Harem Scarem: Mood Swings II

Disco excelso de obligada escucha que ha sido regrabado como excusa para celebrar su 20 cumpleaños. Gustará a completistas y no está mal para acceder al grupo, pero para quienes crecimos con el de 1993, poco nos aporta.

Cuando una banda se dedica a regrabar discos del pasado o titula sus discos a modo de segundas partes… (véase el caso de “Land of the Free II” de Gamma Ray o “The Keeper of the Seven Keys” de Helloween, por poner sólo un par de ejemplos) es que la cosa no termina de funcionar. Los canadienses Harem Scarem son el último ejemplo de ello regrabando el excepcional “Mood Swings” de 1993. Para celebrar los 20 años de su edición se han marcado un disco con el sonido actualizado, más tres temas nuevos, y han añadido un DVD que no creo que convenza ni a sus fans más acérrimos. El único objetivo que persigue este disco es tener la excusa ideal para que el grupo toque de cabo a rabo este disco en sus futuros directos. Pero más allá de todo lo criticable, tengamos en cuenta que “Mood Swings” es uno de los mejores discos de hard rock de los últimos 20 años y que si en directo lo tocan entero, será toda una gozada.

En el DVD podemos ver el proceso de regrabación. Sigue sonando a gloria y con el lavado de cara de las nuevas tecnologías sí que llega a sonar algo mejor, pero para quienes disfrutamos en su día de este disco, siempre nos quedaremos con el original. A pesar de que en la batería está Creighton Doane sí que han llamado a Darren Smith para que grabase su pista vocal para “Sentimental Boulevard”. Lo curioso es que se ha prescindido de Mike Gionet para regrabar el bajo, siendo Pete Lesperance quien se ha ocupado de guitarra y las cinco cuerdas. Las tres canciones nuevas funcionan y tienen mérito a pesar de que van precedidas por lo mejor de toda su discografía. A destacar sobretodo “Anarchy”, con un estribillo muy logrado y sus detalles técnicos. “World Gone to Pieces” cumple y “A Brighter Day” también, pero no pasarán a la historia. Quizá “Anarchy” y “World Gone to Pieces” puedan probarse en directo.

El resto del disco es historia viva del hard rock. Estribillos mágicos, singles potenciales espectaculares y una banda exquisita en todo. Desde el brillante inicio con “Saviors Never Cry” todo brilla. Geniales son “No Justice” y “Jelousy”, pero aquí no hay nada de relleno. Grooves exquisitos y mucha clase en todo. Enorme ese medio tiempo llamado “Stranger tan Love” y la gran “Sentimental Boulevard”. El dueto Lesperance y Hess mantiene toda la magia, pero en 1993 se salieron. Preciosa la instrumental “Mandy” que da paso a “Empty Promises”. Teclados y guitarras se llevan la palma en esta obra, y el gran Harry Hess demuestra que el tiempo no ha desgastado su garganta. Prueba de ello está en la complicada “If There Was a Time”, evocadora y cálida. “Just Like I Planned” vuelve a pausar para terminar con los juegos pirotécnicos de guitara a lo Van Halen en “Had Enough”.

Disco excelso de obligada escucha que ha sido regrabado como excusa para celebrar su 20 cumpleaños. Gustará a completistas y no está mal para acceder al grupo, pero para quienes crecimos con el de 1993, poco nos aporta. Los tres temas nuevos están bastante bien pero también demuestran que el grupo se ha ido diluyendo con los años. El DVD que acompaña al disco es absolutamente prescindible y anecdótico, pero el disco no. Todo amante del hard rock debe tener este disco. Tampoco en su día llegó a reventar charts más allá de Canadá y de tener cierta repercusión en Japón. Pero sus dos primeras obras son absolutamente obligadas.