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Resurrection Fest

Los discos clave de 1985: El disco definitivo de Stryper con “Soldiers Under Command”

Reportaje

Soldiers Under Command es el segundo álbum de estudio de Stryper, lanzado el 15 de mayo de 1985 bajo el sello Enigma Records. Tras el notable recibimiento del EP The Yellow and Black Attack (1984), la banda —formada por Michael Sweet (voz y guitarra), Oz Fox (guitarra), Tim Gaines (bajo) y Robert Sweet (batería)— se propuso consolidar su posición en el creciente panorama del metal de los 80. Sin embargo, Stryper añadía un elemento diferenciador: sus letras y su puesta en escena se basaban en un mensaje cristiano y en la indumentaria de franjas amarillas y negras, algo muy inusual en una industria dominada por los excesos y la temática irreverente de otros grupos de hard rock y glam metal.

La banda provenía de la escena de Los Ángeles, compitiendo con artistas de estética glam que dominaban la MTV y las listas de éxitos. Frente a ello, Stryper apostó por la combinación de riffs contundentes, un cuidado trabajo vocal de tipo melódico y la introducción de mensajes de fe y positividad. Soldiers Under Command llegó para reforzar esa identidad, ofreciendo un heavy metal rotundo y un espíritu que pretendía conectar tanto con oyentes religiosos como con amantes del rock más comercial.

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La mano de Wagener

El disco fue producido por Michael Wagener, reconocido por sus colaboraciones con bandas prominentes de la escena ochentera. Para Soldiers Under Command, Stryper se esforzó en pulir la base heavy, incorporando solos de guitarra más afilados y secciones rítmicas muy potentes, sin renunciar a las armonías vocales en los coros. En la alineación definitiva, Tim Gaines regresó al bajo tras algunos cambios temporales en la formación, consolidando el tándem instrumental junto con Robert Sweet en la batería.

Las sesiones de grabación se llevaron a cabo en varios estudios del sur de California. Allí, Michael Sweet y Oz Fox desarrollaron melodías vocales que alternaban entre la fuerza del metal y coros de corte accesible, mientras los solos exhibían la precisión y el sentido melódico que empezaba a ser distintivo de Stryper. El objetivo consistía en lograr un sonido lo bastante duro para competir en la escena, pero con un matiz limpio y unos coros que reflejaran el mensaje constructivo de la banda.

STRYPER - Soldiers under command [Official Music Video] HQ

Exito contenido

Soldiers Under Command se publicó el 15 de mayo de 1985 y, de forma inesperada para muchos, consiguió colarse en la lista Billboard 200, alcanzando el puesto n.º 84. Este logro evidenciaba que existía interés por la propuesta de Stryper más allá de los círculos puramente religiosos. El sencillo “Soldiers Under Command” contó con difusión en emisoras especializadas y vídeos musicales que se emitieron en la MTV, aunque con una rotación más moderada que la de los grupos enfocados en la estética más agresiva o festiva del glam.

El disco acabó recibiendo la certificación de Disco de Oro en Estados Unidos, convirtiéndose en uno de los primeros álbumes de metal cristiano en alcanzar semejante reconocimiento. Para promocionarlo, la banda se embarcó en giras donde no solo se presentaban ante público religioso, sino también ante audiencias seculares, mostrando que su música podía competir en directo con los grandes nombres del hard rock ochentero. Aunque en algunos conciertos se enfrentaron a críticas o reticencias, su puesta en escena —con Biblias miniatura y uniformes de franjas amarillas y negras— reforzó la identidad de Stryper como un proyecto sincero y peculiar.

Canciones atemporales

La canción que da título al álbum, “Soldiers Under Command”, se convirtió en un himno para los seguidores de la banda, destacando por los coros enérgicos y la dualidad entre la contundencia del riff y la melodía vocal. Otros temas, como “Makes Me Wanna Sing” y “The Rock That Makes Me Roll”, mostraban el equilibrio entre pasajes rápidos y secciones corales pegadizas, evidenciando la influencia del glam y el heavy metal de la época.

Michael Sweet asumía la mayor parte de las voces principales, con agudos penetrantes y armonías que se complementaban con la guitarra de Oz Fox. Además, la banda introdujo baladas y medios tiempos con un mensaje más introspectivo, reflejando la faceta espiritual que los caracterizaba. Si bien algunas letras se ajustaban a un discurso explícitamente cristiano, la producción cuidada y el potencial melódico lograron atraer a un sector de oyentes que, sin compartir la fe de los músicos, apreciaba la calidad instrumental y la energía de Stryper.

Legado y repercusión

Soldiers Under Command marcó un punto de inflexión en la historia del metal cristiano, demostrando que un grupo con líricas enfocadas a la positividad y la espiritualidad podía entrar en circuitos comerciales y competir en el panorama de los 80. El éxito cosechado sentó las bases para futuras bandas que pretendían conciliar la fe con la contundencia del heavy metal. El álbum consagró a Stryper como referentes del género, afianzando un nicho de seguidores fieles tanto en América del Norte como en otras regiones.

La aportación de Michael Wagener en la producción y el empeño de la banda por ofrecer composiciones sólidas en un entorno muy competitivo proporcionaron a Stryper el empuje definitivo para afianzarse en la escena. A partir de ahí, el grupo publicaría más discos que continuarían el discurso religioso acompañado de riffs intensos, logrando sostener su relevancia incluso más allá de los 80. Para muchos fans, Soldiers Under Command sigue siendo un referente obligado que recoge la esencia de una época en la que las fronteras estilísticas y temáticas empezaban a difuminarse.

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