"Haria" verá la luz el 21 de Noviembre a través de Kaiowas Records

En abril de este año se confirmó que Ross Robinson sería el encargado de grabar y producir el séptimo trabajo de BERRI TXARRAK en sus estudios de Venice Beach en California durante este verano. Un pasito más allá en una carrera llena de cambios, de retos y de éxitos. Se repusieron a la marcha de Aitor Oreja para pasar a ser un trío, y desde entonces fue cuando cosecharon más reconocimiento y seguidores… no solo en España. Desde entonces, dos nuevos cambios de formación han tenido como consecuencia que la formación actual de los navarros esté compuesta por Gorka Urbizu, David González y Galder Izagirre.

Muestra de su evolución ha sido el gusto que han cogido con el paso del tiempo por las melodías, cosa que siguen mostrando en este ‘Haria’, que verá la luz el próximo X de Noviembre a través de Kaiowas Records. Y prueba de sus cambios es no repetir la buena labor de Steve Albini en ‘Payola’, optando, como dije al principio de este texto, por Ross Robinson.  Gurú del mal-llamado numetal hace años, a sus espaldas tiene producciones destacadísimas como los debuts de KORN, SOULFLY, SLIPKNOT, el cambio de SEPULTURA con ‘Roots’, y grandes discos de AMEN, AT THE DRIVE-IN o GLASSJAW. Pero en los últimos tiempos ha orientado sus grabaciones a otro tipo de grupos, mostrando un catálogo musical más amplio. Por lo tanto, las dudas con BERRI TXARRAK se centraban principalmente en dos hechos: que aportaría Galder a la batería, y que sería capaz de hacer Robinson junto al grupo. Y fueron dando cuenta de todo el proceso en un diario de grabación (http://btxrec.musikazuzenean.com/2011/09/erreserbak/ )

Como siempre digo en estos casos, resulta complicado sacar conclusiones con una sola escucha a un disco, por no decir imposible. A pesar de ello, hoy en día mucha gente se basa en una solo repaso a un álbum para decir si le gusta o no; y si no le gusta, tiene a disposición otros diez discos para usarlos de la misma manera desechable. Ventajas e inconvenientes de la era digital, pero esa es una de las razones por las que desde el siglo XXI no hay clásicos unánimes, porque a los discos no se les otorga el mismo tiempo que en el pasado. Pero no me desvío más, y aquí están las primeras sensaciones de ‘Haria’:

Sugea Suge: Después de una pequeña intro, el tema rompe en un riff donde se aprecia un sonido mucho más pulido que en ‘Payola’. Con eso no critico el disco anterior, pero aquí se nota que la grabación ha sido muy distinta. Energía para empezar el disco en condiciones, y ya se notan los arreglos y capas a los que hacía referencia el grupo a la hora de trabajar con Ross Robinson. La parte final es rica en melodía antes de volver al riff inicial.

Albo-Kalteak: El single que ya se ha podido escuchar (y al que se puede acceder a través de youtube al final de este reportaje). La melodía es el elemento más importante, y resulta una de las canciones más accesibles de todo este trabajo… pero no llega a reflejar todo lo que podemos encontrar en él.

Haria: Más rápida de inicio, pero continuista en la melodía. Con la entrada de la voz no decelera, lo cual se agradece (ya que es lo fácil y el estereotipo que se lleva hoy en día). Si baja revoluciones para la entrada del estribillo, donde la voz de Gorka suena muy emotiva. La batería en estos temas suena dinámica, más viva que en otras ocasiones; cerca del final hay un cambio de ritmo hacia terrenos más agresivos, a modo de pequeño inciso antes de volver al hilo original.

Guda: Llega la vena punk, jugando a tocar rápido e intentando no perder el sentimiento que evocan los cortes anteriores. Como es lógico por su ritmo acelerado, es de los temas más cortos y directos.

Lepokoak: Con la quinta, BTX metalizan su sonido con un riff espectacular de entrada. Tras la tempestad, llega la calma con Gorka cantando solo junto a la sección rítmica. De nuevo se desprende melancolía de su voz, y vuelven a notarse los arreglos de fondo. Se echa algo de menos esa contundencia inicial, apareciendo en otro par de ocasiones; la última de ellas, en el único momento que se junta a la voz, justo precedido de un pequeño interludio lleno de efectos.

Iraila: Incluso más accesible que el single. Un medio tiempo con un ritmo in crescendo, que puede parecer muy simple (hay ocasiones donde hay poco más que el bombo de la batería), pero se convierte en tremendamente efectiva. De hecho, la música cobra más protagonismo que Gorka, cediendo el testigo a la hora de transmitir al oyente. Un tema con un ‘algo’ especial, que además marca un ecuador perfecto.

Harra: En cierto modo, un inicio parecido al tema que abre el álbum. De primeras puede que no llame mucho la atención, pero una vez terminado el disco, es posiblemente el tema más completo junto a ‘Makuluak’… sin que tengan mucho que ver. La melodía de la voz vuelve a ser el elemento conductor, y su final recuerda al de ‘Haria’: distorsionan el sonido cerca del final para volver al sonido del comienzo al cerrar.

Makuluak: El tema que más me ha llamado la atención junto al quinto y el sexto. Completísima, empieza sonando casi punk, para meterse en unos cambios constantes que no saben hacia que terreno van a ir. El bajo suena poderoso, hay paradas, contrastes, ritmos machachones, y hasta tiene hueco el momento más tranquilo de ‘Haria’, antes de terminar con un final casi épico que pone los pelos de punta.

Faq: La única colaboración del disco está aquí, con Matt Sharp (ex-WEEZER, THE RENTALS). Un tema partido en dos, con un ritmo que parece frenético pero que para pronto; la voz muestra más registros, algo más agresivos, sin abusar tanto de la melodía, pero sin llegar a la crudeza del pasado. La segunda parte es más ecléctica, llena de efectos, y marcando un punto distinto en el disco.

Non Bestela: Cercano en su sonido a ‘Payola’, con ritmos pesados y distorsionados, pero mucho más pulidos. Me ha parecido similar a ‘Makuluak’ en cuanto a estructura, y lo mejor es su parte final, ruidosa y casi agónica.

Soilik Agur: Otro medio tiempo con aires de grandeza. Suena atmosférico y atrapante. No tiene mucho más que comentar, pero es otro de los momentos grandes del disco.

Lehortzen: Experimental por completo. Distinta a cualquiera de las otras once, quizá demasiado diferente. Capas y efectos por todas partes, en algún momento suena a post-rock, y supongo que imposible de llevar al directo. Se me ha llegado a alargar en exceso (más de cinco minutos), pero no por eso quita el buen sabor de boca de antes.

 

 

BERRI TXARRAK no es del tipo de bandas que se repiten, o que si encuentran una fórmula que funciona, la repiten hasta la saciedad. De hecho, la repetición a la larga termina sepultando muchos grupos, y este power-trío no está por la labor. ‘Haria’ es una muestra más de su polivalencia; y dejando gustos (y favoritismos) aparte, siguen sin defraudar. El mayor mérito que tiene el grupo es que hace tiempo se dejó de hablar de la particularidad de cantar en euskera; y es que cuando algo suena natural, no tiene que importar el idioma. La melodía vuelve a ser lo más presente y notable de todo su trabajo, pero hay temas donde se trata de maneras distintas. Habrá que darle más escuchas para ver su calidad real.