a todo el mundo, si que el último tercio del concierto, la parte eléctrica, tuvo la contundencia habitual a la que nos tienen acostumbrados, sin echar en falta ningún otro elemento.