Kill The Krait: Kill The Krait

Desde el principio hicieron gala de un heavy rock anclado en los años 80 y en los clásicos más notorios del género. Una fórmula de la que no se han desviado ni un ápice en su segundo trabajo homónimo.

Kill The Krait aparecieron en la escena con el disco “Noche de Fuego” a principios de 2015. Desde el principio hicieron gala de un heavy rock anclado en los años 80 y en los clásicos más notorios del género. Una fórmula de la que no se han desviado ni un ápice en su segundo trabajo homónimo. Heavy Metal español con olor a Judas Priest, Iron Maiden y Accept, ejecutado con maestría, riffs que son como una patada en la cara y una voz, la de Pau Correas, que está hecha a medida de estas canciones. Aguda pero áspera y directa desde la garganta, lo que le da a los temas una energía y brutalidad que contrasta con la versatilidad y capacidad melódica de la que hace gala. A la vista está de lo que es capaz en canciones como “Inmortal” o “Otra Vez”.

Se trata del primer disco que la banda edita a través de Fair Warning, un paso más en su carrera por profesionalizar y abrir nuevos caminos para la banda. No en vano, la banda ha masterizado en los Fascination Street de Suecia, con especial atención a un sonido que ande cerca de los últimos discos de Accept, conocedores de que es la mejor opción para el heavy metal más actual (“Sobredosis” es un buen ejemplo en ese sentido). Han prestado atención al detalle y eso se nota en una colección de temas que, sin duda, son excelentes.

Desde de que se ha incorporado a la banda Mole Moreira junto a Kristian Haro, la banda ha ganado varios enteros en lo que a trabajo de guitarra se refiere. Los solos, las rítmicas y los detalles a lo largo de estos nueve canciones son, sin inventar nada nuevo, un decálogo de lo que un buen guitarra de heavy metal clásico tiene que hacer. La sección rítmica de Albert Guallar, bajo, y Raúl Nieto, batería, tampoco se queda atrás. Su sincronía es perfecta en momentos como el inicio de la misteriosa “Ritual”, seguramente el tema más duro de todo el disco.

Un disco inmediato e instantáneo, sin grandes pretensiones líricas ni musicales, de apenas 40 minutos. Energía y determinación en forma de una colección de canciones que recuerdan a ayer sin dejar de sonar a hoy. Si bien parece que el grueso de la escena más clásica está situada en Madrid, no hay que perder de vista a bandas catalanas como estos Kill the Krait. Es uno de los discos de heavy nacional que más he disfrutado en años.