VERDEJO ROCK 2004

“Otro año al pie del cañón. Y en esta ocasión ni más ni menos que para celebrar el quinto año del Festival.”. De esta forma comienza la editorial del pasquín de presentación de este evento, habitual ya de los veranos de las Tierras que riega el Duero a su paso. Hace un lustro ahora que la asociación juvenil “El Titi” de la población castellano leonesa de Rueda, villa famosa por elaborar el mejor vino blanco de toda la península ibérica (variedad de uva verdejo, D.O. Rueda), se marcaron la meta de organizar un concierto con la colaboración del Ayuntamiento y Bodegas de la localidad. Y no sólo lo consiguieron, sino que ya están preparando la sexta edición. Grupos como Tierra Santa, Obús, La Fuga, Lujuria, etc. han pasado ya por el escenario de El Cristo en anteriores convocatorias. Desde media tarde se llenaban las tabernas de Rueda de melenudos, integrados perfectamente en el ambiente rural porque son bastantes años los que se lleva repitiendo esta estampa.

A las 21h40’ comenzó el festival con el grupo más novel del cartel, los vallisoletanos Ashra (Diosa de la Justicia, por lo visto), un quinteto liderado por una jovencísima Esther, con potente voz pero todavía sin haber adquirido la madurez suficiente. Como curiosidad, el bajo hecho a mano con la forma de Excálibur que portaba Fernando. Han participado en media docena de conciertos por provincias limítrofes, y su repertorio cuenta con algunas versiones de grupos como Ángeles del Infierno o Barón Rojo, si bien es cierto que les quedan bastante mejor sus temas propios, especialmente “A golpes de Rock” (no confundir con la canción de Sangre Azul), en el que si hubieran  prescindido de los coros les habría quedado genial. Esperaremos a ver cómo se desarrolla en los próximos tiempos esta joven banda. Me abstengo de reproducir la guasa que me soltó Kiko Hagal (ex-Beethoven R) acerca de lo que le falta a Esther para terminar de cuajar la voz (que por cierto, está embarcado en un nuevo proyecto Power-Rock en donde comparte de voz con una chica también, y cuyo nombre podría se Rheos Dimension; estoy seguro de que va a tener muchísima suerte esta vez).

El segundo grupo en salir fue Red Wine, procedentes de La Rioja. Se trata de una banda con una vitalidad envidiable, y que actualmente están presentando su tercer trabajo “Sueños y locuras” por todo el Estado. En directo se les nota muy compenetrados y desprenden una energía contagiosa. Aprovechando que en breve van a reeditar sus anteriores trabajos “Hijos del despertar” y “El fin de los tiempos”, también incluyeron en su repertorio canciones de sus inicios, como la que da título a Hijos del despertar o la exitosa Esperando, ambas de su disco debut.

Los riojanos dieron paso al rock urbano mediterráneo: Transfer. Es cierto que su estilo y formas no acompañaban al las del resto del cartel, pero sin embargo fueron muy aplaudidos. Son un veterano grupo valenciano que se recorre todo el Estado de punta a punta varias veces al mes. Actualmente ya sólo resiste Aris de la formación original, uno de los personajes más campechanos del panorama rockero nacional. Previamente se pasó todo el festival acompañando, junto al resto de la banda, a sus compañeros de merchandising y demás compadres de su barrio che, que siguen la estela de su furgoneta por media España. Cerca de veinte reivindicativas canciones tocaron esa noche, como Bis a bis, Cerveza, El último adiós, Okupa y resiste, Dos días nada mas, o Traidor. Hubo un momento de reflexión sobre el estado del rock nacional, en el cual agradecieron a todas las revistas musicales alternativas su apoyo desinteresado por el rock en general. Continuaron con No te dejes engañar, La gran mentira, Falsos dioses, Siglo XX, Soñador, San Francisco de Hachís, Atrévete a pensar, El pajarillo, Dinero, Los jueves o Somos más. Concluyeron agradeciendo al público su apoyo, y presentando  junto a la organización al último grupo de la noche.

Warcry fue la banda encargada de cerrar el evento. Hay que decir que los desterrados de Avalanch han mejorado bastante en directo; por ejemplo, la voz de Víctor no agonizó en ningún momento, algo desgraciadamente habitual en sus últimos devaneos con el grupo de Rionda.

Uno a uno fueron saliendo los miembros del grupo para tomar posición sobre el set situado frente a la Iglesia del Cristo, y empezaron nada menos que con la trallera El guardián de Troya, paladín de su último trabajo. Continuaron, con el público volcado como loco –incluyendo al par de elementos de la Casa de Tu Vida esa-, con Alejandro, Despertar, Aire, Un mar de estrellas, Iberia y Dispuesto a combatir. En ese momento aprovecharon para introducir su siguiente tema “Hijo de la Ira” dedicando el concierto a sus compatriotas de Asturias y sus vecinos de Cantabria, por los dos tristes atentados de la ETA acaecidos en Ribadesella y San Vicente de la Barquera pocas horas antes. Con Tú mismo, Señor y Capitán Lawrence cerraban la actuación estándar. Pero regresaron a los pocos instantes para recuperar Luz del norte, despojada de su introducción, Espíritu de amor y la inevitable Hoy gano yo. Un final de sesión más espectacular que cualitativo para esta veraniega noche vacacional.