SHINING + KATHAARSYS + BLOODOLINE + FOSCOR

Jueves laborable y de nuevo concierto de metal extremo entre semana en la Ciudad Condal. Duro. Y más para los que no vivimos en Barcelona ni disponemos de coche ni transporte público una vez termina el show, aunque curiosamente muchos ya nos hemos acostumbrado a esta especie de dinámica sadomasoquista de placer-dolor, por lo cual muy a menudo la noche se termina tiñendo de un encanto atípico, con el aliciente de ser un ritual que muy pocos repetimos con tanto ahínco.

El grupo sueco SHINING visitaba por primera vez España para realizar una gira peninsular atípica respecto a la gran cantidad de fechas programadas, máxime teniendo en cuenta que la banda viene a ser bastante underground. ¿Realmente hay alguien que conozca a SHINING o, más concretamente, que se interesen en asistir a un concierto de la banda en ciudades como Málaga o Almería? Andalucía es una comunidad que ha demostrado en sobradas ocasiones no tener ningún tipo de interés en cuanto a asistencia a conciertos se refiere y menos en materia de grupos míticos o underground. No sé, son detalles que no dejan de llamar mi atención. Obviamente algunos de estos conciertos acabaron suspendiéndose y otros llevándose a cabo con 25 personas en la sala. Pero dejemos las divagaciones para algún que otro artículo de opinión y entremos en materia. 

FOSCOR fueron los primeros en tocar. No pude ver su actuación, aunque les he visto en multitud de ocasiones últimamente y por ello han prometido no enviarme ninguna carta con ántrax en clave de venganza. Por lo que me comentó el mismo Fiar (voz y bajo) volvió a visitarles el fantasma de las cuerdas rotas durante la actuación, pero supieron sobreponerse y salvar más que bien la papeleta, tal y como se deducía también del buen sabor de boca que parecían haber dejado entre el público asistente. De BLOODOLINE tan sólo pude presenciar la recta final del show, aunque este fue lo suficientemente extenso para que a todos nos quedara clara su propuesta, un black metal rápido y furioso con melodías recurrentes. Lo cierto es que si bien en general no lo hicieron mal, acabaron sonando excesivamente lineales, sobretodo en las partes más rápidas. Que en la segunda mitad de los temas, en alguna ocasión, viéramos a componentes de la banda girándose para mirar al batería no hacía sino dar la sensación de que los propios integrantes de la misma parecían perderse en el entramado de las composiciones. El sonido tampoco ayudó en demasía y las melodías quedaron algo soterradas. Repito, muestran maneras, no lo hicieron mal, pero esperamos verlos en el futuro con algo más de tablas para que consigan defender su nada despreciable propuesta como es debido.

Muy diferente sensación me causaron los gallegos KATHAARSYS, con su black metal progresivo y evocador, con esos desarrollos y entramados compositivos tan trabajados y esos riffs complejos y poco convencionales. Con un sonido realmente bueno que ayudó a apuntillar el bello contraste entre los pasajes acústicos más paganos y las partes distorsionadas, el ahora trío dio una lección de cómo erigirse uno de los grupos nacionales más interesantes de la escena en apenas 40 minutos. Habiendo tenido que prescindir recientemente del guitarrista rítmico de la banda, lo cierto es que no podían haber sonado mejor como trío, pues más allá de la falta de profundidad respecto a los discos que pudieran adolecer algunos riffs por la ausencia de las segundas guitarra, lo cierto es que J L Montáns supo como afrontar la situación con maestría de cara a obtener los mejores resultados. Mención a parte merece la buena labor del batería A Hernández y de la bajista M Barcía, que a parte de mostrar una depurada técnica no paró ni un instante de moverse en escena y animar, logrando que el escenario incluso se les hiciera pequeño. Extrayendo cortes de sus dos obras discográficas editadas hasta la fecha, la banda se centró en su más reciente “Verses In Vain”,  haciendo válido el potencial que ya en dicho plástico se les adivina. Nunca les había visto en directo y lo cierto es que he de reconocer que me dejaron con ganas de más. La sorpresa del día sin duda.  

Cierta polémica precedía al concierto de SHINING de esta noche. Y es que si bien en Barcelona y Madrid su demente cantante Kvarforth se mostró, entre comillas, bastante comedido, lo cierto es que vistas algunas opiniones vertidas en Internet en algunas de las primeras fechas peninsulares su actitud traspasó los límites del espectáculo para rozar el escándalo. Al parecer, rotura y deterioramiento del mobiliario de las salas, actitud denigrante hacia el público y algunos de los integrantes de KATHAARSYS y otras delicias que a día de hoy no está bastante claro en qué grado podrían ser “pose”, “broma”, “espectáculo” o “actitud desagradable”. Puesto que no entra entre mis principios juzgar algo que no he presenciado,  lo dejaremos en que el cantante de la banda sigue creando expectación y sembrando polémica allá por donde pisa, algo que por lo visto ya se ha convertido en un signo distintivo de SHINING en materia de directo. Así, pues, con una sudadera negra desabrochada que más tarde se quitaría para mostrar su maltrecho físico, Kvarforth apareció en escena acompañado del resto de la banda para rociarnos con su black/doom metal agónico y lúgubre. Y es que no vean ustedes qué discazos posee la banda en su haber. De principio a fin se podría considerar a los mismos como pequeñas obras maestras, los pilares de una declaración de principios opresiva y nihilista; por mucho que algunos opinen que con su última edición “V – Halmstad”  posee ciertas características que lo alejan respecto a su anterior discografía, hay que reconocerle los méritos como la gran obra que es. La banda es consciente de ello y ni corta ni perezosa se marco un puñado de temas de los más recientes, sonando en todo su esplendor “Låt Oss Ta Allt Från Varandra” o “Yttligare Ett Steg Närmare Total Jävla Utfrysning”, aunque pensándolo mejor, me ahorraré poner el título de los temas. Las razones saltan a la vista.

Musicalmente la banda se puede decir que da el do de pecho, construyendo versiones lo debidamente fidedignas de las piezas y, sobretodo, con una interpretación vocal bastante sorprendente. Y es que hay que reconocer que, más allá de la actuación de drogadicto esquizoide, Kvarforth posee unas cualidades vocales que se prestan a ser aplaudidas, sobretodo por los pasajes con voz quebrada y los susurros, tan característicos de las composiciones de los suecos. Por otra parte, como ya hemos comentado, el ínclito no anda muy bien de la azotea; tal y como puede apreciarse en las fotos que ilustran a esta crónica, el frontman aparece en escena  como si hubiese rodado durante horas por un prado de zarzas habitado por erizos. Cortes y escarificaciones voluptuosas que se prestan a realzar su carácter impulsivo en escena, lanzándose continuamente por el suelo, metiéndose la mano en sus pantalones para sobar continuamente sus partes, manoseando a la gente de las primeras filas y escupiendo como si fuera un difusor alcohol por encima de las primeras filas, botella de Jack Daniels que se metió entre pecho y espalda él solito a parte. Mención a parte merece el intento o simulación de vómito en alguna de las partes acústicas, aunque esto ya entra más de lleno en el concepto de espiral autodestructiva que engloban algunas canciones (y que también podemos escuchar en disco). Eso sí, poco más, no fue la actitud tan demencial que mostró en otros puntos de la geografía española (aunque esta suponemos que debe ir en gran parte motivada por la cantidad de drogas y alcohol ingeridas) y no hay demasiadas diferencias respecto a lo que he llegado a ver hacer a algunos otros cantantes de black metal en directo, como Maniac…. Por cierto, ¿no acompañaba Maniac a la banda en esta gira? Por lo visto nuestro amigo se encontraba en ese momento detenido en Málaga por amenazar a un policía en un control. ¡Bravo! Sinceramente me hubiera gustado verlo en escena, hubiera sido todo un aliciente. Gran parte de los seguidores SHINING creen que toda la parafernalia de Maniac y Kvarforth (que suelen besarse y magrearse en directo) sobra en el seno de un grupo con tantos argumentos musicales y artísticos. Yo simplemente opino que ambos no tienen  por qué estar reñidos, pues hay grupos y tendencias para todos los gustos y en muchas ocasiones hay que contemplar el concepto que la banda nos muestra como un todo, por mucho que el frontman nos parezca deleznable. Musicalmente los seguidores de la tan característica propuesta que nos ocupa debieron quedar satisfechos esa noche, ya que por mucho que no fuera un concierto memorable y en algunos momentos el ritmo del show decreció ligeramente lo cierto es que consiguieron dejar el listón bastante alto.