Cuando el representante de Century Media en España, el ilustre Paco Fernández, me dijo “chaval, que te vas a Alemania con TURISAS” no me lo quise pensar dos veces. La idea se basaba en meterse en una cueva, el Dechenhöhle de la pequeña localidad Iserlöhn, a unos 10 kilómetros de distancia de Dortmund.

Cuando el representante de Century Media en España, el ilustre Paco Fernández, me dijo “chaval, que te vas a Alemania con TURISAS” no me lo quise pensar dos veces. La idea se basaba en meterse en una cueva, el Dechenhöhle de la pequeña localidad Iserlöhn, a unos 10 kilómetros de distancia de Dortmund. Allí, Matias y Olli (vocalista y violinista) de la banda recibirían a los medios para hacer una exclusiva escucha del nuevo trabajo de la banda finlandesa, con el cual se lo juegan todo. La idea era seductora. Noviembre, una cueva, TURISAS, humedad, periodistas heavies de toda Europa con olores corporales discutibles…si, suena a mi idea de un viaje ideal. Así que cogí el avión, directito a Dusseldorf, desde donde los amigos de Century Media me llevaron a la cercana ciudad de Dortmund, donde hubo hasta oportunidad de descansar un par de horas en el hotel antes de irse a la escucha del disco (algo aparentemente fácil pero no demasiado habitual!). Una vez en el Dechenhöhle, el primer paso era darse una vuelta guiada por la cueva, donde cada piedra tiene casi tantos millones de años como Mercedes Milá. El lugar impresiona, especialmente en lo que se refiere a las rebuscadas estructuras que conforman las estalactitas. También impresiona por el frio que hace allí dentro, tanto que en cuanto acabamos la visita guiada se hizo cola frente al termo de café que presidía la mesa situada al lado de la PA con la que escucharíamos el disco. El marco era, por así decirlo, poco común. Pero escuchar a los guerreros de TURISAS en una cueva le da otro sabor a la experiencia, sin duda.

La escucha del disco comenzó con la potente “The March of the Varangian Guard”, el tema que une “Stand Up and Fight” con su predecesor “The Varangian Way”. Está claro que en los últimos tres o cuatro años, TURISAS han evolucionado mucho como banda. Su estilo se ha vuelto algo más profundo y oscuro, misterioso y sinfónico por momentos, pero no por ello menos entretenido. Los coros grandilocuentes y motivadores del primer tema son una buena muestra de lo que está por venir, aunque no la plantilla con la que se han hecho todos los temas del disco. En “Stand Up And Fight” hay algo para todos los gustos: los más folkies, los más sinfónicos, los más groovies…

Siguiendo con el rollo triunfalista, el segundo tema, que lleva por título “Take The Day”, arranca con violines y vientos que hacen del tema toda una llamada a la batalla. Es un medio tiempo oscuro e intimista en algunos momentos, una oda a la victoria en ciernes en otros, pero lo que está claro es que no aburre. En sus cinco minutos y medio te lleva de un lado a otro sin perder de vista la línea de metal en ningún momento.

El folk más prototípico llega de la mano de “Hunting Pirates”, acordeones mediante, estribillos potentes durante. El tema festivo con el que poner a saltar y bailar a todo el mundo en los directos pasa a ser una rareza en lugar de lo predominante en éste disco. La más cañera “Venetoi! Prasinoi!” muestra gritos guturales, blastbeats comedidos y sinfonismo desbocado. Todo en apenas tres minutos. “Estos chicos han perdido la cabeza” podría pensar uno. Nada más lejos de la realidad. Que variedad de influencias y estilos muestran en éste disco, pardiez!

El gran tema título no defrauda. “Stand up and Fight” es toda una gran pieza de heavy metal sinfónico, victorioso y con olor a sangre enemiga. Los contrastes entre la caña y los momentos en los que Matias se queda llevando a cabo su soliloquio particular son escalofriantes. Los siguientes dos temas, “The Great Escape” y “Fear the Fear” son rítmicos, bailables, casi disco. Especialmente el segundo parece sacado de las entrañas de DEPECHE MODE tras darles un paseo en un barco pirata. Brutal!

La épica “End of an Empire” marca el camino en la recta final del disco, con la banda explayándose, mostrando su versatilidad en cambios de ritmo y de registro, haciendo ver que TURISAS no se encierran en una jaula por nada ni por nadie. Los delicados pianos y las partes más sinfónicas, de sumo gusto, demuestran que el esfuerzo arreglista en éste disco es muy superior al de “The Varangian Way” y, ciertamente, al de “Battle Metal”. Es más, diría que hay momentos de rollo cinemático a medio camino entre Disney y Benhur. De nuevo, alucinantes.

El disco finaliza con “The Bosphorous Freezes Over”, una obra grandilocuente, con coros rimbombantes, casi eclesiásticos en tonalidad. Es el tema que marca el fin de la historia, con el drama y cadencia necesarios.

Al acabar la escucha, las decenas de periodistas europeos irrumpen en aplausos, como no podía ser de otra manera. TURISAS han hecho el que es el mejor disco de su carrera hasta la fecha. Aunque tampoco es difícil: la banda se encuentra en pleno subidón creativo, apenas es su tercer disco. Ya tendrán tiempo de decaer dentro de veinte años, cuando se sequen las ideas y conceptos. Pero a día de hoy, TURISAS son invariablemente buenos en estudio (y en directo, si has tenido oportunidad de verles en cualquiera de sus visitas).

Tras una nutritiva cena – con todo el cerdo y sus derivados que son típicos de cualquier evento que se celebre en tierras alemanas- pasamos a una salita contigua para entrevistar a Matias. Con voz grave y seria, responde a nuestras preguntas sin cortarse un pelo.

 

Me parece un disco muy fuerte y muy bien planteado, un paso adelante respecto a “The Varangian Way”. Ahora que han pasado unos meses desde la grabación ¿tienes igual de claro que es un disco potente o observas fallos?

“Para serte honesto, hemos estado trabajando un largo periodo  de tiempo en el disco y es complicado volver a escucharlo siendo objetivo con tu propio trabajo. Pero, hace un par de semanas me fui de vacaciones. Es más, de hecho, volví ayer, y hoy he vuelto a escuchar el disco de principio a fin con atención. Y ahora es cuando puedo disfrutar de las canciones por primera vez, sin pensar en aspectos técnicos de la grabación. Estoy de acuerdo en que, mientras trabajábamos en el, pensábamos que había una cierta falta de singles e himnos en el disco. El sello nos dijo que no pensáramos en eso. Había pocos temas que bajaran de los cuatro minutos y eso hace que sea complicado captar todos los detalles a la primera escucha del disco. Es un disco que va creciendo con el tiempo, de los que te obligan a buscar detalles. Si te quedas con la primera escucha, quizá te parece aburrido”.

Estuvisteis avanzando uno de los temas, “The March of the Varangian Guard” en los shows en directo que realizasteis durante el pasado otoño. ¿Cuál va a ser el single del disco? Imagino que el tema más obvio es “Hunting Pirates”.

“Creo que Century Media ha usado “Stand Up And Fight”, la canción, como tema de presentación del disco para Facebook, MySpace y demás. Pero tienes razón: “Hunting Pirates” es probablemente el único tema del disco que tiene  una presencia folk muy destacada. Las otras canciones del disco son más sinfónicas que folkies. Pero ya le dije al sello que no quiero tener nada que ver con la elección de temas de presentación ni nada por el estilo, porque no dejan de ser canciones que me son cercanas y no tengo un criterio realista. Es mejor que otros se encarguen de esa parte”.

El disco es más oscuro que “The Varangian Way”, definitivamente. Es más, “Hunting Pirates”, es como si un payaso irrumpiera en un funeral. Exagero, pero ya entiendes por donde voy…

“(Risas) No creo que para este disco hubiera ninguna guía predeterminada sobre el estilo que debíamos seguir. Claro que, en lo que se refiere a la historia, teníamos una idea sobre el desarrollo que debíamos seguir desde lo que hicimos en “The Varangian Way”. Siempre tuvimos la idea de seguir la historia, de hacerla progresar. Queríamos continuar la temática sin hacer necesariamente una secuela. Queríamos componer canciones que tuvieran algo que decir sobre la temática, sin explicar necesariamente la misma historia. Puede que ese enfoque haya contribuido a que tengamos un toque algo más oscuro en el disco. Hay temas que tratan sobre la decadencia y cosas por el estilo…imagino que es normal que eso se refleje en la ambientación de las canciones”.

Como compositor ¿ha sido liberador para ti no tener que situar en un mapa toda la acción que sucede en el disco?

“Lo más complicado es tener paciencia. Me gusta hacer historias, y hacer historias es algo relativamente fácil, pero me gusta que las historias tengan una cierta profundidad. Eso implica buscar información, ordenarla, esquematizarla y todo ese tipo de cosas. Son cosas que ya había hecho en “The Varangian Way” y que ahora me han servido. Finalmente, “The Varangian Way” se centró en el viaje en sí y no en las cosas que pasaban a su alrededor. Creo que en éste disco seguimos con un tono lírico similar, pero sin encerrarnos tanto como en “The Varangian Way”.

Estuvísteis girando para “The Varangian Way” durante casi tres años. Fue un disco realizado cuando erais muy jóvenes. Cuando ya estabais en el tercer año de conciertos del ciclo de “The Varangian Way” ¿os sentíais igual de cómodos con las canciones? ¿Sentíais cierta distancia respecto a las canciones al haberlas compuesto tanto tiempo atrás?

“No se si es que nos sentíamos distantes hacia el material en si. Pero con dos discos no puedes hacer demasiados milagros en el setlist, ya que no puedes andar reinventando tu show cada noche. Claro que, cuando giras durante tres años y tocas en un festival durante 60 minutos, te ves tocando las mismas canciones una y otra vez. Cuando lo has hecho tantas veces, se ha vuelto algo rutinario y que tienes totalmente por la mano, no tienes ni que pensar en ello. Pero, por el otro lado, cuando se vuelve demasiado rutinario, se hace pesado. Por eso, cuando giras durante mucho tiempo es bueno incluir al menos un tema nuevo en el set, algo que rompa un poco el ciclo habitual. Ahora estamos muy contentos de volver a la carretera, porque nos morimos de ganas de tocar el nuevo disco en vivo. Con un tercer disco bajo  el brazo es mucho más fácil hacer un set equilibrado y potente”.

¿Cómo te sientes acerca de ‘Battle Metal’, vuestro primer disco?

“No es que uno deba sentirse avergonzado de su pasado, ni remotamente. El paso del tiempo ha sido bueno para nosotros y ese disco sigue aguantándose bien a día de hoy. Pero está claro que cuando uno mira las letras o la composición o la calidad de los músicos o la producción, uno siempre piensa “pero ¿qué mierda hicimos aquí?”. Es una reacción natural, porque con el tiempo evolucionas y aprendes a hacer las cosas mucho mejor. Por ejemplo, una canción como “Battle metal”, que la tocamos en directo a dia de hoy, va cambiando con el paso del tiempo, porque nosotros cambiamos. Pero cuando escuchamos la versión del disco decimos “oh, Dios” (risas). Es esencial que quieras mejorar siempre, que quieras probarte a ti mismo. Si te quedas admirando tu trabajo perpetuamente, no avanzas”.

¿Te consideras muy crítico cuando trabajas en tu faceta de productor de TURISAS?

“Creo que soy muy crítico. En ocasiones tienes una idea pero no sabes llegar hasta ella, de modo que has de hacer mucho ensayo y error. En ocasiones te quedas atascado en algo que quizá no es tan sensacional de cara al resultado final del disco. Pero en ocasión tengo una visión en mi cabeza y persigo lo que quiero hacer hasta que lo consigo, incluso si realmente no es todo lo beneficioso que debería para el resultado final. Habitualmente son detalles minúsculos, pero puede ser algo irritante para los demás. Cuando llevas ocho horas tocando  la batería y te dicen que repitas la toma o que cambies una parte, te irritas. Pero todos hemos aprendido a saber como funcionan las cosas, a conocernos como para poder mejorar. Cuando aparecen las frustraciones, todos sabemos donde estamos y como debemos llegar al resultado final.”

¿Hay consenso total dentro de la banda respecto a tu función como productor?

“Hay un acuerdo mutuo al respecto. En ocasiones hay desacuerdos, opiniones que no coinciden, y habitualmente soy yo quien impone su visión frente a los otros, pero espero que, incluso si en el momento no se entiende como es debido, cuando llega el resultado final todo el mundo comprenda el porqué de mi decisión. Creo que para las labores creativas necesitas tener siempre a una persona que tenga la visión de lo que se debe hacer. No hacen falta seis personas tomando decisiones continuamente, porque no funciona. Todo sería un caos. Alguien debe tener una opinión final y definitiva. No se trata de una dictadura tampoco. Mientras los componentes de la banda estén contentos con los resultados finales que consigo en los discos, todo estará justificado”.

¿En las giras también te ocupas tu de la mayoría de presiones externas a lo musical? Ya sabes: a donde va el dinero, si una oferta es buena para un festival, etc…

“Tienes que ser consciente de que es complicado hacerlo todo a la vez a estas alturas de la carrera de la banda. La discográfica hace su función, igual que la agencia de contratación, aunque siempre tienes que tener un ojo en esta clase de detalles, porque todo depende de la banda a fin de cuentas. No obstante, hace tiempo que esto dejó de ser el show del hombre orquesta. Olli, por ejemplo, se ocupa de la actividad online de la banda…intentamos repartir un poco las cosas. Yo sigo teniendo mucha faena que hacer, especialmente en lo que se refiere a hacer realidad la visión artística que tenemos en mente: portadas, fotos de la banda, la música en si…”.

¿Qué opinión te merece la escena folk-metalera a día de hoy? Es algo que se hizo muy grande en 2006-2009, pero que ahora está algo menos presente. Me da la impresión de que siempre os intentasteis distanciar de todo ello e ir a lo vuestro…

“Nunca nos hemos preocupado de pertenecer a ninguna escena. En cuanto comienzas a pensar en escenas y en modas, es cuando comienzas a comportarte como si formaras parte de una y los problemas comienzan a llegar. Lo más importante es no definirse demasiado. Tienes que ser creativo, libre, no ponerte vallas por todas partes”.

“En lo que se refiere al éxito comercial, sigue siendo tan pequeño que no puedes hablar de ese concepto como tal en el caso de una banda como TURISAS. Todo ha comenzado a crecer desde hace dos o tres años, pero no es un nivel de éxito desquiciante.”

“No queremos asociarnos con algo muy concreto y convertirnos en una banda atrapada en una jaula. Por eso es importante que salgamos de gira con bandas que no tienen nada que ver con nosotros, como DRAGONFORCE. De ese modo podemos llegar a nuevos fans, en lugar de estar tocando siempre para la misma gente. No es que eso tenga nada malo, pero llega un momento en el que no puedes crecer más”.

Hablemos de la gira: vais a hacer fechas en Europa en los próximos meses. Cuando estábamos en la cueva de Iserlöhn me comentaste que teníais la idea de hacer una gira extensa, de un par de semanas, por España. Nada de tocar solo en Barcelona y Madrid. ¿Qué desarrollo está teniendo esa idea?

“El asunto de volver a España es algo que tenemos en mente desde hace mucho tiempo. De momento, nuestro calendario es el siguiente: primero hacemos una gira por Estados Unidos, luego vamos a las Islas Británicas para llenar el tiempo hasta que llegue una gira por Centroeuropa en primavera. Lo que estamos pensando ahora es en encajar algunos shows en España y Portugal tras esa gira. La idea sería hacer algo en mayo y, si no sale, intentar que suceda en otoño, tras los festivales. La gira española como cabezas de cartel lleva tiempo rondando nuestras cabezas, pero hemos de encontrar el momento para hacerlo.  Como tu dices, habitualmente las giras solo van a Madrid y a Barcelona y luego ya vuelven a Europa a través de Francia. Creo que España tiene potencial para realizar más shows, solo hace falta tomarse el tiempo de montarlos”.

“Vamos a estar en la carretera, pero aun no hay nada cerrado de manera definitiva”.

Recientemente murió Bobby Farrell de BONEY M. ¿Crees que escuchó la versión de “Rasputin”?

“Um…no tengo ni idea. No estuvimos en contacto con ellos para hacer la versión. Imagino que fue nuestra discográfica quien contactó con el gestor de sus derechos de cara a la versión, pero no tengo ni idea de si han escuchado nuestra versión!”.