Papa Roach: Who Do You Trust?

Y así, sin pena ni gloria y por debajo de lo que podemos pedirle y exigirle a una banda con el potencial y la experiencia de Papa Roach llega a su fin este "Who Do You Trust?". ¿Lo mejor? Que es la excusa perfecta para tenerles de nuevo en la carretera y ahí sí, los californianos no fallan como ya demostraran en su última visita en nuestro país. Ojalá esta vez no nos hagan esperar otros quince años.

El cuarteto californiano Papa Roach es una de esas bandas que está en constante actividad con lo que no resulta difícil comprender que en apenas dos décadas de carrera discográfica ya nos hayan brindado una decena de discos y claro, eso no siempre es sinónimo de calidad y regularidad porque las musas tienen la agenda demasiado ocupada como para visitarnos día sí y día también.

La cucaracha no para de caminar

He de reconocer que su anterior trabajo, «Crooked Teeth», me dejó un sabor de boca bastante dulce demostrando que el rapeo marca de la casa de Jacoby Shaddix había vuelto para quedarse a pesar de que él mismo afirmará hace unos años cosas como que «el rap se ha ido» o «somos una banda que trata de andar entre el metal, el hard rock y el punk». Y algo de razón tiene pero queda claro que en este «Who Do You Trust?» han tirado de sus influencias más obvias y de su espíritu más comercial.

«The Ending» es curiosamente el inicio del álbum, con unos sintetizadores a lo «Stranger Things» de sonido oscuro y genuinamente ochentero que desata una electricidad controlada en su tan facilón como pegadizo estribillo. De lo mejor del nuevo trabajo a pesar de que se eche en falta algo más de garra que sí aparece en «Renegade Music», con ecos que tan pronto suenan a Beastie Boys que a cualquier banda de la época dorada del nu metal.

Mucho más suave resulta «Not the Only One» que bien podría ser el resultado de poner en una coctelera un poco de Blur, un toque de Muse y un añadido con su peculiar toque personal. Curioso cuanto menos pero lejos de su mejor versión. «Who Do You Trust?» fue la encargada de presentarnos de forma anticipada su nuevo disco y de paso darle nombre al mismo con unas guitarras por parte de Jerry Horton que perfectamente podría haber firmado el propio Tom Morello en Rage Against the Machine aportando, eso sí, un toque un tanto añejo del hard rock de los 70 en algunos de sus pasajes.

«Elevate» contiene esa forma de rapear tan dura que tan bien se le da a Shaddix al más puro estilo Ronnie Radke de Falling in Reverse pero con una melodía y un estribillo que no nos sorprendería encontrar en cualquier canción de grupos como Imagine Dragons. No termina de despegar un tema como «Come Around», con un fraseo más cercano al pop y los estilos más comerciales del rock que a pesar de resultar innegablemente pegadiza tampoco podemos afirmar que goce de una inspiración excesivamente destacable.

Siguen con el piloto automático puesto a pesar de su intencionada variedad musical en «Feel Like Home» en la que resulta fácil distinguir el sonido de Blink 182 en sus versos o el sello de Foo Fighters en su estribillo, dejándonos cierta sensación agridulce en el cuerpo (y el oído) a base de unas canciones que parecen no encajar demasiado bien a pesar de su sencillez. «Problems» no mejora demasiado el conjunto ya que sigue sin sumar pero tampoco restar al mismo. Resulta extraño de explicar.

«Top of the World» sube un peldaño la calidad así como la intensidad de este «Who Do You Trust?», reuniendo algunos de los ingredientes e influencias que ya hemos comentado en este texto pero lejos de la mejor versión de los estadounidenses. Nadie espera a estas alturas un disco como «Infest» o «Getting Away With Murder», y les honra la capacidad que tienen para no repetirse y sorprender (no siempre para bien), pero sabemos que son capaces de algo mucho mejor. Y ahí encontramos a «I Suffer Well», un puñetazo punk plagado de energía con unos Tobin Esperance y Tony Palermo, al bajo y la batería respectivamente, que parecen divertirse aquí sin ningún tipo de ataduras.

Desgraciadamente acaba por ser un simple espejismo ya que con «Maniac» vuelven al camino por el que transitan a lo largo de todo el plástico con un sonido grunge en el que por mucho que el bueno de Jacoby se desgañite en alguna ocasión no terminan de convencer a (casi) nadie. La última pincelada la dibuja «Better Than Life» con el que nos demuestran que aun queda esperanza en el trabajo de Horton y Shaddix aunque sea ya demasiado tarde.

Una cuestión de confianza

Y así, sin pena ni gloria y por debajo de lo que podemos pedirle y exigirle a una banda con el potencial y la experiencia de Papa Roach llega a su fin este «Who Do You Trust?». ¿Lo mejor? Que es la excusa perfecta para tenerles de nuevo en la carretera y ahí sí, los californianos no fallan como ya demostraran en su última visita en nuestro país. Ojalá esta vez no nos hagan esperar otros quince años.