Pues probablemente, más de lo que muchos querrían. ¿Porqué? Muy simple. Lo que para muchos ha sido una lucrativa reactivación del genero musical más vilipendiado de la historia, se ha tornado altamente conflictiva como resultado de la masiva firma de contratos discográficos a bandas que no van a ninguna parte. Las bandas pierden la originalidad por momentos. Junto a esto, la prensa musical hace el resto. La corrupción habida en tiempos anteriores poco tiene que ver con la de tiempos actuales.

Pongamos un ejemplo: Massacre Records ha tenido que recortar su presupuesto de promoción en España. La razón, sin ser oficial, es fácil de deducir. Cuando una compañía ficha bandas como BLACK MAJESTY, SUPREME MAJESTY, TUNNELVISION y demás productos mediocres es evidente que, económicamente, va haber problemas. Sin dudar en absoluto de la calidad de las bandas o del juicio de las compañías a la hora de firmar nuevos grupos, es evidente que dada la situación actual de recesión que sufre la industria musical es un auténtico suicidio invertir en bandas a granel esperando que una de ellas consiga algo de éxito.

De todas formas, la gran mayoría de compañías Heavies independientes tienen un método mas o menos fiable para no pillarse los dedos. Antes de firmar un contrato con cualquier banda, ésta ha de certificar que ha vendido con una compañía anterior “x”cifra de discos. Habitualmente, unos pocos miles (muy pocos) son suficientes para atraer el interés de las compañías. Pero obviamente, esa formula debe fallar por algún lugar. Si la formula falla, por ende, falla todo el negocio, y eso es lo que está pasando poco a poco.

Los conciertos cada vez tienen menos público, lo cual hace pensar seriamente en esa vieja reivindicación que dice algo así como “en Estados Unidos tienen unas giras que no veas y aquí mira, los de siempre”… Sinceramente, ningún promotor en su sano juicio va a traer una banda como WHITESNAKE, KISS o STRYPER sabiendo que a los primeros los verán 4000 personas, a los segundos 5000, y a los terceros 357. Tan triste como eso. Siquiera los grandes baluartes del nuevo Heavy Metal llenan salas de 2500 personas sin dificultades. Irónicamente, el precio de las entradas cada vez sube mas, mientras que, cómicamente –porque no hay otro adverbio-, los grupos tocan apenas 75 minutos en el mejor de los casos. Esto deja a los promotores como únicos culpables a ojos del público ¿pero qué culpa tienen ellos de querer que su negocio se desarrolle correctamente? Mas dinero por entrada significa cubrir gasto con menos público, y la tendencia es que cada vez haya menos publico. O quizá demasiados conciertos para un país tan poco desarrollado musicalmente como España.

Las bandas, al contrario que los 70 y los 80, han olvidado el concepto “originalidad”. Y la originalidad para muchos es hacer la propuesta mas extrema, ruidosa o enrevesada posible, lo cual no es correcto. Ejemplo, VAN HALEN revolucionaron los años 80 con un nuevo estilo de tocar la guitarra y unas estructuras algo inusuales para los temas. METALLICA revolucionaron los 80 y principios de los 90 haciendo del thrash metal más cazurro un producto de masas. IRON MAIDEN revolucionaron el Heavy Metal en los 80 con vocalista excepcional y unos temas hímnicos musicalmente, y épicos líricamente que realmente tenían una base. MAJESTY no tienen una base. Son una maldita parodia. Incluso MANOWAR no tienen una base y son otra maldita parodia de sí mismos, copiando disco tras disco, sus propios clichés imperecederos. Las bandas actuales se limitan a 1)copiar descaradamente a IRON MAIDEN o METALLICA o copiar las copias que sucesivamente han ido apareciendo de ellos o bien 2)hacer la propuesta mas complicada posible, la menos atrayente y que abarque a un mayor numero de publico en un mejunje que habitualmente acaba por ser ruido y por no atraer a nadie.

No nos engañemos: las bandas que llenan estadios no los llenan por ser mas conocidos, sino por ser más asequibles a la masa. No puedes hacer música para llenar salas de 2000 personas, has de hacer música para llenar estadios de 70.000, a no ser que tu planteamiento sea minoritario de manera intencional. Es mucho más fácil entender un tema de AEROSMITH que no una opera-rock de YES, y siendo ambos de la misma época, YES tocan hoy en día en recintos de 3000 personas y AEROSMITH en recintos en 10.000-15.000 personas.

En cuanto a la prensa musical… no puedo evitar carcajearme. Entramos en una curiosa dimensión donde un buen numero de periodistas se creen más estrellas que los propios artistas, con la vergüenza ajena que ello provoca. Sin entrar a valorar la labor puramente administrativa de la mayoría de medios, la periodística es habitualmente una décima parte de lo correcta que ellos suelen procamar que es. La prensa siempre ha estado al servicio de mayores poderes, sean políticos o monetarios, y eso no es un secreto. Pero, ¿dónde acaba la honestidad y comienza el engaño a gente que deposita su confianza en ciertos periodistas para recomendaciones musicales amañadas por compras de publicidades y favores personales? Ese es el mayor lastre de la prensa musical metálica, especialmente en España.

Es hora de renovación. Los nuevos valores dentro de la prensa musical metálica necesitan hacerse oír, pero no se les deja, Y aunque todo el mundo se queja de lo mal que está el panorama, todo el mundo sigue alimentando esa disfuncionalidad conocida ya por todos, la cual predomina en el mercado de prensa Heavy español, sea cual sea su canal de emisión hacia el publico. Y mientras eso ocurra, las cosas seguirán como están. Y créanme, las cosas están muy, pero que muy mal.