DEF LEPPARD: “Vi a Ritchie Blackmore aplastando su guitarra contra el escenario e inmediatamente quise ser esa persona sobre el escenario”.
Son una de las bandas más exitosas del hard rock de todos los tiempos. Con “Pyromania” e “Hysteria” redefinieron el concepto del hard rock en los años ochenta y aunque la segunda mitad de los 90 no fue demasiado exitosa para ellos, el nuevo milenio les ha consagrado como uno de sus grupos “clásicos” que todo el mundo ha de ver en alguna ocasión. Excepto en España, claro, donde hace diecisiete años que no venían ni para tomar el sol. Pero eso se acabó. A finales de junio pisarán Barcelona, Madrid, A Coruña y Donosti para cuatro conciertos junto a WHITESNAKE y EUROPE que serán una de las giras más importantes del año 2013. Hablamos con Phil Collen, su guitarrista, sobre guitarras, giras, setlists y cosas varias. Sergi Ramos al aparato.
¿Cómo comenzaste a tocar la guitarra? ¿Qué te motivó a coger el instrumento?
“Siempre me ha gustado la música, desde que era un niño. Escuchaba la radio y escuchaba discos todo el tiempo. Mi primo era tres años mayor que yo y me metió en la música rock. El me enseñó a Hendrix, a LED ZEPPELIN y a DEEP PURPLE cuando era pequeño. Me llevó también a mi primer concierto cuando yo tenía 14 años. Fue un show de DEEP PURPLE en Londres, en la gira de “Machine Head”. Ese evento fue el que me terminó de convencer. Vi a Ritchie Blackmore aplastando su guitarra contra el escenario e inmediatamente quise ser esa persona sobre el escenario. Eso me dio toda la motivación”.
¿Recuerdas cuál fue la guitarra que tuviste?
“Fue una Gibson SG que me regalaron para mi 16 cumpleaños. Era una de las versiones baratas, pero me sirvió de mucho y era perfecta para aprender”.
¿Eres más de Jackson, de Gibson o de Ibanez en la actualidad?
“Soy totalmente de Jackson. Llevo tocando Jackson desde hace 26 años y tengo tres modelos propios. Tengo la PC1, que lleva quince años conmigo y que hasta los músicos de country tocan. DEEP PURPLE también usan una. Distintos tipos de músicos usan la PC1, porque visualmente es una guitarra muy bien equilibrada y tiene un gran sonido. Es una pequeña obra de arte. Esa es mi favorita, ciertamente”.
¿Solo la usas para los directos o generalmente es la que usas en estudio también?
“En el estudio uso de todo. Acabo de grabar el segundo disco de MAN RAZE, “PunkFunkRootsRock”, y en el estudio he usado Jackson en todo, excepto en una canción, donde he usado una Flying V para el solo. El resto del disco es todo Jacksons PC1.”
¿Sigues desarrollando ese modelo o ha sido el mismo en los últimos años sin ningún retoque?
“Em…es el mismo de siempre, por lo general. He ido mejorándolo poco a poco y ahora el mástil es algo más grueso, le he añadido un Floyd Rose y cosas por el estilo. De vez en cuando le hacemos una ronda de mejoras y luego las aplicamos a las que están en producción. A lo largo de los años las he ido alterando ligeramente, de modo que si veo una PC1 de alguien te puedo decir exactamente de qué año es el modelo”.
¿Cuándo sueles pensar en esos cambios? ¿Te aburres en una habitación de hotel, sacas el destornillador y te lías a toquetearlo todo?
“En la nueva fue interesante. Había pensado en cinco tipos de guitarras distintas hasta que di lugar a la PC Supreme. Fui a la fábrica y el chico que hace mis guitarras, un mexicano llamado Pablo Santana, escuchó mis ideas. Llevo muchos años trabajando con el en mis modelos. Nos sentamos en la fábrica y nos pusimos a dibujar, en plan vieja escuela. Volví a la semana a la fábrica para otra cosa y me dijo ‘oh, Phil, tienes un minuto?’ y sacó la guitarra ya hecha. Aluciné. Era exactamente como la imaginaba. Tener a una persona así alrededor siempre ayuda. Siempre sabe que es lo que estoy pensando y como quiero hacerlo”.
¿Qué tipo de guitarras sueles llevar en la guitarra? Imagino que la que tienen mayor valor sentimental y personal las dejas en casa.
“Suelo llevarme casi todo. Incluso me llevaba la Dinky del 86, que brilla en la oscuridad. La cuestión es que ahora la tengo prestada al Rock And Roll Hall of Fame durante un par de años, porque tienen un museo en Cleveland y tengo la guitarra allí. Pero esa me la llevaba. Cada vez que tengo que irme de casa una buena temporada intento llevarme todas las que puedo, se que estarán bien cuidadas en la carretera. No me llevó un montón de acústicas, por ejemplo, pero las eléctricas suelen acompañarme en gran cantidad”.
¿Sigues usando amplis Randall? Mucha gente se está pasando a otras marcas como ENGL y similares. ¿Te tienta la opción?
“Bueno, sigo usando un Randall Power Amp desde los’80. Durante quince o dieciséis años he estado usando también un Marshall JMP, que es mi ampli principal. Lo llevo desde la gira de “Slang”. Ese es el principal, pero el Randall lo uso de vez en cuando”.
“Muchas veces, cuando toco con MAN RAZE uso también un Fender Cyber Twin, que es un pequeño combo. Suena muy bien. Pero cuando toco con DEF LEPPARD suelo llevar mi otro rack”.
Me imaginaba que llevarías algo distinto para MAN RAZE, porque el sonido es mucho más crudo que en DEF LEPPARD, donde empleas un toque muy pulido como guitarrista. ¿Empleas otros elementos para hacer distinto tu sonido en MAN RAZE?
“La música en si es distinta. Con DEF LEPPARD usamos los coros como otro instrumento, prácticamente, mientras que en MAN RAZE somos un trio y siempre vamos a sonar muy crudos. Nos gustan los tríos como la JIMI HENDRIX EXPERIENCE, por ejemplo, o THE POLICE. Siempre tienes más espacio. Además siempre debes tener más energía, porque en una situación con muchos instrumentos puedes tender a relajarte, pero no en un trio donde hay que llenar el sonido continuamente.”
¿Enfocas tu estilo de manera distinta? ¿Te concentras menos en la melodía y optas más por la agresividad?
“Eso pienso. Toco con otro estilo. Mucho de lo que hago en MAN RAZE se hace en una toma, incluso la voz. En DEF LEPPARD usamos un pelín más de tiempo para esas cosas. Pero si, en MAN RAZE vamos a saco cuando grabamos. Nos gusta, porque nos da mucha más espontaneidad y eso es parte de la identidad que se está labrando la banda”.
En DEF LEPPARD el sonido tiene muchas capas, y es parte de la identidad de la banda. ¿Qué te supone eso como guitarrista? ¿Te obliga a ser mucho más cuidadoso con lo que tocas para que encaje con todo lo demás?
“El sonido de DEF LEPPARD está tan definido que creo que no lo podemos cambiar aunque queramos. No obstante, hemos hablado de ello, de hacer cambios en el futuro, aunque sea para unas pocas canciones. El caso es que somos una banda muy buena en directo y no entiendo porque no podemos llevar ese sonido de directo a los discos. Creo que sería bueno darle una vuelta de tuerca a las cosas. Creo que nos hemos pasado tantos años siendo precisos que nos da miedo darle crudeza a nuestra música.”
“Para que te hagas una idea, MAN RAZE graban un disco en dos semanas. Me gustaría que DEF LEPPARD pudieran hacer algo así, hacer un disco más crudo y menos elaborado en algunos casos”.
Probablemente os pasasteis dos semanas solo para conseguir los sonidos adecuados en los tres temas nuevos que incluisteis en el directo “Mirrorball”.
“Es que todo el mundo tiene que estar de acuerdo en lo mismo para hacer algo así. Las voces son un tema a parte, porque ha de ser algo muy cuidado. Si el sonido es crudo, los coros han de estar muy bien medidos. Mientras podamos hacer eso sin afectar a la identidad de la banda, creo que funcionará”.
¿Es el proceso de grabación tan lioso como parece para DEF LEPPARD? ¿O en tiempos de Pro Tools las cosas se han simplificado bastante?
“Hoy en día es mucho más fácil que en los viejos tiempos. En muchas de las grabaciones no uso ni un amplificador, sino que uso un Guitar Rig 4, que es un software para Macintosh que te replica cualquier amplificador que quieras. Lo he usado en el disco de MAN RAZE. El caso es que consigues más energía en una grabación si no te paras a buscar un sonido durante varios días. Se pierde mucho tiempo e inspiración en ese proceso. Las cosas se han vuelto más fáciles, en eso te doy la razón”.
Estabas en la banda antes que Vivian Campbell, quien llegó tras la muerte del pobre Steve Clark. En aquel momento tu eras el “veterano” y Vivian venía de ser considerado el “nuevo crack de la guitarra” en bandas como DIO. ¿Qué ajustes supuso su entrada en la banda por tu parte?
“Vivian había sido un fan de la banda y nos había visto en directo muchas veces. Creo que el tema que más me preocupaba eran los amplis y guitarras que iba a usar. Usaba una configuración que sonaba con poca claridad y eso había que cambiarlo. En una canción como “Hysteria” hay partes muy concretas que tuvo que aprender a la perfección, porque sino no funcionaba la canción como es debido. El venía de un estilo distinto como guitarrista y tuvo que acostumbrarse mucho a lo que hacíamos nosotros. Pero entre yo y Rick Savage le enseñamos todo y luego perfeccionamos con él las partes vocales para que todo quedara bien. No es como entrar en una banda normal, donde uno toca guitarra solista, otro toca rítmica y de vez en cuando cantan. En ésta banda se hace todo: solista, rítmica, un montón de voces y armonías…no es fácil. Si eres nuevo, es un montón de faena”.
Steve Clark era un guitarrista más impreciso tocando, pero era parte de su identidad como músico. ¿Era eso un problema para DEF LEPPARD a la larga, dado el creciente perfeccionamiento de vuestro sonido? ¿Era un problema trabajar con él y su estilo?
“Para nada. Yo y Steve éramos muy distintos como guitarristas, pero cuando tocábamos juntos quedaba un contraste muy curioso que es el sonido clásico de DEF LEPPARD. Eso, sumado a la producción de Mutt Lange, hizo que sonáramos como ninguna otra banda de la época. Steve era un gran guitarrista, muy distinto a mi. Creo que si siguiera vivo habría evolucionado mucho su estilo. Vivian y yo intentamos recrear su estilo en parte, para hacerle justicia.”
Para el disco en directo os habéis apoyado mucho en los clásicos, que es lo que la mayoría de gente quiere oír. ¿Te satisface tener que tirar del catálogo de clásicos y tener que dejar siempre de lado el material más nuevo de la banda?
“Me encanta tocar material clásico, pero siempre tenemos ese problema cuando salimos de gira, que es que la mayoría de gente quiere escuchar lo que quiere escuchar. Quieren escuchar “Pour Sugar on Me”, “Foolin’”, “Love Bites” y demás…tienes que tocarlas! Si no las tocas, se cabrean mucho (risas). Ocasionalmente puedes añadir alguna canción clásica más desconocida como “Die Hard The Hunter” o “Stagefright”. Son canciones que funcionan ocasionalmente, pero no tenemos tiempo. Tampoco podemos hacer más de dos horas de concierto. Si lo hiciéramos tendríamos más espacio para ir variando canciones. En los últimos años hemos tocado una hora y media habitualmente y no da tiempo para mucho. Pero vamos, a todos nos gusta tocar los clásicos. Quieres que el público reaccione y se vuelva loco y eso solo lo consiguen los clásicos. No quieres a 10.000 personas sentadas pensando “oh, no se qué canción es esta” sin moverse.”
DEF LEPPARD es una banda rara. No encaja en carteles de hard rock o metal (recientemente girasteis con HEART o JOURNEY) pero tampoco cuadráis con bandas de mainstream rock, en plan NICKELBACK. ¿Qué te parece que la banda tenga su pequeño espacio intocable en el mercado?
“Cuando editamos ‘Hysteria’ mucha gente lo rechazó. Los heavies pensaban que era muy pop y los poppies pensaban que era muy heavy. Pero para nosotros es mucho más reconfortante hacer cosas que sean diferentes que hacer lo mismo que el resto. No nos asusta experimentar o ser “los raros”. Lo prefiero antes que ser común y típico. Nos gusta ser ese tipo de banda”.
¿Qué opinión tienes de Rick Allen después de haberle visto superar lo insuperable en estos últimos 27 años?
“La última gira es la mejor que ha hecho, sinceramente. Su equipo de batería para el directo le permite ser más natural ahora. En lo personal, tenemos dos buses en las giras: un bus vegetariano y un bus no-vegetariano. Rick va en el bus vegetariano conmigo. Hicimos un show hace un par de noches, en Miwaukee, Wisconsin, y Joe tenía que irse al día siguiente por una emergencia familiar en Inglaterra. No nos sentíamos demasiado bien, nos sabía mal lo de Joe y teníamos el humor raro. Pero Rick hace las mejores imitaciones que te puedes echar a la cara. Cualquier acento que te imagines, lo replica a la perfección. Si conoce a alguien hace dos minutos, ya puede imitar su voz sin problemas. Pues Rick nos tuvo durante dos horas riendo hasta llorar. Eso te define el tipo de persona que es. Nos conocemos hace mucho tiempo. Para mí, Rick Allen es como mi familia”.
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