COSTA DE FUEGO (MARILYN MANSON – NIGHTWISH – OPETH – CANCER BATS – RISE TO FALL – CLOCKWORK – DUNEDAIN – KATATONIA – NAMI – ARCHITECTS – BERRI TXARRAK – HAMLET – ADRIFT – IN FLAMES)
Si la primera jornada del festival Costa de Fuego fue triunfal, la segunda fue incluso mejor. Con un recinto que alcanzó las 12.000 personas congregadas en total durante los principales conciertos de la tarde noche, el festival puede considerar un comedido éxito. Si bien es cierto que lo óptimo habría sido contar con cuatro o cinco mil personas más en el lugar, no hay que olvidar que la situación económica es la que es, que los festivales ya establecidos de cada año ya han pasado (con el consiguiente desembolso económico de los asistentes) y que el cartel echaba de menos alguna banda de peso adicional que terminara de arrastrar a los dubitativos. En cualquier caso, en un encuentro con los medios, el director del festival, Vince Power se mostró satisfecho con los resultados y dejó claro que el año que viene volverá a haber cita rockera en Benicassim. No en vano, los festivales son una inversión a medio plazo y es necesario un periodo de desarrollo y afianzamiento en el imaginario colectivo del público. En ese sentido, se especula con un proyecto a cinco años vista y que podría tener a grandes nombres en la edición 2013, de la cual se anunciarán las fechas esta misma semana.
La jornada se inició con el brutal asalto a los sentidos de los valencianos blackmetaleros de NOCTEM, que invadieron el escenario Costa de Fuego para un asalto a los sentidos en toda regla. Presentando aún su más reciente trabajo, “Oblivion”, la banda hizo de las suyas, impactando a aquellos no muy duchos en asuntos de metal extremo. “Arrival of the False Gods”, “Divinity” o “Religious Plagues” pusieron al personal patas arribas en décimas de segundo. A la vez, FEED THE RHINO actuaban en el Black Bikini y THE TRACTOR en la carpa Jack Daniels. Los segundos mostraron un rock industrial denso y con olor a óxido que fue un bonito contrapunto a la aceleración desbocada de NOCTEM. Temas como “Subsistence” o “Bedlam” –de su disco más reciente del mismo título- fueron lo mejor de su actuación.
Coincidieron ADRIFT y ARCHITECTS en uno de esos momentos que no sabes por qué escenario decidirte. Finalmente fue un poco de cada. El set de los españoles fue de solo cuatro temas, pero claro, hay que tener en cuenta que no estamos hablando de canciones pop de tres minutos de duración. La banda dio un concierto soberbio en el Black Bikini, con “Black Heart Bleeds Black” como momento más catártico del set. Pierden en un espacio abierto, respecto a un club de mala muerte, pero por cambiar un poco ya va bien. A ARCHITECTS el escenario grande les venía, efectivamente, grande. Son una de las bandas del momento en UK, pero la rabia de su metalcore queda algo dispersa en los grandes espacios. Aún así, el vocalista Sam Carter lo dio todo. No os dejéis engañar por sus pintas de nene bueno. Las nuevas “The Bitter End” y “Alpha Omega” abrieron su set y aguantaron el tipo ante un público que estaba animado en algunos sectores, curioso y pasivo en otros. Aún faltaban un par de horas para el pico de afluencia en el recinto y no había aún gran densidad ante los escenarios. La gente estaba tirada por la hierba, tomando algo o dándose una vuelta por el mercadillo.
Tras una visita al show de los andorranos NAMI en la carpa Jack Daniels (bastante poblada) pudimos disfrutar de un anormalmente enérgico show de IN FLAMES en el escenario principal. No mentiría si dijera que fue una de las mejores ocasiones en que he visto a la banda en un contexto festivalero. Anders Friden estaba especialmente efervescente en la tarde del sábado, consiguiendo poner el recinto a saltar al unísono con “Trigger” e incluso bromeando con el público y sonriendo por momentos, toda una anomalía. Sonaron potentes y fueron uno de los triunfadores de la jornada, sin lugar a dudas. Lo mismo puede decirse de BERRI TXARRAK, que se presentaron en el Black Bikini a la misma hora y quienes dieron un show de apenas 50 minutos con la intensidad que les caracteriza. “Haria” ha servido para darle a los vascos un reconocimiento que merecían hace mucho tiempo y en directo siguen demostrando su aptitud para justificar ese reconocimiento.
Ya caída la noche, mientras TOUNDRA ofrecían su propuesta instrumental en el Jack Daniels (pudimos ver unos minutos de “Magreb” y “Zanzíbar”, como parte de un set de seis temas), AS LIGHT DIES tocaban para unos pocos seguidores en el Red Bull Tour Bus. No obstante, el grueso de gente se concentraba en el escenario principal, donde estaban a punto de llegar los fineses NIGHTWISH después de tres años sin pisar nuestro país. Con mucha expectación, la banda salió a escena al borde de las diez de la noche para presentar en España “Imaginaerum”. Siendo un disco tan complejo y trabajado, un festival no es el mejor lugar para adentrarse en los detalles, especialmente por motivos de tiempo. Tuomas Holopainen y los suyos estuvieron una hora sobre el escenario, y apenas les dio tiempo a tocar diez canciones, siendo la última “Last Ride of the Day” prácticamente unida a la gran instrumental “Imaginaerum”. Trajeron su arsenal pirotécnico con explosiones y llamas para decorar algunas de las canciones más bombásticas, como “I Want My Tears Back” y la que abrió el show, “Storytime”. No faltaron clásicos como “Wish I Had An Angel”, “Planet Hell” y “Nemo”. Y fue un detalle la presencia de Troy Donockley en la sección más céltica del show, que incluyó la mencionada “I Want My Tears Back” además de “Come Cover Me” y “Last of the Wilds”. Anette Olzon estuvo muy correcta durante el show, mucho más integrada en la banda que en su visita anterior, y demostrando que su voz da mucho más de si en los temas de la última época que en los clásicos de la época de Tarja Turunen.
La actividad seguía mientras el cabeza de cartel preparaba su escenografía. KATATONIA se enfrentaron a problemas técnicos en el escenario Black Bikini justo antes de tocar “My Twin” del “The Great Cold Distance”, pero al final sacaron el show adelante con simpatía. “Nuestro clima no es como el vuestro” explicaba el vocalista Jonas Renske mientras se solventaban las incidencias. “Hay un mes de verano, luego nieva mucho, llueve más y volvemos a tener otro mes de verano”. El parón mermó un poco el show pero acabaron recuperándose hacia el final con “Murder”. Los clasicones DUNEDAIN actuaban a la misma vez en la carpa Jack Daniels, ante unas 200 personas. La banda de heavy metal hizo un set de doce canciones muy bien planeado, con unas primeras filas llenas de fans entregados. “Noche de Sueños”, “El Año de la Rabia” o “Mi Alma Sigue en Pie” mostraron que el heavy metal en español aún puede tener esperanzas.
En el escenario principal, la gente se arremolinaba en una mezcla curiosa de góticos, metaleros de la vieja escuela y curiosos que querían ver si el señor MARILYN MANSON pisaba pollitos, descuartizaba bebés o mataba ancianitas en escena. Ninguna de las tres. Lo más grotesco que hace hoy en día MARILYN MANSON es colgarse una guitarra y tocarla, pero por lo demás el temible artista de hace quince años ha dado paso a una suerte de Willy Wonka metalero que inquieta pero no da miedo. Más delgado y menos drogado que en anteriores visitas –al menos aparentemente- el señor Brian Warner salió a matar con “Hey, Cruel world” –con máscara cadavérica tapándole la cara- y “Disposable Teens”. Tanto Twiggy Ramirez como Chris Vrenna como Fred Sablan hicieron de comparsas de un Manson que parecía dispuesto a reclamar su trono en Costa de Fuego. Incluso las canciones de “Born Villain” fueron bien recibidas y hubo tiempo para las clásicas versiones del “Personal Jesus” de DEPECHE MODE y de “Sweet Dreams” de los EURYTHMICS. El final llegó con “Antichrist Superstar” y la eterna “Beautiful People”, como no podía ser de otra manera. Más breve que GUNS N’ ROSES como show cabeza de cartel, pero mucho más intenso, sin duda.
Seguidamente era el momento de los suecos OPETH en el escenario Black Bikini. “Miguelito” Akerfeldt y sus compinches hicieron uno de los mejores conciertos del festival, interpretando “The Devil’s Orchard”, “I Feel The Dark” y “Heir Apparent” entre otras. Sonaron muy bien y gozaron de la mayor congregación de público de ese escenario en todo el festival. En diciembre les veremos de nuevo, como es tradición casi, pero su set en Costa de Fuego nos recordó porque son una de las mejores formaciones de metal experimental de la historia. Los brutales CLOCKWORK se hicieron mientras tanto con el control de la carpa Jack Daniels, muy llena para verles a esas horas. Pudimos ver como Javi, Rown y cia lo aniquilaban todo con “Motherwolf”, “Against” y “One Last Fight”, antes de volver al escenario principal para disfrutar de un incendiario show de HAMLET. Es difícil ver a una banda mantener su gracia durante más de cinco años seguidos, pero HAMLET llevan una temporada absolutamente desbocados. Luis y Molly llenaron todos los rincones del escenario Costa de Fuego (Molly incluso el foso de fotógrafos al que bajó) y dieron muestras de dominio con “Denuncio a Dios”, “Habitación 106” e “Irracional”.
Para acabar el festival, un vistazo a los buenos de GUILLES DE RAIS en la carpa y rumbo al Black Bikini a por RISE TO FALL, que parecen algo tímidos en estas situaciones todavía, y eso que tienen un rodaje más que considerable. “Inner Scream” o “Redrum” mostraron que no han inventado nada, pero una buena dosis de tralla no le viene mal a nadie. Poca gente viéndoles, pero era obvio siendo las horas que eran. Terminaron la noche en el escenario principal los incombustibles CANCER BATS, ésta vez tocando su set propio y no el de versiones de BLACK SABBATH como hicieron recientemente en Barcelona. Mucho movimiento en el público aún, con pits, moshing y locuras varias. “Let it Pur”, “Hail Destroyer” y “R.A.T.S.” fueron banda sonora de su particular empresa de derribos sónicos. El final de la noche corrió de la mano del entrañable Pirata en la carpa, quien estuvo pinchando hasta altas horas igual que el día anterior lo hizo Rafa Basa.
Un festival a caballo entre lo clásico (GUNS N’ ROSES, BARÓN ROJO, OBÚS), lo reciente (LACUNA COIL, PARADISE LOST, WARCRY, AMORPHIS, NIGHTWISH, IN FLAMES), lo nuevo (ARCHITECTS, ROLO TOMASSI, NOCTEM, CLOCKWORK) y lo emergente (THE LAST REQUEST, ANKOR, DRY RIVER, WE ARE THE OCEAN, L’ENDEVI) con instalaciones de lujo, una atención al detalle considerable y una respuesta del público desigual pero justificable tratándose de una primera edición. Sin embargo, los recursos se usaron a pleno rendimiento en cuanto a sonido y luces, aunque el uso de humo en el festival fue excesivo y desmesurado (se supone que debe ser un elemento embellecedor, no una densa película que evita ver con claridad lo que sucede en escena). Los horarios se cumplieron a rajatabla y el posicionamiento de los escenarios era óptimo. Si que falló, como es obvio, la parte media del cartel. Faltaban un par o tres de bandas clásicas adicionales que hubieran dado un peso especifico mayor al asunto. Siendo puntillosos, los cabezas de cartel no eran los mayores reclamos del mundo (GUNS vinieron hace escasamente año y medio en la misma gira y MARILYN MANSON está lejos de su periodo de mayor popularidad) de modo que habría que haber mejorado la programación de bandas de tamaño medio para que quedara algo más equilibrado. No obstante, la propuesta del FIB de juntar viejas glorias con emergentes, desconocidos y experimentales rompedores quizá es un camino a explorar en el terreno de los sonidos más duros y creo que es un poco la línea que ha querido mostrar la organización del festival. Es de aplaudir lo realizado con las bandas emergentes, que se han podido codear en un mismo festival con algunas de las mayores bandas de esta generación, algo no demasiado habitual en el terreno del metal. Sin embargo, si ponemos la vista en festivales como el Primavera Sound o el propio FIB, así como el Bilbao BBK Live, la labor de dar a conocer bandas es algo que se toma muy en serio. Los promotores saben que sin bandas que crezcan, el futuro de cualquier festival está en entredicho y son conscientes de su responsabilidad en ese sentido. Falta ver si se mantiene el planteamiento en años venideros, pues es muy positivo para la escena.
Texto y fotos: Sergi Ramos
Promotor:Maraworld
Asistentes:12000
Día:21/07/2012
Sala:Recinto de Festivales
Ciudad:Benicassim
Puntuación:8
Ya tiene 2 comentarios
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.