Motionless In White: Disguise

Motionless in White siguen demostrando con su nuevo disco, 'Disguise', que las etiquetas no van con ellos. Una combinación explosiva de electrónica, rock y metal fusionado en un sello propio.

No se ha hecho esperar demasiado el nuevo trabajo de Motionless In White, quinto ya de su carrera, en el que siguen aglutinando con estilo y personalidad las señas de identidad del nu metal, los sonidos electrónicos e industriales y el metalcore sin ningún tipo de complejos ni paliativos. Una coctelera tan única como explosiva que supone un paso más, lento pero firme, hacia el éxito.

Es cierto que en sus últimos trabajos han ido abriendo aún más si cabe ese abanico estilístico, y es que a base de incorporar nuevos sonidos e influencias en cada nueva obra han ido creando una firma propia y fácilmente reconocible. Mucho han cambiado desde que hace prácticamente una década se presentaran al mundo con su ‘Creatures’ como ya pudimos apreciar en su anterior ‘Graveyard Shift’, y en ese sentido nos encontramos ante un disco continuista que recupera, eso sí, parte de la esencia de su célebre ‘Infamous’, aunque echo de menos alguna colaboración estelar como las de antaño.

La hora de las máscaras

Al grito de “Get up!” y “Fuck!” abren el compacto con el tema que le da título, “Disguise”, con un Chris Motionless pletórico y unas melodías al más puro estilo de los mejores Korn, influencias que también laten con fuerza en “Headache”. Esa fusión de potente metalcore repleto de bases y juegos electrónicos con afiladas guitarras son ya toda una marca de la casa y les funciona como un tiro.

En “</c0de>” nos recuerdan que no estamos solos, un mensaje que jamás deberíamos cansarnos de repetir y que celebro que estribillos como este lo hagan universales. Toda una oda para evitar que nadie nos deje antes de tiempo como fue el maldito caso de Chester Bennington o, más recientemente, de Chris Cornell. Al margen de eso, nos encontramos ante una de las composiciones más potentes de todo el trabajo con un estribillo sencillamente brillante.

La agresividad de “Thoughts & Prayers” nos retrotrae a sus primeros trabajos y a la mejor versión de bandas como Slipknot así que ya sabéis, “Open your fucking eyes!” como se encarga de decirnos, o mejor dicho, gritarnos, Chris. “Legacy” se mueve por unas vertientes más comerciales que firmarían los propios Imagine Dragons o Shinedown, en su versión más rockera.

Todo esto antes de hacernos perder la cabeza, nunca mejor dicho, con “Undead Ahead 2: The Tale of the Midnight Ride”. Todo un trallazo que tan solo encuentra un respiro para la melodía en, una vez más, un estribillo de pegada más comercial y delicada. “Holding on to smoke” supone todo un desnudo emocional en forma de confesión para espantar esos demonios que en ocasiones no nos dejan avanzar, con un inicio que recuerda vocalmente al registro de Corey Taylor y que evoluciona en una dirección similar a las de sus Stone Sour.

Una catarsis de emociones

Las guitarras de Ryan Sitkowski y Ricky “Horror” Olson acompañan al llanto de la poderosamente emocional “Another Life”, capaz de tocar (y destrozar) nuestra fibra más sensible antes de ponernos a bailar al ritmo de “Broadcasting From Beyond the Grave: Death Inc.” como si de Rob Zombie se tratara. Y es que, como no me canso de repetir, resulta admirable la capacidad que tienen los estadounidenses para recoger y trabajar toda una ristra de influencias.

La pegadiza “Brand New Numb”, que fuera uno de los adelantos de este trabajo, y la “Catharsis” final cierran entre ecos de Marilyn Manson este nuevo y notable compacto. Todo suena nuevo y a la vez conocido en este ‘Disguise’, una garantía de que seguirán enganchando a su pequeña gran legión de seguidores y, probablemente, añadiendo nuevos adeptos a sus filas. Ahora solo falta esperar a que alguna promotora se decida y nos deje disfrutar de Motionless In White en vivo por nuestro país.