Suicidal Angels atacan a la ciudad del caos
Es un secreto a voces que la Ciudad de México no vivió de manera ortodoxa el confinamiento y que su acelerado ritmo de vida bajó muy poco en los dos últimos años. Pero faltaba algo, al menos, para un ente siniestro que se mueve sigiloso por sus caóticas calles y que parecía encadenado y mermado por la falta de un sacrificio metalero que reactivara su fuerza descomunal.