Novedades de última hora en el evento zamorano. Después del jarro de agua fría en su fiesta de bienvenida, su primer día de festival completo sufre grandes modificaciones por una tormenta.
Vienen nubarrones y no se puede decir que no hayamos vivido esto antes. El sistema festivalero comienza a mostrar síntomas de recalentamiento y exceso de oportunismo que obligan a preguntarnos cómo hemos vuelto a llegar hasta aquí.
Ahora está en boca de todos el devenir de los próximos meses en el mundo del rock, metal y, en definitiva, de la música. La incertidumbre es grande, como en los últimos años, pero… ¿debemos estar nerviosos?
La crisis del Covid-19 ha convertido en damnificada a toda la sociedad y todo el tejido empresarial. Desde la peluquería de barrio al coloso del turismo, desde la ferretería de la esquina hasta las empresas más capitalizadas del mundo. Un importante número de trabajadores se han visto afectados por un ERTE y su sueldo ha disminuido un 30% de la noche a la mañana -y en muchos casos ni han recibido dicha prestación todavía. Es del todo lógico que lo primero en lo que piense la gente es en recortar lo más superfluo: el ocio y entretenimiento. No cabe duda de que, ante la posibilidad de llenar un carro del súper o mantener tu abono de un festival aplazado a 2021, prefieres llenar un carro del súper. Economía de supervivencia.
