Septicflesh e Inquisition crean una banda sonora demoledora en Barcelona

La emoción estuvo presente en Razzmatazz 2 en formato de banda sonora y de demolición. Vale si: demasiadas grabaciones presentes pero la pegada fue notable.

La noche ajunta extrañas compañías. Imaginad: Hans Zimmer (el gran compositor de bandas sonoras como la de Piratas del Caribe, El Rey León o Gladiator) y Nergal de BEHEMOTH se encuentran en un bar durante un viernes noche. Compararían la adrenalina que tiene el metal extremo con la que goza la música de una buena película. Tantas copas seguidas haría que la cosa pasase a otro nivel y que acabasen creando gratas melodías.

De ese pequeño encuentro nacería un hijo llamado SEPTICFLESH. Este gozaría de la capacidad de crear grandes orquestaciones mientras saborea un potente riff de guitarra. Viviría en Grecia y nos sorprenderían con discos como “Codex Omega”; futurista e clásico a la vez. Le gustaría girar pero tendría un problema: llevar semejantes composiciones a la practica es económicamente inviable así que le tocaría encadenar a su titán interior y dar play al ordenador.

SEPTICFLESH tienen esa letra pequeña, su música tiene el mismo efecto desde casa que desde un concierto. Eso hizo que mucha gente no se animase a pasar por Razz 2.

Con 1 fila y 4 gatos desperdigados por la sala salieron ODIOUS. Su death metal sinfónico estaba bien cuidado, tenía unos cambios interesantes e un toque árabe que sorprendía. Venían del atractivo Egipto y con temas como “New Mystery” demostraron su potencial. Pese al ambiente, su ánimo no decayó y con “Hot Blood Fumes” terminaron un concierto que podría haber tenido una mejor repercusión.

Llegaba el momento, uno de los dos platos fuertes de la noche salía a escena. Demoliciones INQUISITION sociedad limitada salieron a derrumbar toda la Ciudad Condal con profundos blast beats del mejor black metal . Dagon e Incubus empezaron con “From The Chaos They Came” e “Hymn For a Dead Star”; rápidamente demostraron que sus riffs de guitarras eran más poderosos que la mejor dinamita. El calor se acrecentaba y los pilares temblaban, lo que pueden hacer sólo 2 personas encima del escenario estaba dejando sin palabras. No era para menos: también en las menos demoledoras, como “Dark Mutilation Rites”, triunfaban.

Incluso cuando las luces tenían un protagonismo especial, tanta luz epiléptica molestó a más de uno, la gente seguía entregándose. Tras una hora y cinco minutos de show, se retiraron bajo el son de “A Magnificent Crypt of Stars”. La demolición había sido efectiva pese al escaso público.

Con el pequeño cambio, nos quitábamos el mono del trabajo y nos poníamos presentables para la ópera. SEPTICFLESH salieron al ruedo con un toque oscuro llamado “Portrait of a Headless Man” para que “The Vampire From Nazareth” ensordeciera al personal.

El problema que nos imaginábamos tomó cuerpo; pese a la calidad y a la pegada del concierto, canciones como “Pyramid God” lo demuestran, las orquestaciones de temas como “Enemy Of Truth” quedaron deslucidas por ser simples grabaciones. No podía evitar pensar: “¡qué bien sonaría esto con una orquesta y su respectivo coro!”. Me hacía ilusiones pero rápidamente volvía a la Tierra con canciones como “Communion” o la gran, y deseada, “Anubis”.

Tras una hora de show, bajo la belleza de “Dark Art” se retiraron dejando el pabellón por las nubes. La emoción estuvo presente en Razzmatazz 2 en formato de banda sonora y de demolición. Vale si: demasiadas grabaciones presentes pero la pegada fue notable. SEPTICFLESH cumplieron ante un público escaso, pero sinceramente os lo digo: yo ya tengo un dinero reservado para cuando, ojala, anuncien un concierto con orquesta y coro. ¡No me lo perdería por nada del mundo!.