Lamentablemente, THUNDER siguen siendo una de las mejores bandas del mundo
en directo. Y digo lamentablemente porque dudo que el público español los vea
actuar en breve. Si al menos se hubieran reunido para arrastrarse por los escenarios,
podríamos consolarnos y pensar “bueno, para lo que hay que ver…”. Pero es
que, THUNDER, hoy por hoy, son una maldita apisonadora en directo. Y hasta Londres
me fui a comprobarlo.

Tras su paréntesis de tres años, THUNDER han vuelto a matar
con un nuevo disco (“Shooting At The Sun”) y ahora una nueva gira, principalmente
por el Reino Unido, que está resultando un éxito allá donde van. Para poneros
en situación: THUNDER tocaron el 13 de mayo en el Astoria londinense (con capacidad
para 3000 personas) y lo llenaron hasta arriba. El pasado 29 de noviembre, apenas
6 meses después, era harto difícil caminar por cualquier lugar de la sala. De
nuevo, habían conseguido agotar las entradas, y según me comentó el propio manager
de la banda, lo habían logrado con 3 semanas de antelación.

Al llegar al recinto, un miembro de seguridad del Astoria me pregunta “eres
de España?” y yo “er…si”. “Pasa, pasa” me indica. Y al entrar me recibe el
manager de la banda, que me lleva al backstage a tomar algo mientras llegan
los miembros de la banda. Me indica que estarán de vuelta en 45 minutos, y me
deja apalancado en unos asientos reservados de la sala mientras ésta se va llenando
poco a poco.

Y a los 45 minutos exactos, aparece de nuevo el manager y me presenta a Luke
Morley, el guitarrista de la banda, y con el que tendría que hacer la entrevista.
Por alguna extraña razón, todos los miembros de la banda, dan la impresión de
ser unos cachondos, y a ello contribuye el hecho de que estén en “su casa”,
con cantidades ingentes de familiares y amigos visitándoles en el backstage.

Tras la entrevista con Morley, me largo al area de invitados a ver el final
del concierto de los teloneros SCHISM. La banda iba en una onda OFFSPRING y
el curioso tema final se llamaba “Christina Sucks”, dedicado a Christina Aguilera.
No pegaban mucho con THUNDER, pero fueron un buen entretenimiento previo.

A las 20:00, accedía al foso de fotógrafos y las luces del escenario se apagan.
Comienza a sonar el “Thunderstruck” de AC/DC mientras el logotipo de THUNDER
se iluminaba en el telon negro del fondo del escenario cada vez que Brian Jonson
gritaba lo de “Thunder”. A mitad del tema, aparece el calvete Harry James saludando
al público, y poco después el resto de la banda, incluyendo un Danny Bowes de
pelo corto canoso que planteaba dudas…hasta que abrió la boca y comenzó a
cantar. Madre de Dios. Que voz.

“Loser” fue el primer tema en sonar, y desde el primer tema la banda sonaba
como si jamás se hubiera separado. La ecualización del Astoria fue en todo momento
excelente, y eso se agradece. Siempre he pensado que, si se hacen pruebas de
sonido previas, deberían servir para algo y en este caso, si que debió ser útil,
porque sin ser un sonido cuadrafónico, se trataba de uno de los mejores sonidos
que he apreciado en un directo.

“River Of Pain” y “English Man On Holiday” –sobretodo la última- pusieron al
público como una moto. El status de THUNDER en el Reino Unido es realmente considerable,
aunque no puedo evitar pensar en que si semejante banda apareciera hoy en un
recinto cualquiera español no traería mas de 300 personas. Pero, dado el caso,
lleva a MAGO DE OZ al Astoria y a saber cuanta gente va a verles. Anyway, tras
el tema, comenzó un breve solo de Harry James mas a de broma que otra cosa.
Cuando Danny Bowes lo presentó al acabar el solo y comenzó a dirigirse al público,
el batería volvió a comenzar su solo. Bowes se gira, lo mira, James pone cara
de pena y agacha la cabeza. Bowes se dirige de nuevo al público y comienza de
nuevo el solo de batería. Ante la cara de mosqueo de Bowes, esta vez James dice
que ya nunca mas lo hará. Bowes se dirige al publico por enésima vez y ¿lo adivinais?
Comienza de nuevo el solo, mientras el público rie a carcajadas y aplaude al
batería. “Blown Away” es el siguiente tema, y rematando el inicio del concierto,
suena “Backstreet Symphony”. Parecía, sinceramente, que el suelo del recinto
se iba a hundir por momentos y la banda hace meritos para que el público pierda
la cabeza.

“Shooting at the Sun”, “Empty City”, “The Pimp And The Whore”…uno tras uno
iban sonando temazos de Hard melódico a lo WHITESNAKE, y de hecho, esa era la
etiqueta que les pusieron en sus inicios. Luke Morley parece particularmente
encendido esa noche, y sus solos y su actitud sobre el escenario fue absolutamente
impresionante. Sin embargo, lo de Danny Bowes era imposible superarlo. Pese
a ser poseedor de los movimientos mas afeminados de la história del rock, a
medías entre las clases de aeróbic de Jane Fonda y un admirador de Liberace,
anima al público que da gusto, y lo tuvo en su bolsillo en todo momento. Los
hacia gritar, saltar, mover los dedos, levantar las manos, cantar…el público
iba realmente estresado. Pero realmente también, aquello fue una gran fiesta.

Ben Matthews ejecutó un breve solo que sirvió de introducción a “Moth To The
Flame”. De todas formas, “Higher Ground” fue uno de los grandes momentos de
la noche, difícilmente mejorable. Los riffs tan exageradamente propios del Hard
Rock que ejecutan Matthews y Morley son a su vez, exageradamente tarareables.
Y si algo siempre han poseído THUNDER ha sido un gusto exquisito para crear
composiciones memorizables, de estribillos pegajosos pero sin la dulzura casi
vomitiva de las bandas de finales de los 80 con las que siempre se les ha intentado
comparar.

El concierto llegaba a su fin y “Low Life In High Places” fue un sentido inicio
de despedida, consumado por “Just Another Suicide”. Era evidente que volverían,
tenían todo el recinto a sus pies, y asi fue. “Somebody Get Me a Spin Doctor”,
de “Shooting At The Sun”, abrió los bises, y posteriormente un incendiario “Play
that Funky Music” consiguió hacer botar a toda la sala a ritmo de slap bass
y guitarras rasgueadas. Eso si, no hubo mejor cenit que “Dirty Love”, con casi
10 minutos. El público coreó hasta desfallecer, la banda parecía no querer marcharse
nunca, y el crescendo final del tema puso el vello erizado a todos los asistentes.
El final, apoteósico, como mandan los canones.

Realmente impresionante lo de THUNDER en directo. De los casi 50 conciertos
que he visto este año, probablemente este ha sido uno de los 3 mejores, junto
a DIO en el Metal Mania y AC/DC en Londres hace un par de meses. A ver si alguien
se atreve a acercarlos a suelo español. Si no, me veo viajando a Bruselas en
Enero para ser atronado nuevamente por los británicos. Súblime.

Texto y Fotos: Sergi Ramos

Datos:

Astoria
Londres
Promotor: Astoria
Publico: Lleno

Día:29/11/2003

Puntuación:10