Tracer: Water for Thirsty Dogs

Michael Brown siempre ha querido ser una rock star y lo tiene todo para conseguirlo. Una fórmula refrescante, directa y adictiva. Tracer es una banda con mucho que ofrecer y con un amplio espectro de público al que llegar.

Los de Adelaida (Australia) siguen adelante después de impresionarnos con el excelente “Spaces in Between”. Estuvieron acompañando a Apocalyptica y por fin pudimos disfrutar de su show en vivo, con el que cazaron a bastantes nuevos fans a base de su rock infeccioso de raíces 70 pero con un toque stoner y otro de grunge, que se ha acentuado con esta obra. El trío sigue estando de promoción y parece que poco a poco se está haciendo un hueco en la escena con su propuesta fresca y original. Suenan más accesibles y directos que nunca, con ese toque triste y con ese sonido a garaje que potencian esta vez. Un disco muy meritorio y atractivo que bien merece un par de escuchas.

Excelente inicio con “Water for Thirsty Dogs”. Un single en potencia con inicio a balada y con todos los ingredientes que suelen conjugar en sus composiciones. El listón no baja en “We’re only Animals”, de espectacular riff y esa voz de Michael Brown que os recordará a Pearl Jam o Soundgarden. A pesar de ello el tema es bastante luminoso y alegre. Original, con mucha pegada y sumamente atractivo. “Us Against the World” completa el triunvirato de inicio, con deje stoner y alma Pearl Jam, aunque tirando de coros festivos. En “Lazy” hacen honor al título entrando en terrenos propios de Silverchair o Alice in Chains con voces dobladas (se nota la mano de Kevin Shirley). Hay un crescendo muy potente y eléctrico al final. Más directa y definitoria del estilo es “Astronaut Jugernaut”, con ese cruce entre stoner y grunge tan bien conseguido. Brillante el solo y la base rítmica

La segunda parte no es tan brillante pero en general el disco supera en bastante lo ofrecido hasta la fecha. “Homeward Bone” muestra su cara más amable y accesible. Medio tiempo inspirado sin muchas pretensiones y con dejes de Nickelback y Staind. Michael se desgañita en “Owe You Nothing”, con un imaginativo riff de base y mucha electricidad. Atención a “Halfway to Zero”, realmente inspirada pero está claro que a partir del ecuador del disco bajan un poco las revoluciones como en “The Machine”. Grandes en composición, de estilo muy definido y sin buscar grandes lucimientos instrumentales. “Tremors” despide el disco de forma templada evocando claramente a los buenos tiempos de Seattle.

Se nota que el combo se ha involucrado más esta vez en la producción y no ha ido con tantas prisas como en su anterior obra: “El Pistolero”. Suenan más maduros y se nota la evolución desde los tiempos de “Spaces in Between”. El material de estos “perros sedientos” es tremendo y bien pudimos comprobarlo en el directo ofrecido junto a los fineses Apocalyptica. Están en un gran momento y parece ser que estarán en muchos festivales veraniegos. Michael Brown siempre ha querido ser una rock star y lo tiene todo para conseguirlo. Una fórmula refrescante, directa y adictiva. Tracer es una banda con mucho que ofrecer y con un amplio espectro de público al que llegar.