Lejos quedaron ya las festividades navideñas y por ende el parón de eventos musicales que conllevan. Inaugurando el año para muchos, Accept llenaron La Riviera madrileña, pues cuentan con un público incondicional que siempre les ha sido fiel en su paso por nuestro país, recompensando una entrega y acogida que pocas bandas son capaces de lograr con tanto cambio de formación alas espaldas.

Los espectáculos de Accept siempre son dignos de contemplación, y no precisamente por ser de ese tipo de bandas que llevan una gran ornamentación ni espectáculo para conseguir ganar adeptos a su causa. Pocos grupos han conseguido casar pasado y presente para conseguir un futuro tan prometedor y tan bien encajado como los alemanes, y sus seguidores son buenos conocedores de ello.

La controversia está servida

Sí, sabemos de buena mano que a todo hijo de vecino que dice ser “heavy” es capaz de cantar a todo pulmón “Fear Of The Dark” o “The Trooper”. Que corean sus estribillos bien sea en la verbena de su pueblo, en el garito de turno, o bien en la primera final de la banda que compuso tales himnos. Para todos aquellos curtidos en mil batallas y que toda reminiscencia hacia la banda de Harris y Dickinson les parce memorable, The Iron Maidens podrían haberse tirado tocando tres horas seguidas, que no les hubiese importado.

The Iron Maidens (Foto: Óscar Gil)

Cabía esperar que clásicos “Wasted Years” o “The Number Of The Beast” desgastasen casi por completo sus cuerdas vocales y les sacase una sonrisa. El resto, simplemente deseaban no oír una nota más. Claro está que el estilo de Iron Maiden casa con el de Accept, es más hasta llegaron a ser teloneros suyos tiempo atrás, pero pocas veces el público de un evento ha estado tan dividido en opiniones, por mucho que se diga, las bandas tributo van a seguir suscitando controversia.

El arte de rozar la perfección

Casi medio siglo de trayectoria avala a Accept como una de las bandas más influyentes dentro del heavy metal. El transcurso de más 40 años de historia da lugar a tanto a devenires como a etapas más prolíferas, pero Wolf Hoffman siempre se ha mantenido fuerte como el palo que sujeta la bandera de Accept, sacando adelante a la banda durante todos estos años.

Accept (Foto: Óscar Gil)

Tras el apagón de luces, “Zombie Apocalypse” y “Symphony Of Pain” fueron las encargadas de romper las hostilidades dando muestra de la buena acogida que ha tenido su recién estrenado ‘Too Mean Too Die’. Está claro que, desde su reunión en 2009, los teutones atraviesan una segunda juventud, y cada disco que sacan se convierte en una nueva joya de su discografía.

Accept (Foto: Óscar Gil)

Parte de la culpa de ese éxito la tiene Mark Tornillo, que hace ya casi 15 años entró de la manera más natural posible, aun teniendo en cuenta la sombra que dejaba la vacante de la leyenda de Udo Dirkschneider. Pero no se puede negar que clásicos como “Restless And Wild” o “Midnight Mover” le van al vocalista como anillo al dedo, haciendo que suenen con más frescura en los directos.

Accept (Foto: Óscar Gil)

La historia de la banda se contó por sí misma intercalando todas sus etapas de una manera encomiablemente natural. Le tocó relucir a ‘Blood Of The Nations’, ese trabajo que puso de nuevo a Accept en el mapa tras 12 años de parón, con “The Abyss” y “No Shelter”. Aunque si hay que recalcar un corte reciente en la primera mitad del show fue “Overnight Sensation”, la que es quizá la más pegadiza de las recién estrenadas y de la que quedaron prendados los presentes en la sala.

Subrayar la figura indiscutible del recién incorporado Philip Shouse, que, aun siendo nuevo en el grupo, lejos le queda el calificativo de novato. El guitarrista emana calidad por los poros. Ha trazado su trayectoria tocando la guitarra para el icónico Gene Simmons o el bajo para su ex compañero de Kiss Ace Frehley, por lo que tablas no le faltan para acompañar al señor Hoffman al frente del escenario. El encargado de haber convertido Accept en un sexteto, ha sido una incorporación más que acertada, y junto al citado líder ahora se encargan de formar el esqueleto vertebrador del grupo junto a sus Flying V.

Accept (Foto: Óscar Gil)

Uno de los puntos álgidos de la velada llegó con el medley en el que conectaron “Demon’s Night”, “Starlight”, “Losers And Winners” y “Flash Rockin’ Man”, todo un regalo para sus seguidores de la vieja escuela. Pero su deleite no quedó ahí, pues no tardó en llegar “Breaker”. Si hay que poner alguna pega, fue el bajón de revoluciones que supuso “The Best Is Yet To Come”, que “Shadow Soldiers” no consiguió levantar minutos más tarde.

Accept (Foto: Óscar Gil)

Llegados a este punto, la única forma de elevar la intensidad era interpretando un clásico tan querido como “Princess Of The Dawn”, aunque la ristra de temas grandilocuentes siguió de la mano de “Fast As A Shark” y “Metal Heart”. Accept han demostrado no tenerle miedo a enorgullecerse de su etapa actual, metiendo para finalizar el primer grueso “Teutonic Terror” y “Pandemic”, cortes ya considerados imprescindibles de la época más inmediata de su discografía. Además, es un momento muy oportuno para interpretar el último corte y excusar el retraso de dos años en la gira.

Accept (Foto: Óscar Gil)

El bis de la velada estuvo encabezado por la gigante “Hung, Drawn and Quartered” que llevó de la mano la imprescindible “Balls To The Wall”. Por mucho que Hoffman haya recalcado mil veces odiar esta canción, la rescatada “I’m A Rebel” volvió a demostrar su solvencia para poner punto final a la actuación. Con conciertos como este queda claro que Accept sigue liderando la escena del heavy metal. No han necesitado de llamaradas ni parafernalia extra para seguir manteniendo a sus adeptos y su nombre en lo más alto de los carteles de los festivales estivales. A la banda solo le hizo falta una ecualización más cuidada, pues todo lo demás en su concierto podría considerarse casi perfecto.

Texto: Tamara Ruiz | Fotos: Óscar Gil

Promotor:Revolution Shows

Día:2023-01-21

Hora:19:00

Sala:La Riviera

Ciudad:Madrid

Teloneros:The Iron Maidens

Puntuación:8