Jared James Nichols: Old Glory and the Wild Revival

Jared James está en disposición de ser una estrella del panorama del rock/blues, si bien habrá que esperar a su progresión, que puede ser descomunal o caer en fórmulas repetitivas que le denuesten a los índices alfabéticos de los libros de rock como “otro más” de los miles de grandes guitarristas que quedaron en eso, simples nombres.

El panorama musical, y especialmente la música rock, se caracterizan por anunciar como un mantra la llegada del nuevo ídolo de tal o cual estilo, quizás por el miedo a que el devenir de la Naturaleza nos deje huérfanos de los “Padres del Rock”, sin nombres que poner en la cabeza de los festivales o que puedan colgar el cartel de “Sold out” en grandes superficies.

El último en ser señalado por la crítica como el nuevo Guitar Hero es Jared James Nichols, que con menos de veinticinco años está dando mucho de qué hablar, hasta el punto de haber teloneado ni más ni menos que a los incombustibles Lynyrd Skynyrd en varios conciertos en EE. UU. Por lo tanto, la expectación es grande para ver si se mantendrá el nivel de disco anteriores como “Here’s to Anticipation” de 2013.

Con los primeros acordes de “Playing for Keeps” se genera una atracción que se mantiene constante en los temas, de tal forma que la atención no decae, si bien hay picos destacables como el solo de “Haywire”, en el que se desmenuzan las posibilidades de la escala pentatónica; el estribillo de “Ley You Go”; la clase de “Get Down” o el frenético ritmo de “Blackfoot”.

En este disco los temas son todos de tal calidad que resulta difícil destacar uno por encima de los demás, ya que cuando el EP está en su ocaso, aparece “Come in my Kitchen”, que nos trasporta a la misma ribera del río Mississippi, a la misma génesis del blues acompañados del inconfundible sonido del slide sobre los trastes de la guitarra en una preciosa y tristísima balada.
Como contrapunto, “Can You Feel It?” tiene potencial de single, con gran pegada y un estribillo que pondrá en pie al más pasivo de los públicos.

Con la clásica formación guitarra, bajo y batería, Jared James consigue que “Old Glory and the Wild Revival” suene clásico, sin que ese adjetivo se deba de interpretar de manera despectiva. Todo lo contrario. Ha sido capaz de captar plenamente la esencia y los orígenes del rock y el blues en un enorme despliegue compositivo que, junto con su sólida técnica, hacen de este disco uno de los imprescindibles de 2015.

En este trabajo se puede ver claramente la procedencia de su inspiración en B. B. King o Steve Ray Vaughan. A lo largo de los 14 cortes del disco se muestra de lo que es capaz un amplio conocimiento de la escala pentatónica, de las resoluciones de blues y la escala de blues, si bien el conocimiento no sólo viene del estudio, como el propio guitarrista dice: “No puedes enseñar el blues. No es algo que pueda ser codificado en libros de música o puedas aprender de YouTube. Es algo mucho más profundo que eso y que viene de dentro”.

Jared James está en disposición de ser una estrella del panorama del rock/blues, si bien habrá que esperar a su progresión, que puede ser descomunal o caer en fórmulas repetitivas que le denuesten a los índices alfabéticos de los libros de rock como “otro más” de los miles de grandes guitarristas que quedaron en eso, simples nombres. De brindarnos trabajos como “Old Glory and the Wild Revival”, Jared James Nichols será un nombre que nos acompañará por muchos, muchos años como uno de los grandes.