Después de más de veinte años, SOZIEDAD ALKOHOLIKA tiene aún muchas cosas que decir, y de manera muy directa, como es habitual en ellos. "Cadenas de Odio" es el título de su nuevo trabajo, y en él encontramos trece canciones en la línea del grupo, directas al grano. Para él han vuelto a la auto-producción, como en los viejos tiempos. Tanto del pasado como del presente nos sentamos a charlas con Juan y Jimmy, que repasan las diferencias entre la actualidad y sus inicios, así como los problemas recientes a modo de trabas por cierto sector de la sociedad.

 

Echando un poco la vista atrás, hace tres años que sacábais ‘Mala Sangre’ con Roadrunner, y un año después el mismo sello se encargaba de la edición de ‘Sesión #2’. ¿Qué ha pasado con el grupo desde entonces?

Jimmy: Después de sacar Sesión nos pusimos a tocar, estuvimos el año pasado de gira, empezamos a parar, y nos metimos a componer. Roadrunner cerraron las oficinas, los encargados en España y algún otro sello nos dijeron si queríamos hacerlo con ellos, pero preferimos seguir adelanto nosotros por nuestra cuenta.

El hecho de regrabar vuestro disco homónimo, ¿afectó a la hora de componer nuevo material?

Juan: No creo que afectara, de hecho algunos temas ya los teníamos por aquel entonces. Eso fue una idea que teníamos hace tiempo, y ‘Cadenas de Odio’ va más en la línea de ‘Mala Sangre’ que de aquel. Hicimos un pequeño paréntesis, teníamos curiosidad de ver como sonarían, porque después de tocar unos cuantos de ese disco y la maqueta nos dimos cuenta de lo bien que sonaban. Tuvimos la idea, y a ver qué pasaba grabando con los medios, la experiencia y la técnica actual; además, que el grupo suena ahora distinto, y queríamos darles otra vuelta. Hay gente a la que le gustó la idea.

Jimmy: Tampoco los cambiamos mucho, pero era básicamente como sonarían tocándolos ahora en estudio después de tocarlos en directo. Ya entonces no nos quedamos muy contentos de cómo quedaron ni los temas ni el disco entero; y ahora probamos, y sí fue así.

Sois supersticiosos? Decimo tercer disco, trece canciones…

Jimmy: A nosotros nos suelen quedar más o menos trece canciones, doce quizá… No las hacemos muy largas, y queríamos el tiempo que dura el disco. Vamos, que no somos supersticiosos.

¿Hoy en día la autoproducción es la mejor de las salidas?

Juan: Para nosotros sí. Bueno, no sé si es la mejor o la peor, pero es a lo que acudimos muchos grupos en la actualidad. Ahora un sello se mojan, no te ofrecen demasiado, te lo tienes que pagar todo tú haciendo un esfuerzo económico… y para eso, a poco que te muevas y pongas de tu parte, es mejor hacerlo por ti mismo, y después buscar alguien que lo distribuya, aunque a veces sea complicado. Ningún sello apuestan por una banda independiente…

Jimmy: Incluso bandas más grandes, que Amaral ahora se han autoproducido. Es que los sellos no tienen capacidad de hacer grandes inversiones. Nosotros queríamos hacer una presentación chula, con un productor en condiciones, diseñador… y nadie va a apostar por ello. Además, nosotros teníamos la experiencia ya de Mil A Gritos Records.

Juan: Y siempre nos ha molado tener el control de nuestra música, tener libertad sin tener que dar explicaciones a nadie.

Jimmy: Y si la cagamos, ¡la cagamos nosotros!

En algunos momentos da la sensación de que sea un disco conceptual, pero no como suele ser entendido, sino por la mala leche que rodea a todas las canciones. ¿Son las más agresivas que habéis hecho hasta la fecha?

Jimmy: El rollo agresivo… ya lo llevamos haciendo de esta manera tan brusca un tiempo, sin chorradas ni adornos. Conceptual, bueno, lo hemos grabado en un momento concreto, pero no nos lo hemos planeado como tal.

Juan: No tiene ningún concepto, simplemente hemos puesto las canciones juntas y ya está. El sonido puede unificarlo, pero las canciones son variadas, y es un poco nuestro estilo.

Para ‘Cadenas de Odio’ habéis contado de nuevo con Tue Madsen…

Juan: Nos apetecía repetir porque nos gustó en los dos trabajos anteriores. Si algo funciona, seguimos con ello.

Jimmy: Nos gusta cómo trabaja, entiende nuestra música… y nos apetecía volver a hacerlo con él, porque nos gusta como mezcla y hace las tomas, y la visión que tiene de nuestra música. Siempre habrá tiempo de cambiar.

Hay temas que me llaman la atención, como ‘Presunto culpable’, con un tempo más lento que las cuatro primeras, y que pone un poco de pausa.

Jimmy: Nos gusta tocar temas rápidos y es divertido… pero también unos pesados, con un tempo más lento. A mí me gustan mucho esos contrastes, tener otra visión musical. Teníamos más de veinte canciones acabadas, y estas trece son las que más nos gustaban.

Un poco más adelante encontramos ‘Niebla de Guerra’, que es mucho más oscura…

Jimmy: Esa yo la veo como la más diferente, pero es un estilo que nos gusta… como más del rollo videojuego (risas). Al principio nos chocaba un poco, pero nos sentíamos muy cómodos tocando una canción como esa. Tenía que entrar en el disco, nos gusta mucho como quedó.

Después está un tema en euskera, ‘Gora Goaz’. Algunos grupos, al cambiar el idioma de sus composiciones pierden algo de chispa o personalidad, pero con vosotros sucede todo lo contrario.

Juan: Hacía tiempo que queríamos hacer otra canción en euskera, nos mola meter de vez en cuando algún tema. Reivindicar un poco nuestro origen, apoyar un idioma que a veces está perseguido, e incluso despreciado. Yo me siento muy cómodo cantando en euskera, me gusta como suena. Otros que hemos hechos en este idioma no eran tan pesados…

Jimmy: No es nada forzado, es algo que ya hemos hecho y sigue sonando personal. Nos apetecía, y en cierto modo nos forzamos a nosotros mismos en plan ‘vamos a hacer una en euskera’. Y ya era hora.

Habéis contado con varias colaboraciones. Miembros de CRIXIX, THE EYES y MOKSHA aportan coros, y Carlos, cantante de NON SERVIUM hace dúo en ‘Ningún Respeto’.

Juan: Con Jordi de The Eyes (y con todo el grupo) tenemos muy buena relación, hemos estado de gira con ellos y ya participaron antes en los coros. Como volvíamos a Cataluña a grabar, siendo de allí, nos apetecía que repitieran, que vengan colegas a pegar unos gritos. También se lo dijo a otros conocidos, que sería guay que se pasaran un día.

Con Carlos, pues NON SERVIUM estuvieron tocando en Vitoria, nos conocimos, salimos de fiesta por allí y tal. Y un día, hablando, surgió la posibilidad de que colaborara con nosotros. Encajaba tanto en la canción como en la filosofía de la letra, porque es antifascista, y ellos son un grupo muy concienciado y peleón en ese aspecto. Lo vimos perfecto, y en el fondo siempre nos mola tener alguna colaboración que enriquezca los temas. Superorgullosos de haber contado con él.

Jimmy: Son cosas naturales, nunca nos proponemos que tal o cual tenga que venir a cantar esta u otra canción. Estábamos ya para grabar, y salió el tema sin forzar: nos apetecía, les apetecía y para adelante. En este caso simplemente vimos que le iba muy bien la canción.

Hay una frase de ‘Contra las cuerdas’ que dice “… Todo dolor y soledad”. ¿Ha habido algún momento en que os hayáis sentido solo en todo lo que os ha pasado?

Jimmy: Tampoco es el asunto que quiere reflejar la letra, pero… sí, alguna vez sí.

Juan: Más que solos, impotentes. Siempre hemos tenido apoyo, desde gente cercana, tus amigos, bandas, nuestro entorno musical… e incluso de otros estilos que nos han transmitido su solidaridad.

Jimmy: Pero llega un momento que el que tiene que hacer frente a todo eres tú, y pelear tú en un juicio. Entre nosotros nos apoyamos mucho, no es que nos sintamos marginados ni nada por el estilo.

‘Hipocresía Santa’ demuestra que no a todo el mundo se le mide con el mismo rasero.

Jimmy: Es más la hipocresía de la jerarquía de la iglesia. Intentan tapar cosas, que nadie se entere y haya asuntos que no trasciendan, en vez de limpiar su propia casa. En el fondo, se convierten en cómplices de un secreto a voces.

Juan: Sí que es verdad que no se les persigue con la contundencia que debería. La iglesia cierra los ojos ante un delito, protegiendo a los propios agresores.

¿Qué me podéis decir de la portada a cargo de Brent Elliot?

Jimmy: Se nos ocurrió hacer algo más elaborado de lo que estábamos acostumbrados. Buscarle un empaque que al verlo digas “¡ostias, como mola mi portada!”. Brent Elliot fue nuestra primera opción de una lista de ilustradores que habíamos visto portadas que nos gustaban, nos pusimos en contacto, se interesó, nos fue ofreciendo ideas, y hasta que llegamos a un término medio. El vinilo también va a quedar muy chulo.

Juan: Un rollo más ilustración, totalmente pensada para el disco. No coger nada por ahí, sino algo nuevo y exclusivo para él. Siempre nos han gustado ciertas portadas que las veías y decías ‘como mola’, y nos decidimos por esto. Llegamos a un acuerdo con los puntos de vista en común después de que nos mandara algunos bocetos. Hace tiempo podía parecer algo complicado, pero ahora con internet estas cosas son muy fáciles. Quizá alguno pueda pensar que no pegue demasiado con nuestro estilo, pero queríamos hacer algo distinto esta vez.

Antes hablaba de que parecía un disco bajo un mismo concepto. ¿En realidad son una especie de trece razones por las que el mundo parece destinado a irse a la mierda?

Juan: Está claro que son parte de la miseria humana.

Jimmy: Es un reflejo de muchos aspectos muy criticables. Es nuestra forma de expresarnos, de decir lo que piensas. Puedes hablar de muchas cosas, y reflexionamos sobre ciertos temas. A mí me parece totalmente lícito que un fotógrafo se exprese de una manera, o que alguien hable sobre temas de amor… pero a nosotros nos sale esto.

¿Y si llevamos la misma pregunta al terreno musical? ¿La masificación se está cargando la música por dentro?

Juan: Al menos la está frivolizando un poco. Ahora todo es más de usar de tirar.

Jimmy: No puede ser que escuches un tema de un grupo y deseches toda la discografía. Tú antes comprabas un disco, y aunque igual no te gustaba a la primera, al final te entraba porque ibas descubriendo cosas… que ahora no se hacen igual. Yo la experiencia que tengo, cuando compraba un disco y me entraba a la primera, no era tan bueno… resultaban ser mejores los que costaban; los ibas escuchando, descubrías cosas, y tenías que hacerlo porque te habías gastado mil quinientas pelas, y son discos que forman parte de mi discografía y que los tengo en buena estima. Hoy en día, yo mismo quizá no le habría dado esas oportunidades, no somos ajenos al sistema actual. Antes lo mismo te guiabas por el criterio de un amigo, o de tu hermano, que te decían ‘escucha esto’, y ahora descubres tú por ti mismo con el ordenador. Está bien y conoces muchas cosas nuevas, pero es más impersonal.

Juan: Como todo, tiene cosas buenas y malas. Ahora te puede llegar un grupo de Mozambique, y la música fluye de una manera mucho más amplia.

Lleváis ya más de veinte años en esto. ¿Qué ha cambiado desde entonces?

Jimmy: Ves venir un poco más a la gente, igual no te engañan tanto… pero te la siguen metiendo. Ahora nos sentimos muy cómodos, tenemos muy buena relación entre nosotros, y sabemos llevar muy bien las giras, grabaciones, conciertos y demás. Y tenemos tanta suerte de tener este trabajo tan guay… pues lo disfrutamos. Al principio eras un poco más inconsciente, no sabías donde ibas a llegar, donde ibas a ir… pero nosotros somos algo más viejos e igual de capullos. Simplemente hacemos lo que nos gusta, y lo que queríamos con quince años. La industria habrá cambiado, pero ahora vamos a tocar con mejores condiciones que hace años. Disfrutamos incluso más que antes, desde que salimos de casa, vamos a tocar, y volvemos.

Juan: Ahora somos algo más formales, con el tiempo nos lo tomamos con más responsabilidad, y no vamos tan a lo loco, porque tienes que tener un respeto por la gente que va a verte a los conciertos.

La demanda del grupo sigue siendo altísima en muchas partes. En cierto modo, ¿eso os daba fuerza para seguir adelante?

Jimmy: Igual suena egoísta, pero nosotros hemos tirado para adelante por nosotros mismos. Nuestros fans son la polla, pero no son nuestro motor principal. Creemos que tenemos derecho a tocar, y por mucho que alguien nos quiera tapar la boca… Pero vamos, nos sentimos super orgullosos de nuestros fans.

Juan: Igual que la gente tiene derecho a vernos, nosotros queremos tocar. Nos mueve el orgullo y el derecho de poder hacerlo.

Y la mayor lección que habéis aprendido, ¿cuál es?

Jimmy: Nosotros no vamos a cambiar nuestra manera de decir las cosas. Pero llegas a darte cuenta de que unos que parece que son amigos no lo son tanto, y después los que parece que estén alejados, son la gente que más apoyo te da. El caso de Violadores del Verso es el ejemplo más claro, que no tenían por qué, pero querían reivindicar nuestro logo y nombre allá donde fueran, porque ellos era en lo que creían. Luego había grupos que parecía muy concienciados o con supuestos ideales, no tenían ningún escrúpulo en tocar por nosotros en un cartel que nos tiraban; eso nos indignó mucho, y te das cuenta que hay mucha fachada en algunos grupos. También nos dimos cuenta de que podemos enfrentarnos a ciertas cosas casi insoportables, de una presión enorme.

Juan: Nunca sabes en quién puedes confiar.

Observados a día de hoy en ese aspecto.

Juan: Creo que es una cruz que vamos a tener ahí siempre, continúa y lo sabemos; sabemos que se siguen intentando impedir conciertos.

Jimmy: Hay listas negras que hemos visto, y que se mueven entre distintos ayuntamientos. Y son listas reales, a las que por desgracia cada día añaden más grupos; tienen prohibido que en su localidad que la gente pueda disfrutar, acudir o no, y deciden quién puede escuchar qué. Nosotros al fin y al cabo nos hemos amoldados, y vamos a lo nuestro. Pero sabemos que no va a desaparecer de un día para otro, porque hay gente a la que no le interesa.

Mucha gente se sigue preguntando si algún día haréis un disco junto a VIOLADORES DEL VERSO tras la gira y colaboración.

Jimmy: No estamos cerrados, nos lo hemos planteado que se podría hacer algo… pero nada serio. Lo que sí está planteado es quedar para ir a comer o cenar, y emborracharnos en Zaragoza y Vitoria (risas).

Juan: Hicimos la gira, colaborando en varios temas juntos… y ahí quedó la cosa en principio.

Supongo que ya tendréis algunas fechas cerradas, ¿no es así?

Jimmy: Empezamos en Iruña el 7 de Enero, vamos a Vitoria, Santander, Galicia y demás… y Sudamérica.

Hay mucha gente que ahora ve la oportunidad de tocar al otro lado del charco, y allá que va.

Jimmy: Es algo muy complicado, hay mucha respuesta por parte del público, pero es muy caro.

Juan: Con mucha suerte, consigues cubrir… porque hay muchos gastos, y te pueden surgir muchos problemas. Nosotros lo vemos como una aventura, y una respuesta a la demanda que hay allí de la banda. Nos encanta, pero no es algo que salga rentable; lo mismo hay alguno que sí. También hacemos pocos conciertos, lo mismo si haces una gira más extensa… te sale mejor de manera global.

Jimmy: Nos gusta tocar en el estado, pero también salir de aquí. Allí es muy distinto, es una especie de reto. El operativo es complejo, porque no es como un grupo que viene a España y toca en casi todos los estados; allí tienes que tocar en muchos estados: complicado, caro y complejo. La logística no es como aquí, no está tan asentada; eso sí, la gente es increíble. Viven los conciertos de manera muy intensa. Están muy conectados, al menos en nuestro caso.

Juan: Como tampoco tienen muchas oportunidades de ver a ciertos grupos, aprovechan esas fechas puntuales, lo saben apreciar.

En ese aspecto de vivir los conciertos, ¿notáis un acomodamiento o relajación relativa del público?

Juan: En algunas zonas muchísimo. Quizá es porque te tienen muy visto, o que hay tantos conciertos que lo ven de manera normal… Antes la respuesta era mucho más salvaje.

Jimmy: Antes no había tantos conciertos, pero tampoco venían tantos grupos guiris de nuestro estilo. Y ahora vienen todos, de todos los estilos, de los más undeground a los más masificados, y ya cuesta sorprender al público. Hace años la gente decía “¡que vienen los Rolling!”; era la novedad, y ahora lo ves normal.

Juan: En el sur se nota a la gente más caliente, se ve más meneo entre la gente.

Jimmy: La infraestructura en el sur es más complicada, porque no hay muchas salas. En Euskadi, en cien metros a la redonda de donde vivimos, hay más salas que en toda Andalucía; y siempre ha sido una zona que con nosotros se ha porta de manera genial.

Pues aquí termina la entrevista, si queréis decir algo más o mandar un último mensaje, adelante.

Jimmy: Este es nuestro último mensaje (risas). Que disfrutéis del disco y de los conciertos, que van a ser la polla. Los estamos preparando a conciencia.

Juan: Esperemos que guste el disco, que lo hemos hecho con muchas ganas.

Varo ( varo@themetalcircus.com ) / Fotos: Soziedad Alkoholika