Unisonic: Light of Dawn

"Light of Dawn" es la confirmación anhelada de que Unisonic no son un espejismo, sino una banda en toda regla que nos ofrece mejores discos que Gamma Ray, que Helloween y que Pink Cream 69. Y el elemento secreto que lo permite es, obviamente, Kiske. Su voz es pura mágia y las canciones que entona, puro genio compositivo.

Durante años, las decepciones se sucedían. «Esta es la auténtica vuelta de Kiske al rock duro» rezaba la nota de prensa que acompañaba el lanzamiento de Supared allá por el año 2003. Mentira. «Ahora si que si» parecía decir todo el mundo cuando editó su disco en solitario «Kiske» en el 2006. Pero nada, todo meloso y blandurrio. Los únicos momentos de Kiske clásico que habíamos podido disfrutar eran sus participaciones en Avantasia, el proyecto de Tobias Sammet. Pero todo fue cambiando a partir de Place Vendome, el proyecto de Dennis Ward para Frontiers Records donde la música tomaba derroteros de hard rock melódico. Un primer acercamiento que ha logrado dividendos años después. En 2009 Ward y Kiske pusieron en marcha Unisonic, con vistas a hacer temas en la vena de lo que se podría llamar hard rock e incluso heavy metal. La recepción fue enorme. Tanto que Kiske se acabó viendo metido en festivales heavies con la banda, algo totalmente impensable en años anteriores. Pero la confirmación de que esto tomaba forma fue la inclusión de Kai Hansen en la banda: el verdadero amigo de Kiske en sus años en Helloween y el enlace que faltaba para hacer de esto una verdadera superbanda. El primer disco fue toda una sorpresa, con muchos ecos Hellowenianos, y un Kiske cada vez más cómodo en su faceta de cantante de rock, lejos de complejos y manías. Tal fue el éxito y la acogida de la posterior gira (a España vinieron acompañando a Gotthard) que la banda ya tiene en circulación un nuevo disco titulado «Light of Dawn», el cual supera de largo el anterior. La versatilidad de la voz de Kiske es impresionante, la composición está dos pasos por encima del primer trabajo y, en líneas generales, se trata de un trabajo muy superior.

Estilísticamente, está a medio camino entre el heavy metal, el hard rock melódico y el hard rock moderno americano, aunque en menor medida. Canciones buenas hay, y muchas. «Night of the Long Knives», por ejemplo, es toda una pequeña obra de arte de hard rock 80’s sacada directamente de la mente de Dennis Ward, con dos solos tremendos por parte de Kai Hansen y Mandy Meyer. La inicial «Your Time Has Come» es power metal de libro, demostrando que si Kiske puede cantar estos temas, las guerras en el mundo pueden acabarse. Además, el tipo mantiene una fuerza vocal absolutamente indecente, con un control sobre su voz totalmente insultante, especialmente en las tonalidades altas. Posiblemente los años que estuvo quietecito le han ayudado a llegar a la madurez con la voz intacta y eso se aprecia mucho cuando sale al escenario o canta en un trabajo como este. 

En otras como «Exceptional» se observan ecos al primer disco de la banda, pues recuerda mucho a «I’ve Tried», aunque la banda suena mucho más evolucionada. Se nota que han girado juntos y que han encontrado un punto de encaje que les faltaba todavía en el primer trabajo. No se puede explicar con palabras: simplemente en «Light of Dawn» suenan más completos musicalmente, como si estuviesen trabajando menos en respetar las reservas musicales de Michael y mirando más por el bien común del sonido de Unisonic. 

El disco contiene una balada bastante potente titulada «Blood», obra de Kiske y su eterno colega Sandro Giampietro, con el que lleva trabajando quince años en diversos proyectos. Esa y «Manhunter» son las únicas composiciones con crédito para el vocalista, pues todo lo demás es obra casi exclusivamente de Dennis Ward, la auténtica máquina de ideas detrás de la banda. 

«Light of Dawn» es la confirmación anhelada de que Unisonic no son un espejismo, sino una banda en toda regla que nos ofrece mejores discos que Gamma Ray, que Helloween y que Pink Cream 69. Y el elemento secreto que lo permite es, obviamente, Kiske. Su voz es pura mágia y las canciones que entona, puro genio compositivo.