Skálmöld : Með vættum

Todos los discos de Skälmóld son excelentes y su rotundo éxito en su país natal hace que cada vez el grupo cuente con más medios y dinero para poder plasmar todas las ideas. Estamos ante su obra más madura, trabajada y espectacular, pero quizá no ante la más inmediata y pegadiza. Ocho cortes a lo montaña rusa que juegan con cumbres y valles y en los que hay un sinfín de detalles que necesitan sucesivas escuchas y plena atención.

La sensación islandesa sigue demostrando que son uno de los grupos con más y mejores ideas en lo que a viking metal se refiere. Si ya su disco con orquesta nos dejó alucinados ahora tocaba demostrar que su material nuevo es tan bueno o mejor que lo que ya han grabado hasta la fecha. Amon Amarth son inigualables, pero esta gente aquí toman la base de los suecos para añadir esos toques a lo Tyr o dar todo el protagonismo a las orquestaciones folk nórdicas. Juegan magistralmente con los tempos, los coros nórdicos, los elementos folk, pero todo reposa sobre una base de metal y death agresivo, con voces guturales. Su mejor carta es la combinación de voces pues todos los miembros del grupo poseen diferentes registros y las sorpresas se suceden una tras otra.

“Ad Vori” es de lo mejor que ha grabado nunca esta banda. Poco más de tres minutos de intensidad, con voces guturales y coros épicos. Combinación de voces con los ya clásicos alaridos del guitarrista Baldur Ragnarsson. Inmenso inicio dejando patente que las cosas no han cambiado. Siguen siendo ellos mismos. Misma fórmula posee “Ad Hausti”, con los mismos juegos vocales pero reposando todo ello sobre un marcadísimo riff. Carne de directo, como ya pudimos vivir en su concierto en Barcelona dónde la presentaron… “Med Fulgum” ya cuenta con más desarrollo y con la clásica intro trallera con posteriores dejes death, pasajes más lentos y guitarras thrash, a las que se le suma uno de esos cantos norteños étnicos que tan bien dominan los de Reikiavik. También hay un pasaje folk precioso que rompe el tema. Y es que ese es uno de sus grandes logros: la composición. No se ponen barreras y juegan con todo: pueden meter unas guitarras de los Helloween de la etapa “Walls of Jericho” para posteriormente entrar en el rollo orquestal. “Ad Sumri” es un medio tiempo bastante accesible y a voz gutural por parte de un enorme Björngvin Sigurdsson. También añaden otro pasaje folk vikingo realmente logrado.

“Med Jotnum” sigue manteniendo el alto nivel elevándose más allá de los nueve minutos. Otra de sus características básicas es componer temas extensos con desarrollos cambiantes. A pesar de que las teclas y voces de Gunnar Ben quedan algo tapadas no tengáis duda de que son otro de los puntales de este combo. Aquí sí que las tres guitarras lucen , especialmente en el final speedico con festival de coros. En Skálmöld las tres guitarras sí que tienen un sentido, no como en otras bandas… “Ad Vetri” sigue su fórmula de jugar con los acentos en las líneas vocales. Destacar también el gran papel de la tremenda base rítmica, especialmente su batería En “Med Grindugum” el viento arrecia en la entrada para que luego el grupo se desenvuelva en un extenso corte algo original en su inicio, de groove oscuro y cadencioso. Desemboca en uno de los grandes pasajes folks del disco, repleto de voces y con unas guitarras diabólicas que piden el protagonismo a empujones. Con ”Með Vættum” demuestran que nadie suena como ellos y que van a seguir creciendo, pues suenan a viking metal, pero para nada se asemejan a todo lo que hayas podido escuchar… Los dos temas extra son la excelente “Sleipnir” y “Valhöll” con orquesta. Nada nuevo si ya posees su imprescindible directo.

Gran disco que mantiene todas las expectativas y las empuja hacia la consagración. Ya hemos dejado de ver a los grupos de las Islas Feroe y de Islandia como a rarezas exóticas, y bandas como Skälmóld lo hacen disco a disco, golpe a golpe. Quizá el factor novedad hace que me decante más por sus anteriores discos y por su excelso DVD en el que rozaban la perfección; pero no cabe duda, que este trabajo irá ganando con sucesivas escuchas. Todos los discos de Skälmóld son excelentes y su rotundo éxito en su país natal hace que cada vez el grupo cuente con más medios y dinero para poder plasmar todas las ideas. Estamos ante su obra más madura, trabajada y espectacular, pero quizá no ante la más inmediata y pegadiza. Ocho cortes a lo montaña rusa que juegan con cumbres y valles y en los que hay un sinfín de detalles que necesitan sucesivas escuchas y plena atención.