THE PINK TONES

Habrá muy pocas bandas legendarias que no tengan su banda o bandas tributo. Muy pocas. Imagino que el número de ellas, dejando a un lado lo meritorio o no del hecho, guarda cierta relación con el grupo a tributar. Y no me refiero a reproducir su música, sino a la producción y todo lo que envuelve a la banda en sí que ya forma parte de su marca distintiva. En resumidas cuentas, un grupo de músicos que se dediquen a rendir tributo a unos titanes como PINK FLOYD, por muy buenos músicos que sean, no nos lo podemos imaginar tocando en un garito de tres palmos vistiendo con ropa de andar por casa. Que los habrá seguro, y vayan por delante todos los respetos, pero pierde su chispa de gracia. Las canciones son las que son, y no se necesitan muchos envoltorios si eres capaz de transmitir su esencia, pero todo estaremos de acuerdo en que las cosas, ya que se hacen, es mejor hacerlas lo mejor posible.

THE PINK TONES son de esas bandas tributo que están ganándose una buena reputación poco a poco. Y cuando uno asiste a sus directos, encuentra la explicación rápida. Obviamente y aunque resulte incluso innecesario, hay que señalar que no llevan el montaje de “Pulse” ni de cualquier documento audiovisual de gran escenificación que se nos venga a la mente de Mason, Gilmore, Waters y compañía, pero os puedo adelantar que consiguen una perfecta ambientación a la altura de las sobresaliente composiciones de la mítica formación de rock psicodélico.

Otro punto a favor de THE PINK TONES, es que precisamente no son PINK FLOYD una banda que tengamos la oportunidad de ver. Y dudo que la tengamos. El 2 de Junio de 2005, fue una fecha a recordar por todos sus fieles seguidores cuando se reunieron con Waters para el concierto Live 8 en Londres. Y lo hicieron 24 años después. Casi nada. Así que si nos tenemos que aferrar a ese hecho….Por otro lado, ya se sabe que Roger Waters, que si ha ido girando haciendo conciertos centrado en ““Dark Side Of The Moon” y “The Wall”  en última instancia (como ya nos relató Sergi Ramos a través de sus crónicas en Chicago, Madrid y Barcelona), anunció su retirada, y a día de hoy, se desconoce si volverá a subirse a un escenario. Está claro que THE PINK TONES no son PINK FLOYD, ni lo pretenden. Pero es lo más cercano que puede existir para los que, solo por ver a los británicos en escena, hemos tenido la desgracia de nacer más tarde de la cuenta.

Ese triángulo luminoso, esos láseres, esos juegos de luces… todo ese ornamento lumínico nos iba introduciendo poco a poco en un sueño pinkfloydiano para atraparnos en un mar de delicias musicales.  “Sings Of Life” y “One These Days” nos iba abriendo el camino para comenzar a vibrar con temas tan grandes como “Speak to Me”, “Breathe” y “Time”. THE PINK TONES en escena son increíbles, consiguen meternos de lleno en ese universo tan particular de “A Saucerful Of Secrets (Celestial Voices)”, para seguir con un especial “Dogs”, antes de deleitarnos con todas las partes de “Shine On You Crazy Diamond”. No sería el único tema de largo metraje con el que conseguirían hipnotizarnos y mantenernos expectantes cada minuto. Mérito, que como en muchos momentos de su show, recibió un acalorado aplauso de los asistentes.

Todo iba fluyendo con pasmosa naturalidad, y llegó uno de los clímax más emotivos de la noche de mano de “On The Turning Away”. Después seguirían sacando más ases de  sus mangas con canciones como “Hey You”, “Atom Heart Mother” y “The Great Gig In The Sky”, donde sus dos coristas tomaron el total protagonismo. Volvieron a hacer vibrar al respetable con “Money”. Y es que PINK TONES conservan todos los elementos originales, los expone sobre el escenario, y entremedio, introducen esa magia necesaria para hacernos llegar los sentimientos propios de estas enormes canciones.

Con “Any Colour you Like”, “Brain Damage” y “Eclipse”, seguían manteniéndonos en esa sensación de gozo que estaba aún lejos de abandonarnos. Volvieron al relax con “Fat Old Sun” y “Is There Anybody Out There?”, para pasar a vivir otro de los momentos más estelares de la noche con la inmortal “Wish You Were Here”. Antes de continuar, y casi por primera vez dirigiéndose al público de forma directa, nos presentaron “Echoes”, que la interpretaron de forma íntegra. Pedían silencio en su inicio, y a través de ese goteo de notas, nuestra mente se traslada a las ruinas de Pompeya, lugar donde PINK FLOYD grabaron aquel mítico directo a comienzos de los 70. Como en todo su repertorio, su interpretación fue sublime.

Y ahora sí, primera retirada breve del escenario, y cuando veníamos a darnos cuenta llevábamos más de 2 horas y media de show. Más juegos de luces, láseres e incluso la presencia del “profesor”, fueron parte del decorado para ofrecernos un bloque de temas centrados en “The Wall”. “In The flesh?”, “The Thin Ice”, “The happiest days of our lives”, dos partes de “Another Brick in the Wall”, “Mother” y “Goodbye, Cruel World”, fueron las que nos hicieron recordar a través de esas atmósferas morbosas y depresivas la gran obra de los británicos.  El público disfrutó hasta la extenuación, pero aún guardaban dos cartuchos más para redondear la noche.

La animada “Run Like Hell”, donde los presentes viendo el final se dejó el alma, y esa belleza hecha canción llamada “Comfortably Numb”, puso el broche de oro a un concierto de tres horas y cuarto (sin apenas descansos, siendo, según el propio grupo, el show más largo de su historia) que hizo que algunas personas se acercaran a las primeras filas para mandarle un fuerte ‘gracias’ a la banda. Solo con este detalle, os podéis imaginar lo vivido aquella noche.

La experiencia que nos hizo vivir THE PINK TONES fue grande. Muy grande. La sensación con la que nos marchábamos de la sala era de haber visto un espectáculo único, más que un concierto de una banda tributo sin más. Si tenéis la ocasión de poder disfrutar de su directo, ni lo penséis. Prometieron volver a Málaga en una próxima gira. Todos los presentes, ya están contando los días para repetir sin dudarlo.